Adelante (precaución: demasiado tierno)

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Luego de comer, me arreglé y salimos de mi departamento para ir al destino que Paul tenía planeado. No tenía pistas pero lo que me sobraba era curiosidad. Salimos un poco de la ciudad y al llegar, Paul estacionó el auto cerca de un lago bastante conocido. Nos bajamos y envolvió mi mano con la suya, miré el paisaje y era hermoso. Faltaba muy poco para el atardecer y los colores sobre el reflejo del agua eran preciosos. Perfectos para pintar.

Un bote por favor – le dijo al hombre que se encargaba de esas atracciones, el hombre asintió con una sonrisa y nos guió hasta el muelle.

Estoy nerviosa y no sé por qué – susurré y Paul soltó unas carcajadas tiernas.

Relájate pequeña Sabrina – besó mi sien y siguió al hombre. El señor me ayudó a subirme y luego de sentarme, Paul comenzó a remar con una pizca de entretención en sus ojos. Parecía un niño y eso era totalmente adorable.

No tenía idea de que sabías navegar – bromeó y Paul sonreía – debo tomar una foto – saqué mi teléfono y enfoqué a Paul mientras él posaba con una gran sonrisa – perfecto – agregué. Me dispuse a disfrutar del hermoso paisaje, cada color, aroma, sonido y claro, la compañía de Paul me hacían sentir que era un sueño.

¿Te gusta? – preguntó mientras movía sus manos para remar.

Me encanta – respondí y sonrió en respuesta. Cerré los ojos para disfrutar del silencio, solté un suspiro y miré a Paul.

Pensé que podías temerle a los botes y esas cosas – dijo mientras dejaba los remos apoyados y buscaba algo con su mirada ¿Qué sería?

Para nada – respondí mientras sentía que mis piernas temblaban levemente y ERA A CAUSA DE PAUL.

Es bueno saberlo – seguía buscando algo con su mirada y alcé una ceja.

¿Qué buscas Paul? – pregunté y asintió luego de tomar una bolsa.

Esto – murmuró mientras sacaba una botella de champaña. Alcé las cejas totalmente sorprendida y solté una risita nerviosa.

¿Champaña? – pregunté - ¿quieres emborracharme y secuestrarme en éste bote? – bromeé y rió.

Suena tentador pero no – respondió mientras le quitaba el seguro – traje esta champaña y copas – sacó dos copas de cristal de un bolsito – con un propósito – agregó.

¿Cuál? – pregunté con inocencia y negó con una sonrisa.

Sabrina Evans – murmuró con sus ojos fijos en los míos.

¿Sí? – respondí nerviosa y lo hice reír.

Tranquilízate, sólo dije tu nombre y apellido – bromeó y reí. Estaba demasiado nerviosa y se notaba. Traté de relajarme respirando profundo.

Es que no comprendo – respondí y asintió.

¿Quieres ser mi novia? – preguntó sin rodeos y abrí los ojos como platos – si dices que sí, me harás muy feliz y celebraremos todo el mes si así lo deseas. No tienes idea de lo mucho que me gustas y por más que trato de pensar en otra cosa, no logro conseguirlo. Todo empezó de una manera muy extraña y debo confesar que me gustó eso, todo diferente y especial. Te imaginé varias veces como mi novia y me encantaba la idea, cuando usabas mis camisetas luego de dejarte llevar en mi cuerpo, cuando me miras fijamente, cuando me llevaste desayuno a la oficina, tus ojos, tu sonrisa, tu forma de ser, tu bello cuerpo, tu cabello, y muchas cosas más – mi corazón volaba y sonreí – hemos pasado por bastantes cosas y puedo decir que me ha sorprendido lo fuerte que has sido. Dejé todas las dudas atrás y solté mi pasado porque mi futuro lo quiero contigo Sabrina. Mi bella, dulce y atractiva alumna – me había dejado sin palabras y simplemente reí de nervios.

Paul – susurré.

Si no te sientes preparada, lo voy a entender porque me he puesto en tu lugar. Estoy enamorado de cada detalle tuyo que si no puedo tenerte, puedo dibujarte, pintarte o escribirte porque cada vez que entraba al taller te imaginaba ahí, lista para ser plasmada en un dibujo, tan curiosa y acelerada, tan linda, única y adorable – tomó mis manos y las acarició – la respuesta la tienes tú – agregó. El atardecer estaba haciendo del momento un sueño precioso. Presioné mis labios y sonreí luego. Él era todo lo que quería.

Claro que quiero Paul – dije y lo abracé con fuerza, no me importó el movimiento del bote porque todo lo que rebotaba en mi cabeza mi profesor declarándose en pleno lago con los dorados rayos de sol en su rostro – estoy enamorada de ti y eso no pudo haber cambiado porque llegaste muy al fondo de mi corazón – susurré mirándolo a los ojos – me encantas en un nivel superior – Paul sonrió muy cerca de mi rostro.

Aprobaste querida alumna – bromeó y nos besamos tiernamente, sobre las tranquilas aguas del lago, el sol posándose, la preciosa vista y mi bello profesor. Me encantaba el efecto que Paul tenía en mí y no dudaba cuando me miraba fijamente – vamos a hacer mucho arte – susurró sobre mis labios y reímos. Sus manos presionaban mis mejillas y nuestras sonrisas hacían del momento algo totalmente inolvidable – por fin – dijo mientras besaba mi mejilla con ternura. Envolví su cuello con mis brazos y rocé mi nariz en su mejilla lentamente. Su aroma y besos eran mi perdición.

Mi bello Michaelangelo – susurré en su oído y lo hice reír – mi Shakespeare moderno – acarició mi rostro y besó mis labios rápidamente.

Me estás halagando demasiado – bromeó con sus ojos fijos en los míos.

Todo es cierto – acarició mi cabello suavemente y enredó sus dedos en él para besarme con intensidad, mi mano se paseó por su pecho y mi mente estaba volando muy lejos. Paul era el color que faltaba en mi pintura y tenerlo me hacía feliz.

Ya no tenía miedo. 

 

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Profesor y efecto. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora