Aiden's POV
Escuché la alarma de mi estúpido celular. Había olvidado apagarla, al igual que en toda la semana, pero hoy era domingo y eso no lo perdonaría.
Gruñí por lo bajo y saqué mi mano de la cama buscando mi celular. Después de tirar cosas, lo encontré y apagué la alarma. Sonreí, estaba dispuesto a volver a dormir.... Hasta que unos llantos y gritos por parte de mi pequeño hermano de 5 meses, llegó a mis oídos. Maldije y golpeé la almohada en signo de frustración.
Lentamente saqué mis pies de la cama y me tiré al suelo, rodé un momento en el suelo para poder despertarme y después levantarme. Fui al baño y me lavé la cara. Salí de mi habitación y abrí los ojos como platos al ver todo en desorden: ropa tirada, muebles por todos lados, parecía como si nos hubieran robado pero claro, el pobre ladrón no encontró lo que buscaba.
Fui al cuarto de mi mamá y mi padrastro. Para mi sorpresa no estaban ninguno. Mi padrastro saldría a trabajar, pero ¿y mi mamá? Me asomé en la cuna de mi hermano y lo vi llorar a mares. Lo cogí entre mis brazos y lo intenté calmar, pero no dio resultado, por lo que supuse tendría hambre, así que lo lleve en mis brazos hasta la parte de abajo de mi casa, donde me encontré a mi mamá durmiendo en el sofá... ¿Pero qué demonios?
—Hey, mamá. Despierta —la llamé. Como veía que no se despertaba, la moví un poco para que reaccionara.
—¿Eh?...¿Qué pasa? —se sentó en el borde del sofá y miró hacia todos lados como buscando algo. Cuando fijó sus ojos en mí, le sonreí y le mostré a mi pequeño hermano en mis brazos. Ella me entendió y me cogió al bebé de los brazos para poder cargarlo. Cogió una manta y se tapó el pecho para darle de comer a mi pequeño hermano. Él paró de llorar—Sh, ahora estás conmigo pequeño —dijo con su tono materno.
—Me odia —declaré con cara de susto en mi rostro.
—Para nada, al contrario, te quiere. Sólo que no puedes hacer lo que una madre sí —finalizó. Me paré dispuesto a ir a la cocina para desayunar, eran las 8:30 de la mañana.
—Aiden, necesito que me hagas un favor hijo —dijo mi mamá entrando en la cocina.
—Claro, ¿que necesitas? —respondí buscando las galletas.
—Necesito que hagas unas compras en el supermercado y me compres unos libros. —yo la miré con atención. Ella cargaba a mi hermano y lo mecía mientras le susurraba cosas que no alcanzaba a escuchar. Vi a mi hermano reír y tuve una grandiosa idea.
—¿Puedo llevar a Max? —pregunté con tono vacilante mirando de reojo a mi mamá. Ella arqueó una ceja. En ese mismo instante se me ocurrió una genial excusa—mamá, tienes que descansar, tienes que dormir un poco y con Max aquí contigo, no lo harás —me hice a su lado y rodeé sus hombros con mi brazo. Acaricié la mejilla de Max y éste sonrió al mismo tiempo que cogía mi dedo— .En cambio si yo me lo llevo, tú podrás descansar y yo podría familiarizarme más con él —finalicé con una sonrisa.
—Está bien.
—¡Sí! —exclamé. Alcé los brazos e hice un extraño baile.
—!Aiden¡ —paré mi baile y miré a mi mamá con el ceño fruncido—Arreglaré a Max y empacaré las cosas que necesitarás por si acaso... Ah, y te haré una lista con las cosas que necesito —salió de la cocina y pues yo, solo tenía una sonrisa en mi cara.
Amaba a mi mamá al igual que a mi hermano, y aunque esas no fueran las principales razones por las cuales quería llevar a Max; una de las dos era cierta. Mi madre tenía una ojeras que podría llegar a confundirla con un oso panda o un mapache. Ella es de tez blanca y las ojeras se le notan más, y todo por Max, aunque bueno, mi padrastro cuando está la ayuda con él. Y yo... y yo pues sólo lo cuido por una hora y me familiarizo con él. Pero llevar a Max conmigo implicaba demasiadas miradas de chicas, chicas muy lindas que me hablarán y me darán sus números para así yo llamarlas después...
Este día será largo... Y muy bonito.
Estaba dispuesto a ir a bañarme, pero recordé algo.
—Eh, mamá —la llamé. Ella estaba a punto de irse hacia arriba. Me miró.
—¿Si? —preguntó.
—¿Porque hay tanto desorden aquí? —pregunté alzando los brazos como balanza y girando a la vez que miraba todo el desorden a mi alrededor.
—Oh, eso —dijo con tono vacilante y mirando al suelo, avergonzada obviamente, es mi mamá, la conozco—, era Jared, llamó en la madrugada para decirme que tiene familia en Washington, para que vayamos en tus vacaciones claro.... Y en cuanto al desorden, mi celular estaba aquí abajo y como no lo encontré, revolví todo. Lo arreglaría, pero me siento muy cansada como para hacerlo, así que vive con el desorden —sonrió y se dispuso a subir.
—Está bien —cuando llegue Jared demás que llamará a un servicio, así que no me preocuparé.
Por ahora mi única preocupación ahora es ir a comprar cosas y estar con chicas, bueno y Max que será mi ayudante.
¡Como amo a mi hermano!
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Ella Es Diferente
Teen FictionElla se cree de mala suerte. Piensa que si alguien se le acerca lo va a destruir, lo va a matar. Se pregunta todos los días por qué le pasa lo que le pasa; se pregunta por qué su vida es así. ¿Por qué de tanta gente sólo quedaron tres? No es ig...