¡ME QUEDÉ DORMIDA! Corrí hacia el baño para tomar una ducha rápida y vestirme a la velocidad de un auto de carreras. Metí los libros en mi bolso y agarré un sándwich que había preparado la noche anterior. Agarré un taxi y mis piernas temblaban. Odiaba llegar atrasada. A bajarme, corrí hasta la entrada principal y un chico me detuvo.
¿Sabes dónde está el salón de leyes? – toqué mi cabello nerviosa y le indiqué que me siguiera.
Es el salón diez hacia la derecha – apunté una hoja que estaba pegada en el diario mural de la entrada – caminé unos pasos y le indiqué el camino – llegarás a ese salón y verás que hay un pequeño letrero que dirá ''Leyes'' – el asintió.
Muchas gracias – respondió – apropósito, soy Chris – alzó su mano y le respondí con la mía.
Sabrina – la sacudió y con una sonrisa se giró para caminar hasta su salón. Corrí las escaleras hasta llegar a mi salón. Había sido una travesía.
¡No corra tanto señorita ruedas! – exclamó mi profesora de ''historia del arte'' y reí.
Eso intento – respondí y finalmente llegué a mi salón. La puerta estaba cerrada y los nervios comenzaron a florecer en mi cuerpo. No me atrevía a golpear la puerta pero debía hacerlo. Alcé mi mano y justamente un compañero iba saliendo - ¿A dónde vas Carl? – pregunté con curiosidad.
¡Hola Sab! – saludó – voy a hablar con el entrenador de basquetball – me dejó la puerta abierta y asentí – ¡nos vemos! – me despedí y entré tratando de contener mis pequeños temblores en las manos y rodillas.
Buenos días – saludé. Él estaba anotando su correo electrónico en la pizarra y se giró para mirarme.
Buenos días señorita Sabrina – caminó hasta su escritorio y lo seguí con cautela.
Lamento haber llegado tarde – me disculpé – no entiendo lo que ocurrió, no suelo llegar tarde y me siento un poco extraña – sonrió y negó con la cabeza.
Entiendo – acomodó su computadora – ahí está lo que necesitas saber – apuntó la pizarra y leí. Estaba escrito su nombre : Paul E. Hart , completamente inglés, estaba su correo electrónico, el número de su oficina y lo que necesitaríamos.
Paul Hart – hablé sin recordar que estaba frente a mí.
Sí, ese es mi nombre – respondió y lo miré sorprendida - ¿Qué? – preguntó luego y agité mi cabeza rápidamente.
Nada – hablé – no le quitaré más tiempo profesor Hart – Sonreí y me dirigí al puesto que estaba libre en la primera fila. Anoté los datos y mis ojos se dirigieron a su figura que estaba en el escritorio leyendo cosas y tocando su labio con sus dedos en forma de concentración. Me quedé mirándolo y deseaba insultar a Natalie por hacerme sentir más nerviosa luego del juego. Miré sus manos y la forma en la que su pierna se movía levemente al ritmo de alguna canción. Alejó la vista de la pantalla y me miró. Sentí una bofetada invisible y miré hacia la pizarra tratando de disimular, que vergüenza y eso que era el primer día con él.
Bien, entonces ya saben que deben ir armando el taller y memoria de grado – habló el profesor Paul – ya saben que pueden elegir el tema para profundizar y la próxima clase les daré más formas para armarlo y dividirlo – todos asentimos – pueden retirarse y nos vemos el miércoles – se despidieron y tomaron las cosas para salir. Guardé mi agenda en el bolso y me puse de pie para salir del salón - ¡Sabrina! – exclamó el profesor y me giré.
¿Sí? – se acercó con su maletín y una sonrisa. Traté de controlarme.
¿Ya elegiste el tema? – preguntó – supongo- agregó luego y asentí.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanficProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...