No puedo creerlo, le hablé, le hablé ¿en qué demonios estaba pensando? – me decía a mí misma mientras me paseaba por la cocina – estás loca Sabrin... -
¡Hola! – dijo Leah y me quedé en silencio con los ojos como platos – disculpa – agregó sorprendida – no planeaba asustarte – sonreí.
No, no te preocupes, es que había olvidado que la puerta estaba abierta – dije acercándome.
Ten – me entrego una carpeta – entradas para exposiciones – la abrí y entre ellas estaba la exposición de Paul – ¿irás a alguna? – preguntó con curiosidad y solté un suspiro.
Yo creo que sí – respondí mirando las entradas – quiero ir a varias – Leah me sonrió y asentí. Trabajé toda la mañana concentradamente pero cuando me distraía para beber un sorbo de café, recordaba a Paul. No me sentía bien, estaba todo enredado y me molestaba. Era tan acelerada para todo que me irritaba ver algo que no está en orden.
Mi vida amorosa no estaba en orden y eso me desesperaba.
Pero dime una cosa – dijo Natalie - ¿sentiste algo demasiado fuerte por Paul? – preguntó con interés y alcé los hombros.
No llegué con esa intención – respondí mientras miraba a la puerta para vigilar – te juro que no llegué con esa intención. Sólo quería aclarar los puntos y listo pero no sé qué pasó – mi amiga asintió.
Aún sientes cosas fuertes por él querida – dijo con seguridad e hice un gesto de desesperación.
¡Es que no puedo! – exclamé poniéndome de pie – estoy con Steve – llevé ambas manos a mi rostro y Natalie bebió de su batido.
¿Y por qué te afectó tanto verlo? – preguntó de brazos cruzados y me detuve para mirarla y suspiré.
Quizás porque no lo veía hace tiempo – respondí y negó.
Pero sigues pensando en él – agregó y cerré los ojos con culpa – no te pongas mal querida – dijo Natalie indicando que volviera a mi puesto – es normal. Estabas totalmente enamorada de Paul y todo cambió de un segundo a otro. Su ex se metió, arruinó todo y no fue culpa tuya. Lógicamente Steve llamó tu atención porque es condenadamente guapo e inteligente pero no es Paul. Steve es muy bueno para ti pero Paul calza perfecto contigo – fruncí el ceño.
¿Estás diciendo que debería estar con él? – notó la molestia en mi voz y negó.
Sólo describo tus sentimientos – y le creía porque además de que mi mejor amiga había estudiado psicología, era bastante sabia a la hora de dar consejos de todo tipo. Me quedé sentada con la mirada perdida – deja que tu corazón hable – agregó y negué.
No quiero que lo haga – dije mirándola.
Tarde o temprano lo hará – habló con seguridad y suspiré - ¿recuerdas cuando tu padre quería que estudiaras derecho? – asentí – no le hiciste caso porque tu pasión era el arte y mírate, estás disfrutando de eso y te hace feliz – se acercó y me miró fijamente – que encajes no quiere decir que sea tu lugar – dijo sabiamente y era cierto. No sabía que esa frase se quedaría rondando en mi cabeza todo el día. Era desesperante. Trataba de desconcentrarme y aparecía otra vez rondando en mis pensamientos.
¿Qué hago Bruce? – le pregunté a mi perrito - ¿has experimentado este nivel de desesperación? – él me miró fijo y luego comenzó a moverse alocadamente para jugar. Solté un suspiro - ¿no te acompleja elegir entre tu pelota favorita o un trozo de tocino? – me miró otra vez y trató de subirse en mis piernas para jugar.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanficProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...