39. Que no se enamore.

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Kristen's POV

—Vamos, anímate —sobó mi mejilla e hizo el puchero que tanto amo—. Por mí —lo pensé un segundo y al final acepté. Es sólo un pequeño paseo.

(...)

—¿Sólo hay un carril habilitado?

—Exacto —me tiró unas gotas de agua a la cara, haciendo que arrugue la nariz—. El otro carril lo están reparando.

(...)

—¡Baja la velocidad! —grité.

—¡Los frenos no funcionan! —grito él de vuelta. 

Mi respiración se volvió más agitada, si eso era posible. Mi corazón paró cuando vi un Jeep venir por nuestro mismo carril, a nuestra misma velocidad. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos empapando su camiseta.

—¡No llores! ¡Vamos a estar bien, siempre estamos bien! —gritó. Sentí sus brazos abrazarme por la cintura.

Después sentí el impacto.

(...)

—¡NO! —me desperté de golpe. Mi corazón yendo a gran velocidad, bañándome en mi propio sudor. Miro para todos lados, intentando reconocer el lugar, que, por lo que veo, es mi habitación. Llevo una mano a mi frente y otra a mi pecho, necesito calmarme.

—¡¿Qué pasó?! —la puerta de mi habitación se abre, dejando ver a Aiden totalmente desorientado, observando todas las partes de mi habitación en busca de algo o alguien. Cuando sus ojos caen en mí, me observa todo el rostro, buscando algo que no cuadre bien—¿Estás bien? —se acerca a mi cama y suelta lo que parece un palo delgado con algunas tunas y una puntilla incrustada en él.

—¿De dónde sacaste el palo? —le hago un espacio en mi cama para que se siente.

—Estaba en la cocina tomando agua. Cuando te escuché gritar dejé caer el vaso y cogí lo primero que vi y vine aquí lo más rápido que pude —hizo una mueca y tomó mi rostro en sus manos—. Dile a tu mamá que yo le pago el vaso —solté una risa ahogada—. ¿Estás bien? ¿Por qué estabas gritando?

—Un mal sueño —me limito a responder. Sin que él se lo espere, lo abrazo con un poco de fuerza. Coloco mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón, un poco sobresaltados. Aiden parece reaccionar y también me devuelve el abrazo—. ¿Te quedas conmigo esta noche?

—Claro —sin dejar de abrazarlo, yo, pareciendo una garrapata, lo ayudo a meterse debajo de las cobijas para después apoyar mi cabeza en su pecho.

—¿Aiden? —lo llamo después de un rato en silencio.

—¿Si?

—Te quiero —sin esperar su repuesta, cierro mis ojos, quedando fundida en un sueño donde Aiden es el protagonista.

(...)

Abro mis ojos escuchando la terrible melodía del despertador. Me levanto de mi cama sintiendo la ausencia de Aiden en ella. Cuando doy un paso, caigo de bruces al suelo.

—Dios —susurro. Me giro mirando para el techo, llevo mi mano al puente de mi nariz y levanto mi torso y espalda quedando sentada. 

Llevo toda mi atención a mis pies donde hay un papel, que, supongo, me hizo caer. Lo tomo y veo que tiene algo escrito, por lo tanto, la leo.

Buenos días, princesa.

Tengo que admitir que te estuve observando como si fuese un acosador. Lo siento. ;P  
Te recogeré para que vayamos juntos al instituto. Mis padres ya descubrieron que nos escapamos del hospital. 

Ella Es DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora