Volví a la universidad para revisar mis calificaciones y claro, para superar todo lo que había pasado. Mientras caminaba por el patio principal, escuchaba algunos susurros y notaba algunas miradas acusadoras ¿cómo era posible que siguieran con el maldito rumor que Alice había creado? Podría haber dicho que tuve algo con Paul pero prefirió arruinarme y decir que supuestamente me había ilusionado y había inventado la relación con él. Era motivo de burlas y risas en el baño de mujeres pero ya tenía que superarlo porque si yo no lo hacía, los demás jamás lo superarían. Tenía que empezar por mí.
Hola estúpida – escuché al salir del baño y me giré para ver la jodida cara de Alice.
¿Qué demonios quieres? – le pregunté con seriedad - ¿no crees que es suficiente? – ella negó.
Planeaba arruinarte más – dijo de manera cruel – mentirosa – sonreí.
Tú me viste – respondí - ¿por qué dices que inventé todo? – pregunté y ella soltó una carcajada.
¡Sabrina sigue fantaseando con Hart! – gritó - ¡supéralo! El profesor Hart debe estar con su antigua novia, debe andar viajando y merece que lo dejes en paz – tenía que ser fuerte y Alice estaba acabando con mi paciencia.
Supéralo – dijo otra chica – él mismo dijo que era mentira.
¿Quién diablos eres tú? – pregunté y se acercó.
¿Qué te importa? – estaba a la defensiva y me estaba aburriendo de la situación. Me giré y caminé para alejarme pero seguían burlándose.
¡Anda a llorar en el hombro de tu supuesto novio! – gritó Alice y varias personas se giraron para mirar – le diste tanto asco a Hart que se terminó marchando – me giré y caminé rápidamente.
¿Tienes celos? – exclamé con rabia - ¿te dio celos verme con Hart? – pregunté y comenzó a reír.
¡ESO NO PASÓ ESTÚPIDA! – gritaba y muchas personas se acercaron para mirar.
Vete al diablo – murmuré antes de girarme y se acercó.
¡MENTIROSA! – gritó con fuerza - ¡JAMÁS ME CAÍSTE BIEN! Estaba en tu jodido círculo por Tonka pero ahora, gracias a Elisa, la verdadera y única mujer del señor Hart, descubrí que estaba perdiendo el tiempo mientras era tu amiga porque das asco Sabrina – cerré los ojos y tomé mucho aire.
¿Celosa? – pregunté - ¿Estás celosa porque estuve con Hart? – sonreí y ella negó.
Sabrina – murmuró - ¿tomaste tus medicamentos? – comenzó a reír - ¡Que alguien venga y le diga que está loca! – negué.
Estás celosa – confirmé con burla – celosa porque pasé mis noches con Hart.
Cariño, estamos en la vida real – burló y negué – despierta brujita – algunas personas reían y me sentía tan irritada – yo creo que es hereditario – siguió – dile a tu madre que no se inyecte drogas cuando tenga bebés – alcé las cejas porque mi volcán de ira estaba a punto de estallar – ramera – algunos reían y miraban el espectáculo.
Celosa – seguí – celosa por Hart – burlé – y además estás celosa porque Esteban me invita a comer cuando tú ruegas por eso – Alice alzó las cejas y su rostro cambió a rojo intenso - ¿quién es la loca aquí? – ella negó y me golpeó con fuerza. Lo único que recuerdo es que habían ruidos alrededor, personas riendo, tomando fotos y mis manos tratando de quitar a Alice de encima. Nos separaron y el rector nos miró con molestia.
Vengan – gruñó. Lo seguimos y llegamos a su oficina - ¿hasta cuándo planean seguir? – preguntó y negué.
Señor Harries, le juro que no fue mi intención. Desde lo del profesor Hart, Alice me ha molestado, ha corrido rumores y cosas así – Harries asintió.
¿Y qué hay de su esquizofrenia? – preguntó y fruncí el ceño.
¿De qué habla? – no comprendía.
Me dijeron que usted sufre de aquella enfermedad – alcé las cejas totalmente sorprendida – honestamente, no lo sabía porque no recibí documentos que lo afirmaran pero... - lo interrumpí.
¿Esquizofrenia? – hablé - ¿quién rayos dijo que tengo eso? No es cierto, estoy bien señor Harries, de verdad – él asintió.
Entonces explíqueme una cosa – siguió y me miró con sus profundos ojos azules - ¿por qué inventó lo del profesor Hart? – negué.
Yo – no sabía que decir. Me dolía tener que negar todo lo que había pasado pero ya era tarde.
¿Ve? – habló – su mentira ha traído todos estos dramas – miré a Alice y ella sonreía.
Ella inventó todo – la apunté y Alice negó con cara de cachorro. Jamás pensé que la odiaría más que a Alexa.
Pero Paul también confirmó que era mentira – asentí.
Sí – no tenía opción, no me servía decir que habíamos tenido algo porque ya era tarde.
Si llego a enterarme de que hay más rumores, peleas o gritos agresivos, me daré el trabajo de cancelar todo y expulsarlas – eso me aterraba. Asentí con miedo.
Señor Harries – murmuré - ¿podemos hablar en privado? – el asintió y Alice salió con el ego por el cielo. No sabía que pasaba por su cabeza. Harries se sentó en su silla de cuero y se cruzó de brazos para escucharme – yo no sufro de esquizofrenia – hablé – puede ver mis calificaciones y preguntarle a mis cercanos. Alice me ha arruinado de una manera horrible, he encontrado fotos, comentarios negativos de su parte y volver fue una pesadilla. Siempre busca una forma de insultarme y antes no era así – el asintió.
Pero – murmuró - ¿qué hay del consumo de heroína? – alcé las cejas.
¿Qué? – pregunté.
La mujer, Elisa, esposa del profesor Hart, dijo que tenías antecedentes por consumo de drogas y ataques de esquizofrenia – fruncí el ceño totalmente molesta. No podía creerlo. Esa mujer era una víbora.
¡Eso no es cierto! – exclamé – es la mentira más horrible que he escuchado – Harries alzó los homrbos - ¿de verdad le cree? – pregunté.
No lo sé – dijo Harries – se veía tan segura, venía casi llorando y dijo que le enviabas mensajes amenazándola respecto al profesor Hart – negué. La rabia corría por mis venas y no podía detenerlo.
Todo es mentira – hablé – todo. Puede preguntarle a mis amigos, familiares, trabajo y profesores – el asintió.
Te creo Sabrina – dijo con su voz grave – decían que esas eran las razones por las que eras tan acelerada – negué.
Siempre he sido así, si quiere, puede hacerme un test ahora mismo pero me duele que crean todo – el negó.
Tranquila, lo creo – revisó una carpeta – voy a seguir averiguando para saber qué pasa con Alice y usted – asentí. Al salir de la oficina, bajé en el ascensor y miré alrededor. Me miraban, cuchicheaban y reían. Era tan incómodo pero seguí con lo mío. Tenía que superarlo.
ESTÁS LEYENDO
Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanfictionProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...