La lucha por sobrevivir

Capítulo 32: Controlados

-¿Quién va a conducir?- pregunté antes de subirnos al coche.

-Tu- dijeron Hayden y Zoë a na vez.

-Vale- añadí montándome en el asiento del conductor.

Había pasado un rato desde que empezamos el camino y se oía un ruido extraño. Como si alguien nos siguiera.

-Mierda, ahora no- dije preocupado.

-¿Qué pasa?- preguntó Hayden cuando se dio cuenta de lo que pasaba.

-Sin combustible, tenemos que seguir a pie- dije abriendo la puerta para salir.

-¡No tan rápido chicos!- gritó una mujer.

-Creo que es Megan voy a ir con ella- dijo Zoë.

-¿Estas loca?- preguntó Hayden al oír eso.

-Tal vez lleguemos a un acuerdo- añadió después Zoë.

-¡Pero que tenemos aquí!-exclamó burlona- Pero si es mi gran amigo Tom.

-No me hables- dije cuando tuve contacto visual con ella.

-Que bienvenida chico, podrías ser amable- se quejó.

-¡¿Amable?! ¡¿Igual que lo fuiste tú con mis amigos y con el otro grupo!- grite enfadado.

-Para tu información, están bien, de echo...acabo de estar allí- añadió Megan.

-¿,A quién has matado esta vez?- dije poniendo mi rostro frente al suyo.

-Desde que te vi...me caíste bien. No tienes miedo, eres joven y lideras un grupo. Piénsalo, podrías ser un gran miembro de mi grupo- intentó de atraerme Megan.

-Ni en sueños- respondí rápidamente.

-Tu te lo pierdes. Pero no he venido a eso,- apresuró a decir- he venido a esto- dijo mientras unos cuantos de sus hombres ponían de rodillas a Oliver delante de nosotros.

-¿Que vas a hacer Megan?- pregunté preocupado por Oliver.

-Primero me gustaría que os levantarais, yo estoy aquí de pie y vosotros medio fuera de un coche- ordenó.

-Vale- dije mientras cogía la ballesta que estaba cargada, dispuesto a matarla.

-Gracias- dijo sospechando del tiempo que tardaba en levantarme.

-¿Te ayu...- iba a preguntar Megan cuando una flecha le pasó por el lado de su cabeza y se incrustó en el cuello de uno de sus hombres un poco más alto que ella.

-Mierda- dije cuando fallé si. saber que iba a pasar ahora.

-Exacto chico, mierda. La acabas de cagar- intervino Megan.

-¿Disparamos?- preguntó uno de sus hombres.

-No, ya me encargo yo- dijo Megan.

-No le haga daño por favor- dije llorando falsamente para que se fuera y nos dejase a Oliver.

-No, no. No llores, borras la imagen de tipo duro que tengo de ti- mencionó Megan.