Me acomodó sobre la cama y seguimos besándonos apasionadamente. Sus manos acariciaban mi cintura y sus ojos curiosos me quitaban el aliento. Me senté para poder dejar que mis manos hicieran lo suyo y quité su prenda sin dificultad, su cuerpo me dejaba hipnotizada y sin conciencia de mis actos, sus fuertes brazos, su abdomen tonificado, sus perfectos oblicuos, sus hombros varoniles y aquel rostro que aparecía en mis más locos y retorcidos pensamientos. Decidí hacer algo y me puse de pie sin decir nada. Paul se quedó con una ceja alzada sin entender y me reí de su rostro.
Espere un poco señor Hart – lo senté – enseguida vengo – sonreí y caminé hasta mi sala de estar. Encontré mi ipod y lo conecté a los parlantes pequeños que tenía escondidos en mi dormitorio. Comenzó a sonar ''Meet me in the middle'' de Jessie Ware y cerré los ojos disfrutando la canción. Paul sonreía mientras me miraba fijamente. Quería ser osada y demostrarle que podía a ser su más cercana alumna. Me acerqué lentamente mientras me quitaba la camiseta bajo su intensa mirada. Moví mis caderas al ritmo de la música y lo miré directamente a los ojos. El pasaba su lengua por sus labios desatando miles de pensamientos en mi mente. Acaricié mi cabello y me acerqué más a él, dejé que mi cuerpo se moviera al ritmo de la suave música y me sentí completamente admirada. Nadie podría imaginar que estaba en aquella situación con mi profesor de la universidad. Acaricié su rostro y rocé mis labios en los suyos, luego me alejé y seguí bailando suavemente. Cuando me giré para mirarlo, se puso de pie rápidamente y besó con muchas ganas. Lo único que quería era dejarme llevar porque las reglas y las inseguridades habían desaparecido en aquel instante. La música de Jessie War de fondo, sus labios con los míos, sus manos en mi cuerpo, sus ojos fijos en los míos y nuestras respiraciones totalmente aceleradas. Lentamente quitó mi jeans y me miró de pies a cabeza dedicándome una sonrisa luego. Me tomó en sus brazos y me giró con la canción ''Wildest Moments'' de Jessie Ware, estaba en el paraíso y quería quedarme ahí para siempre. Reímos mientras bailábamos de manera divertida, nunca había pasado por mi cabeza que Paul era un hombre que se divertía con cosas simples pero inolvidables. Nos besamos apasionadamente mientras las canciones sonaban de fondo. Sus manos se paseaban por mi piel y cada vez que bajaba sus labios por mi cuello, mi presión crecía de manera épica. Nos acercamos a mi cama y me senté en su cintura, mis manos acariciaban su pecho mientras que sus dedos se paseaban por mi cintura. Paul era hermoso. Verlo recostado con sus ojos claros fijos en mí y el hecho de que estábamos solos con nuestro atrevido secreto hacía todo mejor. Llevó ambas manos a mi parte trasera y presionó con una sonrisa traviesa que me robó el aliento en segundos. Se giró y quedó sobre mí, me encantaba escuchar música mientras lo miraba a los ojos. Rozamos nuestras narices y luego dejamos que nuestros labios volvieran a encontrarse. Aquellos adictivos besos bajaron por mi cuello hasta mi pecho, mareándome con mil sensaciones que me nublaban la mente. Su mano derecha acariciaba mi abdomen mientras que la otra entrelazaba los dedos con los míos. Sus labios estaban en mi abdomen y mi corazón corría a una velocidad inimaginable. Su mano presionó la mía y cerré los ojos totalmente poseía por las sensaciones que Paul provocaba en mí. Sus besos comenzaron a bajar y miré su bello rostro concentrarse en mi piel. Justo cuando el momento iba a continuar...
EL MALDITO TIMBRE SE MANIFESTÓ.
Nos quedamos en silencio en aquella comprometedora posición. Volvió a sonar unas cinco veces y decidí ponerme de pie. Tomé el primer vestido que encontré y me acomodé el cabello. Antes de ir a abrir la puerta, me giré para mirar a Paul con una sonrisa. Se veía perfecto sentado en mi cama con su rostro acalorado – ya vengo – susurré y caminé hasta la puerta. Miré por el picaporte y cerré los ojos con frustración.
ERA NATALIE CON STEFAN.
Abrí la puerta y mi mejor amiga me abrazó con fuerza, luego me saludó Stefan cortésmente. Los hice pasar y se sentaron en el sofá. Les dije que esperaran y caminé hasta mi dormitorio.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanficProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...