43. ¡Party loca!

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Kristen's POV

Miré por quinta vez el reloj que está en pared arriba de la pizarra. Sólo han pasado dos minutos. Yo lo sentí como dos horas. Comienzo a hacer un pequeño tamborileo en mi escritorio mientras siento la ansiedad recorrer mi cuerpo.

¿Por qué se demoran tanto?

Miro la profesor y en todo este rato he comprendido que no le entiendo un carajo. Vaya forma de cumplir diecisiete, empezar con parcial de biología. Odio la biología. Aborrezco la biología. No entiendo la biología...¡Maldita biología! 

—Lean muy bien las preguntas. Recuerden que tienen dos horas, así que piensen en lo que van a responder —el paquete donde se encontraba el examen llegó a mis manos y comencé a rasgar el plástico que cubría la cartilla—. Van a abrirlo cuando dé la indicación.

Maldije para mis adentros y dejé el plástico quieto. Tomé mi lápiz azul, mi borrador y mi lapicero negro, esperé unos segundos la indicación del profesor y saqué la cartilla. Vamos Kris, tú puedes.

Bueno, lo primero es breve. Tomé mi lapicero y escribí mi nombre en donde decía nombre. Kristen Wagner. Tomé aire y miré más abajo. Apellido. Estrellé mi palma contra mi frente. Empezamos mal Kris, empezamos mal. No obstante, copié mi apellido y continué con las preguntas. La primer pregunta me la sabía y aprovechando que es selección múltiple, tomé mi lápiz enérgicamente. Pero, al apoyarlo contra la suavidad del papel y hacerle un poco de pulso, la punta cayó haciendo un pequeño rayón en la respuesta incorrecta. No tengo sacapuntas, estoy acabada. 

Miré de nuevo el reloj, sólo han pasado cinco minutos. Creo que voy a morir. Sí, es lo más probable. ¿Cuánto tiempo te demoras entrando a la oficina del director sin que nadie te vea y hacer sonar la alarma de incendios? Nada. No te demoras nada. Y ellos ya están tardando más de lo normal.

Decidí que lo mejor era esperar y comenzar a jugar con el lápiz, no tenía más que hacer. Sin previo aviso, por los pequeños parlantes de los pasillos sonó una voz ya muy conocida para mí.

—¡Atención! —todos los alumnos dejaron sus útiles quietos y prestaron cuidado—. Les habla una persona con vida —¿es en serio?—, y les vengo a decir que hoy habrá fiesta. Sí, damas y caballeros, ¡habrá fiesta loca y todos están invitados! Se les espera en la residencia Hudson, en específico, la mansión Hudson. El motivo será el cumpleaños de mi hermosa novia.

Se escucharon los "awww" de mis compañeros de clase y me fui escondiendo en mi puesto. Cuando Brad terminó de hacer la terrible imitación de la voz de Aiden, la alarma de incendios no tardó en sonar.

—Bueno el examen lo podremos hacer en otro momento. Salgan ya —dijo el profesor y yo, sin pensarlo dos veces, salí del salón de clases más roja que un tomate.

El pasillo ya se encontraba infestado de todos los alumnos. Agarré bien mi bolso y comencé a caminar mirando para todos los lados, no hay nadie conocido. Llegué a la salida y mi corazón se detuvo al ver lo que tenía en frente, mi bolso cayó y juro que comencé a babear.  Su hermosa sonrisa al verme no tardó en aparecer y se mordió el labio haciendo que se vea más sexy de lo que ya es. Volví a la realidad cuando más chicas se le quedaban viendo como idiotas, bueno, no las culpo; Aiden con ese pañuelo y con franela le haría mojar las bragas a cualquiera. Comencé a sentir un poco de celos al ver como un grupo de chicas arrinconó a mi chico, así que volví a la realidad y fui en su dirección.

—¡Chicas! —todas voltearon a verme y les sonreí con falsedad—. Él ya tiene dueña, así que se van.

—¿Y tú quién te crees? —preguntó una de las chicas. La fulminé con la mirada pero después sonreí con todos mis dientes.

Ella Es DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora