Profesor y efecto. (TERMINADA)

Novedad parte II

Bandeja de entrada (1)

De: sblanchard

Para: Sab Evans

Asunto: Lista

Buenas noches Sabrina

Aquí adjunto la lista para que la revises. Está confirmada y ya no hay más cambios en los nombres, así que no debes preocuparte. Espero que estés teniendo una buena noche.

Cariños

Steve Blanchard Harrison

Sonreí y respondí.

De: Sab Evans

Para: Steve Blanchard

Buenas noches señor Steve. Acabo de guardar la lista y la editaré mañana. Espero que también tenga una buena noche. Nos vemos.

Sabrina Julie Evans

Bloqueé el teléfono y seguí conversando con las chicas de nuestra semana.

Veo que te gustó el juguete nuevo Bruce – hablar con mi perro era algo más que normal en mi vida. Bruce estaba jugando con una pelotita de goma que tenía integrada luces de colores para llamar más su atención y además, olía a tocino ¿qué mejor? La tomé y volví a lanzársela mientras él corría desesperadamente para atraparla - ¡vas a chocar! – le grité entre risas - ¡BRUCE! – volví a gritar.

¡BRUCE! – gritó alguien a mis personas y me giré con duda. Era Steve, no podía creerlo.

¿Qué? – pregunté entre risas y lo hice reír. Estaba sentado en su auto mientras bajaba la velocidad.

Te ayudo a llamarlo – explicó y reímos más - ¿todo bien Sabrina? – asentí.

Más que bien – respondí y sonrió.

Bien, debo ir a una cena, nos vemos, que tengas una buena tarde – se despidió y sonreí.

¡Qué lo pase bien! – exclamé y me guiñó un ojo antes de seguir conduciendo. Me quedé mirando su auto unos segundos y luego busqué a Bruce para irnos a casa.

Hola preciosa – saludó Paul mientras entraba a mi departamento.

Hola cariño – lo saludé de vuelta y nos besamos.

¿Estás lista? – preguntó y asentí. Íbamos a ir a la exposición en el museo y teníamos que arreglarnos formalmente. Subimos a su auto y al llegar, Paul me tomó de la mano, sacándome una sonrisa. Cuando entramos, Steve me miró fijamente y luego asintió con una sonrisa.

Por acá – dijo indicando uno de los salones – déjame decirte que los cupcakes están grandiosos y la decoración fue un plus – aplaudí de manera divertida y lo hice reír – Paul, las personas llegarán en diez minutos más, aquí está tu obra – nos guió hasta una de las paredes y nos quedamos de pie frente a la bella pintura de Paul. Era la silueta de una mujer de espaldas, con figuras abstractas y todo en blanco y negro. Las sombras lucían fantásticas y el cabello de la mujer se veía maravilloso – quedarán fascinados – agregó Steve y asentí.

Gracias – respondió Paul con una sonrisa – tuve una buena inspiración – me miró y me ruboricé ¿era yo? No me había dado cuenta. Cuando Steve se alejó para ir a recibir a los invitados, me giré y miré a Paul con los ojos entrecerrados.