Capítulo 8: La vieja ciudad

49 6 9
                                    

Nos quedamos mirando aquello, aún no lo creíamos. Había por lo menos....cien o doscientos caminantes. James, el niño, empezó a correr hacia atrás John y Robert lo siguieron y todos empezamos a correr detrás de ellos. Frank se desvió por el bosque y yo lo seguí. Pude ver a los otros corriendo por la carretera, y cuando volví a mirar a Frank ya no estaba, pare y di la vuelta. Se había doblado el tobillo al golpearse con un tronco.

-Sigue tu, dejame aquí no podré seguir- dijo llorando, sabiendo que su muerte estaba cerca.

-Ni hablar Frank tu vas a salir de aquí- le dije aun con esperanza de que sobreviviera.

Cada vez estaban más cerca, íbamos muy lento.
Escuchamos el ruido de un coche, nuestros compañeros habían encontrado uno por la carretera.
Deseaba llegar con Frank y estar a salvo estábamos cerca hasta que uno de esos caminantes vino por el lado y no lo vimos, nos tiro al suelo. Se puso encima mia y me estaba costando quitármelo, entonces note un algo en la mano derecha, se me clavaba poco a poco y dolía a más no poder, Frank lo mato nada más levantarse. Los teníamos al lado, no podíamos salir de hay con vida.

-Corre hacia el coche Tom, yo ya estoy muerto- dijo derrotado.

-Gracias por todo Frank, has sido un buen amigo.

-Gracias a ti, Tom- dijo segundos antes de que empezaran a devorarlo.

Me monte en el coche y me quedé mirando ese montón de caminantes que se formó alrededor de Frank hasta que John hablo.

-Tom....- dijo, notablemente asustado.

Entonces me mire la mano, ese caminante me había mordido, y ahora sabía lo que me esperaba si no quería morir.

-Lo siento pero hay que hacerlo- dijo, sin poder creer lo que iba a hacer.

Estire el brazo y el cogió su machete, tuve suerte de que me mordió la mano y no tuvo que cortarlo entero pero, vi la hoja afilada del machete atravesando el brazo un poco antes de llegar al codo.

-¡Aaaaaahhhhhhhh!- grite automáticamente, dolía demasiado.

Rápidamente me taparon la herida, teníamos que esperar a encontrar un buen lugar para quedarnos, y tendría que esperar hasta entonces para que Mike (que antes del apocalipsis era veterinario y sabía un poco de esto) me lo curase mejor. No tardé mucho tiempo en desmayarme.
Cuando desperté estaba apoyado en un árbol con el brazo vendado, al lado estaba Oliver.

-Hombre Tom, despertaste- dijo alegre.

-¿Cuánto tiempo llevo desmayado?- pregunté, confuso aún.

-Pues unas.... dos horas y media.

-¿Y los demás?¿Están bien?-pregunté, preocupado por John y Zoë.

-Si estamos todos bien, no hay problema, ¿quieres comer un poco?- pregunto amablemente.

-Si gracias, por cierto, ¿hacia donde vamos?

Oliver hizo una pausa y respondió a mi pregunta.

-Veras, no te conozco muy bien pero se que la idea no te parecerá buena.

La lucha por sobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora