28. Descubriendo secretos (Parte 2)

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Kristen's POV

Estaba consciente de lo fría que me encontraba, sentía mis manos temblar demasiado. Varios escalofríos recorrían mi cuerpo y lo recuerdos venían a mi mente muy rápido. Pensé que me desmayaría, pensaba que mi mente me estaba jugando de una manera muy cruel, pero cuando él dijo "Mi niña", sabía que todo lo que estaba pasando era real. Tenía a mi progenitor en frente, después de tantos años sin saber de su existencia.

La tensión se sentía en el aire. Mi único soporte para no caer al suelo era el brazo de Aiden. Esa mujer, su madre, me observó como si me conociera, pero no la reconocí. No tenía ni idea de su existencia.

-Mi vida.- Decía Jared con lágrimas en sus ojos. Negué con la cabeza frenéticamente. Él era un monstruo, sus lágrimas siempre fueron mentira.

Jared dio un paso para acercarse a mí, pero retrocedí. Apreté más el brazo de Aiden, él me observó preocupado y colocó su cuerpo en frente del mío como si fuera mi escudo.

-Jared, retrocede.- Dijo, haciendo que el antes mencionado parara.

-Tú no entiendes, Aiden.- Secó sus falsas lágrimas. -Hace años que no veo a mi hija.

-Yo no soy tu hija.- Me sorprendí al escuchar mi voz tan seria, fría y estable. Pensé que saldría temblorosa, que iba a tartamudear. Las cartas estaban de mi lado esta vez. -No vuelvas a decir eso jamás. No quiero escuchar mi nombre de tu sucia boca. - Dije con repulsión. -No vengas a decir que yo he sido tu hija, porque jamás lo he sido y tu jamás has sido ni serás mi padre.

-Pero qué estás diciendo. Michelle te volvió a envenenar la cabeza, ¿cierto?

Sentí el cólera subirme a la cabeza. Todo mi sistema nervioso parecía estar fallando, estaba perdiendo la cordura. Hizo muy mal al meter a mi mamá en esto. Mi madre es sagrada para mí, nadie la toca, no cualquiera menciona su nombre; menos un monstruo como él. Todo se volvió silencioso, sólo éramos él y yo. Volví una de mis manos un puño y deseé poder estrellarlo contra su nariz como él hizo tantas veces con mi mamá.  Tomarlo por el cabello hasta que mis manos estén llenas de cabellos; lanzar su cabeza contra el suelo; ahuecar su cuello con mis manos y presionar su traquea hasta ver como su rostro se vuelve morado; tirarle una botella a la cabeza; amenazarlo con que mataré a todo su familia en frente de él. Hacerle sentir todo el dolor que le hizo sentir a mi madre.

Ser justo el monstruo que él es.

Di un paso firme hacia Jared, pero cuando intenté levantar mi otra mano para dar un golpe más ensordecedor, mi mano estaba cubierta por la de Aiden. Fue lo necesario para volver a tener mis pies en la tierra; tener control. Aiden me miraba demasiado preocupado, ea mirada ya la había visto antes.

"Ten control sobre ti". "Recuerda quien eres". "Eres fuerte. No dejes que te controle". "No me vas a hacer daño, confío en ti". "No eres igual a él".

Todas esas frases con sólo ver los ojos de Aiden, me hicieron volver. Yo no era igual a Jared, yo no podía ser él. Tragué saliva y fijé mi vista en la madre de Aiden. La señora no se ve con algún rasguño, ni un solo moretón. La casa, los muebles están en perfecto estado. Escucho un bebé llorando y la señora da zancadas hasta llegar a las escaleras y las sube. Supongo que será el hermano menor de Aiden. Volví mi atención a Jared.

-No vuelvas a pronunciar el nombre de mi madre.- Advertí, con mi dedo en alto. -No fue necesario que mi madre me llenara mi cabeza con cosas horribles, usted mismo se encargó de hacer eso.- Entrelazo mi mano con de Aiden. Me produce seguridad. -Continuaré mi vida al margen de esta situación. Haré de cuenta que usted no existe como lo venía haciendo en tiempos anteriores y usted hará lo mismo.

-Pero cambié.- Dio un paso al frente y apreté más la mano de Aiden. -Díselo- Se dirigió a Aiden. -dile que he cambiado. Jamás le he tocado un pelo a tu madre.

Miré espectadora a Aiden, esperando su respuesta.

-No me siento digno de opinar. Si Kris quiere que la dejes en paz, hazlo.- Sonreí sin mostrar los dientes. Jared apretó sus puños y me coloqué en alerta. -No volveré a traer a Kris aquí. Nosotros ya nos vamos.

Me arrastró hasta la puerta y la cerró detrás de él sin despedirse de las personas que habitan la casa.

-Gracias por sacarme de ahí.- Solté mi mano de la suya y tomé bocanadas de aire.

-Lo lamento mucho por haberte traído aquí.- Dijo, y negué con la cabeza.

-No es tu culpa. No lo sabías.- Dije y coloqué mi mano en su hombro.

-Sí lo sabía.- Lo miré confundida. -Siempre me contó que no había visto a su hija hace años, pero no sabía que eras tú.- Dijo pensativo. -Jamás me dijo lo motivos del porqué no se volvieron a ver.- Rodé los ojos. -Dijo que su hija se llamaba Alexa Jones.

Al pronunciar se nombre quise volver a la casa y darle con un bastón al estúpido de mi progenitor.

-¿Sabes quién es ella?- Asentí.

-La conozco perfectamente.- Dije con un amargo en la boca. -Soy yo.

-¿Eh?- Pude ver el desconcierto en sus ojos. -Tú no te llamas así.- Entrecerró los ojos mirándome.

Tomé aire.

-Me llamo Kristen Alexa Jones Wagner.- Tragué en seco al pronunciar mi nombre completo. -Soy hija de Michelle Wagner y Jared Jones. Cambié mis apellidos a mis catorce años por Kristen Alexa Wagner. No me gusta mi segundo nombre por el simple hecho de que así me llamaba mi progenitor cuando era pequeña: jamás le gustó mi primer nombre y por eso me colocó el segundo. Siempre me he presentado como Kristen Wagner y así siempre me han llamado.

-Comprendo.- Dijo después de unos segundos. -Me gustaría que me contaras la historia.

-Claro.- Asentí. Tenía más confianza en Aiden.

-Iremos a la casa de mi padre y me podrás contar todo. ¿Te parece?

-Perfecto.

(...)

Aiden's POV

-Joder. Toda tu familia se baña en dinero.- Dice Kris, viendo el conjunto donde vive papá.

-Papá es abogado y administrador de empresas. Le va demasiado bien.- Digo con una sonrisa en mi rostro.

Kri asiente y paso uno de mis brazos por sus hombros. Kris menea su cabeza de un lado a otro bastante sorprendida por las diferentes mansiones que aúnen este conjunto. Llegamo hasta la casa de mi padre y abro con mi llave.

-¡Papá!- Grito. Mi voz hace eco por toda la mansión. Escucho los pasos de alguien corriendo y sé de inmediato que es mi padre.

-Esto es fantástico.- Dice Kris viendo las pequeñas figuras de hielo en una estantería.

-¡Hijo, Aiden!- Dice papá entrando a la sala principal. Kris deja de ver las figuras y posa su vista en mi padre. Papá para de caminar y frunce el ceño al ver a Kris. -¿Alexa?

Esto es imposible.


Ella Es DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora