Compañía parte II

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Por la noche cenamos y reímos con su familia, accedí a dormir en la casa de sus padres y por la noche, bajé al primer piso para beber un poco de agua porque el pastel me había causado mucha sed. Mientras me servía agua en un vaso, sentí ruido y me giré. La madre de Paul estaba regando sus plantas con una taza de té en la mano. Decidí salir para acompañarla porque estaba sola y además Paul estaba durmiendo profundamente por los medicamentos.

Hola cariño – me dijo con una sonrisa – pensé que estabas durmiendo – negué con la cabeza.

Estaba terminando de ver una película – expliqué y miré sus plantitas – tiene un jardín precioso – ella asintió.

Es por el cuidado que le doy cariño, suena cliché pero las plantas son como el amor porque merecen su tiempo, dedicación y preocupación – asentí – tengo regaderas y todo pero me gusta hacerlo yo misma por la noche porque me relaja – sonrió y me miró con sus azules ojos - ¿mi hijo está durmiendo? – asentí.

Se quedó como un bebé, estaba viendo y no aguantó – reímos.

Le gustas mucho – dijo con la mirada fija y me ruboricé – y a ti te gusta mucho también – agregó con una sonrisa – ven aquí – me tomó del brazo y caminamos lentamente por su gran patio – Paul es maduro y profesional para sus cosas pero es bastante romántico ¿ sabías? – asentí.

Ha sido muy tierno conmigo – le dije y ella sonrió conmovida.

Has sido fuerte querida – tomé mucho aire y mordí mi labio – soportando a una mujer como Elisa. Al principio traté de tomarle cariño pero algo había, es como es presentimiento que tenemos las mujeres sobre otras mujeres ¿comprendes? – asentí – mi hijo hizo bastante por ella y no la dejaba por sus amenazas.

Paul me contó eso – hablé – es impresionante – su madre asintió.

Confío en ti cariño, noto que realmente aprecias a mi hijo y eso me hace sentir tan bien – sonreí agradecida.

Me siento muy cómoda con ustedes – le dije y tomó mis manos – realmente – me abrazó y me sentí muy bien.

Estoy aquí para lo que sea cariño – cerré los ojos y me sentí como en casa.

Muchas gracias – le dije – y cocina delicioso – agregué y reímos. Cuando subí, Paul estaba mirando a todos lados con los ojos entrecerrados. Me reí.

¿Está bien? – pregunté acercándome a él y asintió.

Por un momento no sabía dónde estaba – dijo acomodándose y despeinando su cabello. Tan guapo.

¿Es normal que te encuentra mega atractivo a pesar de las heridas y eso? – pregunté sentándome junto a él - ¿cómo lo haces para ser tan guapo? – pregunté y negó con la cabeza.

Lo mismo me pregunto – susurró y nos acercamos para besarnos. Golpearon la puerta y nos separamos riendo. Era Jess.

¡Hola chicos! Disculpen la hora, quería saber si Sabrina había traído pijama porque tengo algunos aquí – apuntó el otro dormitorio y sonreí.

No tengo – respondí – pero no te molestes Jess – ella negó.

Es horrible dormir con jeans ajustados – murmuró y reí. Era cierto. Me puse de pie y la seguí, entramos al dormitorio color crema muy bien decorado mientras la hermana de Paul abría el placard con una sonrisa – mira esto – me mostró un pijama que consistía en un pantalón con pequeñas tazas de café estampadas y una camiseta negra con cuello en v. Era muy bonito, lo tomé y sonreí – puedes usar este – murmuró – lo compré en Nueva york, no me pude resistir porque las pequeñas tazas son muy adorables y el pantalón es bastante abrigado – lo sentí en mis manos y sonreí.

Profesor y efecto. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora