Cuando llegamos a su casa, acomodé mis cosas y subimos hasta su dormitorio. A penas entré, Paul me agarró de la cintura y comenzó a besarme apasionadamente ¡qué delicia! Eso era lo que quería, una buena dosis apasionada de parte de tu profesor luego de un día de trabajo. Sus manos corrían por mi espalda y su lengua me erizaba la piel. Caminamos entre besos hasta la cama y se acomodó encima de mí con sus labios unidos a los míos - ¿por qué diablos no puedo controlarme? – dijo con sus bellos ojos fijos en mis pupilas – bella droga – susurró en mi oído y se puso de pie para revisar su placard. Me quedé con las hormonas revueltas sobre su cama. Se acercó con una camiseta blanca y un suéter azul oscuro, lo recibí con una sonrisa y lo llevé a mi nariz.
Huele delicioso – murmuré y sonrió con ternura – adoro tu perfume – se acercó otra vez a uno de los estantes de su placard y tomó una botella plateada. Llevó su mano a la mía y la levantó con cuidado, puso un poco de perfume en mi muñeca, esperó unos segundos y luego la acercó a mi nariz.
Un pequeño recordatorio – susurró dulcemente y lo abracé.
Puedes cambiarte tranquila o frente a mí, puedes tomar un baño, estirarte, descansar, lo que quieras – dijo rápidamente y entrecerré los ojos.
¡No te hagas! – exclamé y lo hice reír – ''puedes cambiarte tranquila o frente a mí'' – imité su voz y lo hice reír – lo dijiste rápido para disimular pero soy muy astuta querido profesor – me acerqué a él y me miró mientras mordía su labio ¡bendita imagen que veían mis ojos!
Bueno, lo intenté – susurró y reímos. Decidí tomar una ducha rápida con agua muy caliente mientras Paul estaba en la cocina, al parecer, era otro de sus pasatiempos además del arte y la literatura. No lavé mi cabello porque lo había hecho en la mañana, así saldría más rápido de la ducha y podría ver una de mis escenas favoritas y era ver a Paul cocinando. Puse un poco de gel de ducha en mi cuerpo, olía a Paul y eso me encantaba, me relajé al sentir el agua tocar mi piel y cuando estaba lista, deslicé la ropa por mi cuerpo y acomodé mi cabello. Salí de su baño renovada y bajé las escaleras lentamente disfrutando del delicioso aroma que venía de la cocina. Paul estaba revolviendo cosas en el wok con su rostro de concentración, miraba el reloj que tenía en su muñeca y volvía revolver. Buscó algo sobre el mesón y comenzó a poner algunos condimentos. Me acerqué hasta uno de los taburetes y al verme sonrió - ¿tienes hambre? – preguntó y me derretí ante su mirada y su suave voz.
Mucha – respondí como una niñita. Puso el fuego bajo, rodeó el mesón y se acercó a mi cuerpo.
Te noto más relajada – murmuró con ambas manos en mis hombros y asentí – creo que necesitas un masaje al estilo Paul Hart – alcé una ceja y reímos.
¿Cuál es el estilo Paul Hart? – pregunté con las cejas alzadas mientras él sonreía traviesamente.
Un masaje lento – deslizó sus manos por mis brazos muy lentamente – intenso – volvió a su subir sus manos hasta mis hombros y presionó levemente – tierno – sus dedos pulgares se paseaban por mis clavículas y cerré los ojos ante el contacto – es como esculpir – susurró en mi oído – sin perder detalle – me encantaba tenerlo cerca, Paul era irresistible y su efecto en mí era inexplicable.
Creo que necesito un masaje así – murmuré cerca de sus labios y sonrió.
Un masaje Paul Hart – respondió y asentí – bien pero primero vamos a comer porque después mucho trabajo te hará adelgazar y no quiero que olvides comer por eso – lo encontré adorable y lo abracé con fuerza.
Luego de cenar, subimos a su dormitorio y nos quedamos sobre la cama abrazados. Me sentía tan cómoda entre sus brazos, con su perfume inundando mis sentidos y sus ojos mirándome fijamente. Acaricié su mejilla cuidadosamente y cerró los ojos ante mi tacto.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanfictionProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...