Golpeé la puerta y Paul apareció sonriendo.
Recuerda, todo es parte de la obra – me guiñó un ojo y se puso serio - ¿cómo se siente? – preguntó a los segundos. Traté de no reír.
Mejor profesor Hart – respondí tratando de lucir cansada – no quiero ni pensar en subir a un ascensor – llevé una mano a mi frente y caminé hasta mi puesto. Las chicas comenzaron a bombardearme con preguntas mientras que yo sólo quería besar al señor Hart. Sí, así es.
Bien alumnos – habló el adonis que me ha dejado sin aliento innumerables veces – pongan atención a esta presentación – apuntó la pizarra para que viéramos las imágenes que reproducía el proyector – necesito que entiendan esto – comenzó a hablar y yo estaba en las nubes. Me encantaba la manera que tenía para explicar y lo interesante que era escucharlo. Se movía por la sala explicando los esquemas y movía sus manos para expresarse mejor. Se veía tan guapo como siempre y sus ojos me miraban de vez en cuando. No podía pensar en otra cosa, sólo quería ponerme de pie, caminar hasta él y empujarlo hasta su escritorio para luego besarlo intensamente frente a todos. Tenía que limitarme a tantas cosas por ser su alumna y podía ser un poco frustrante. Mientras los demás anotaban los apuntes, yo sólo miraba a mi bello profesor explicar sus temas. No podía quitarle los ojos de encima y me era imposible anotar algún dato en aquel minuto – bueno, tendrán que exponer la próxima semana individualmente sobre los temas que anotaré ahora mismo – sacudí mi cabeza levemente para concentrarme – tendrán que venir vestidos de manera formal – caminó hasta su escritorio para tomar un papel y llevé mis incontrolables ojos hasta sus piernas. Dios.
¿Cómo usted profesor Hart? – preguntó Alexa con su molesta voz – usted es muy formal – sonrió y sentí unas gigantescas ganas de golpearla con mi libro. Paul la miró y sonrió ¡NO LE SONRÍAS!
Creo que sí – respondió Paul mientras miraba su ropa de manera divertida. No me había hecho gracia, por lo que me quedé seria jugando con un lápiz entre mis dedos. Me indignaba la idea de imaginar a Paul y Alexa besándose o coqueteando ¡ME REPUGNABA! Y debía ocultarlo en clases para no levantar sospechas. Cuando la clase terminó, los demás salieron conversando sobre los temas que habían escogido para la exposición. Metí mi libreta en mi bolso aunque había anotado sólo tres frases.
Adiós profesor Hart – se despidió Alexa con una sonrisa mientras avanzaba con sus largas piernas hasta la salida.
Adiós señorita Richards – respondió Paul cordialmente. Sentí que mi sangra hervía porque Alexa usaba su rostro de niña inocente para atrapar a los demás. Siempre lo había hecho y yo lo sabía porque la conocía desde que teníamos doce años. Casi me caí de espaldas cuando entré a la universidad y descubrí que sería mi compañera. Ahora ella era la princesita de cabello largo y rubio. Me había dado cuenta que tenía un leve parecido con la mujer que había preguntado por Paul afuera de su casa ¿Y si le gustan las rubias altas? ¿QUÉ DIABLOS ME PASA?
Me puse de pie y Paul me llamó. No había nadie en la sala y me quedé en mi lugar con una ceja alzada. Él caminó hasta la puerta y la cerró con pestillo, se acercó a las ventanas y bajó las persianas. Por mi cabeza pasaban canciones lentas y románticas totalmente seductoras. Se acercó a mí y sin emitir palabras, me tomó en sus brazos sin problemas y en cuestión de segundos. Miré sus ojos a cada segundo para no perder detalle. Caminó hasta su escritorio y me sentó en él sacando todos sus papeles con fuerza. No había más que pasión y tensión en la sala. Me miró fijamente a los ojos con su característica electricidad y sonrió.
Te felicito – dijo en voz baja con un tono divertido.
¿Por qué? – pregunté – me distraje toda la clase – acomodé un mechón de pelo detrás de mi oreja y el negó con la cabeza.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanficProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...