Capitulo 57

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Sophi

Habían pasado varias semanas, para ser exactos ya casi tenía siete meses de embarazo. Las cosas entre Travis y Tara seguían igual de tensas. No podían estar en la misma habitación... bueno, Travis no podía estar en la misma habitación que ella. Cada vez que llegaba Tara, Travis se excusaba y se iba. Pensé que las cosas irían cambiando con el pasar de los idas, pero no fue así.

Ya estaba harta de la situación y quería ayudar. Pero, cada vez que tocaba el tema, Travis lo cambiaba o rehuía. Así que tuve que dejar el tema a un lado y que las cosas fluyeran por si solas. No me gustaba ese método, pero no quería discutir con Travis y mucho menos ahora. Mi embarazo se puso un poco delicado y tuve un leve sangrado. Con mas reposo y cero estrés, el doctor dijo que estaría bien. Así que, discutir con Travis no estaba en mis planes. Lo necesitaba mucho a mi lado y si discutíamos se iba a alejar y eso podría afectarme más de lo debido.

Ya tengo suficiente con sus salidas a la universidad, que por cierto son unos horarios locos. Ninguno de mis amigos quiso dejar la ciudad. Así que estudiaron en la universidad local.

— No sé porque Jessica se queja tanto, ella escogió esa carrera — dijo Vanesa dejando de leer el libro que tenía en las manos — yo por eso elegí algo que me encantaba.

— Porque lo querías estudia desde que tienes memoria — replique.

— No, bueno si. Recuerdo que desde que era niña me llamo la atención y por eso lo quise estudiar. A diferencia de Jessica, se queja por todo y quiero patearla en todo momento.

— No creo que te deje hacerlo — dije riendo.

— Ya lo veremos — dijo con una extraña sonrisa que me dio escalofríos.

— No te rías de esa forma, me da escalofríos — dije golpeándole el hombro — no quiero saber en que estas pensando.

— Pienso y hago lo que quiero, y no puedes impedírmelo — dijo y me guiño un ojo. Se ha vuelto más loca de lo que era. Y ni hablar de la forma en que se viste ahora. Un poco más formal. No le pega para nada.

— Como sea, es tu problema si quieres que te pateen de vuelta — dije restándole importancia, realmente este tema no me interesa — por otro lado, te he visto muy cercana a Adam, ¿ya casi somos cuñadas?.

— Que va, el muy idiota solo me pedía ayuda con algunos trabajos. Ya sabes, compartimos algunas clases — dijo encogiéndose de hombros.

— Ah ya veo.

— No, no ves nada. Además Adam tiene algo con una tal Livy.

— La rubia pechugona.

— Si, esa misma. No sé como los hombres buscan ese tipo de mujeres. Son muy estúpidas y nada recatadas. Y no solo eso, se abren de piernas a cualquiera que les guste.

— Que viste — se que algo le molesta y pienso averiguar que es. Ese gesto que hizo al mencionar a la pechugona lo dice todo.

— ¿A qué te refieres? — pregunto frunciendo el ceño.

— Se que viste algo, por eso haces ese comentario y tu gesto te delata fácilmente. Anda, suéltalo. Sabes que no diré nada.

— Todavía no pierdes la costumbre de ver a través de las personas. Espero que cuando te desembaraces la pierdas por completo.

— Nada de eso, la he tenido siempre. Solo que la agudice mas. Las clases con esos dos profesores me dieron más perspicacia de la que ya tenía.

— De que te quejas, gracias a esas dos eminencias pudimos entrar este semestre a la universidad.

— Lo sé, y lo dirán por ustedes. Yo tuve que esperar debido a la bebé, ahora no me cambies de tema. Todos lo hacen pero, no les funciona todo el tiempo. Al único que no le digo nada es a Travis. Ya sabes, me dejaría de hablar y ...

Sexo, violencia y mucho odio. Libro 1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora