La lucha por sobrevivir

Capítulo 54: Construir el futuro

*NARRA HOLLY*

-¡Corred!- gritó alguien en el exterior.

Una granada explotó. Aproveché la distracción y me abalancé sobre uno de ellos. Le quité el arma y le rajé el cuello. Antes de que el otro pudiera reaccionar, le disparé en la pierna. Corrí hacia él y le asesté una patada en el estómago, luego le pisé la mano en la que sujetaba el arma. Le di con la culata en la cabeza y lo dejé inconsciente.

Me preguntaba donde estaría Natalia, fuimos en la misma dirección pero acabamos separándonos. Me vendría bien que apareciera.

Miré por el escaparate. Parecía una pelea entre grupos, corrí hacia el almacén y cogí a JJ. Intenté abrir la puerta trasera pero no podía, parecía bloqueada por fuera.

Se escuchaban disparos y gritos, parecía una ardúa batalla. Empezaba a dar todo por perdido.

Noté unos golpes en la puerta del almacén y me acerqué con el cuchillo preparado. La puerta se comenzó a abrir lentamente, asomando el cañón de una pistola.

Cuando la persona entró, Natalia y yo nos reconocimos al instante. Sin decir nada nos abrazamos. Cogí a JJ y salimos con cautela.

-¡Quienes sois!- gritó alguien a nuestra izquierda.

Apenas nos dio tiempo a girarnos antes de que un disparo le volara la cabeza.

Se escucharon pasos corriendo hacia nosotras. Natalia y yo cruzamos la mirada, comprendiendo que no habíamos sido ninguna de nosotras.

-Vamos- indiqué echando a correr hacia atrás.

Me giré para ver si nos seguían y casi pude ver la bala dirigiéndose hacia mi. Entró en el hombro izquierdo y no salió. Natalia rápidamente disparó y mató a la mujer rival.

-¡Corre, no hay tiempo!- ordené aguantando el dolor, sujetando a JJ con el otro brazo.

Entramos es una tienda de ropa. Estaba todo tirado por el suelo. Natalia cogió una camiseta y me la enrolló como pudo para tapar la herida.

-Estaré bien. Gracias

Fuera se seguían escuchando disparos.

-¡Por aquí!- gritó una mujer fuera.

-Mierda, tenemos que irnos- observó Natalia.

Salió por la puerta para asegurarse de que no había nadie. Alguien le dio un puñetazo y se le cayó la pistola.

La herida de bala me dolía, pero tenía que actuar rápido.

Natalia trató de coger la pistola, pero la rival le agarró una pierna cuando se giró y se golpeó de morros contra el suelo. Levantó las manos y se incorporó lentamente. Cuando estuvo de pie, empujó al rival y salieron de mi vista.

Me acerqué a la salida para ver qué pasaba. Vi a Natalia agarrando a la mujer, a la que le presionaba el cuello con el cuchillo. Al otro lado alguien le apuntaba con una pistola, mientras se dirigía hacia la otra que Natalia había perdido.

Cuando estuvo a un paso de cogerla, saqué mi cuchillo y salí de la tienda. Antes de que el enemigo pudiera reaccionar ya tenía mi hoja clavada en su cuello. Al mismo instante, Natalia le rajó el cuello a su oponente.

Entré rápidamente, cogí al bebé y volvimos a correr. Por fin dejamos atrás esa pelea.

-¿Dónde buscamos al resto?- pregunté confusa.

-Creo que tengo una idea, ven.

Seguí a Natalia a través de las calles de la ciudad hasta salir de ella. Nos dirigimos hacia el bosque.