Profesor y efecto. (TERMINADA)

Dolor

Fue una estúpida – dijo Natalie mientras giraba su tenedor para enrollar la pasta que habíamos preparado en mi cocina.

¿Sabes? Se me ha quitado el miedo – comenté mientras llevaba el vaso a mis labios – ya no me intimida lo que pueda pasar – Natalie asintió.

Y te felicito – respondió – es porque estás enamorada resorte – solté un suspiro - ¿cómo no estarlo? Si me dices que Paul es un príncipe culto y pervertido, es lo que las mujeres queremos y es tuyo – reí.

Mío – lo dije como un suspiro – suena divertido pero no es mío – ella asintió.

Has dormido con él, has viajado, comido, reído, llorado – comenzó a enumerar y sonreí – han bromeado y discutido, han hecho el amor de mil formas, de eso estoy segura – me ruboricé y comencé a reír nerviosa - ¡sabe que es verdad! – cubrí mi rostro – y sigues dudando – negué.

Pero sólo somos amigos Natalie, yo tengo la libertad tuya para salir como lo haces con Stefan y mostrarle al mundo lo enamorada que estoy, besarnos, bromear y todo – mordí mi labio y tomé mucho aire - ¿por qué todo es así? Podría haberme enamorado de cualquier hombre, alguien mucho mayor, alguien que vive lejos, alguien de mi edad, no lo sé, pero me enamoré de alguien tan prohibido. Justamente tiene que ser mi profesor y justamente lo conocí antes de verlo en la universidad – llevé mi mano a la frente y suspiré – ahí tienes Sabrina, querías una historia romántica, ahora aprende a llevarla – Natalie acarició mi brazo.

Todo pasa por algo querida – la miré y sonrió – hasta el hecho de que estemos comiendo juntas ahora. Esas pequeñas cosas que piensas que son inútiles, serán totalmente necesarias en el futuro porque se convertirán en lecciones. Ahora sabes por qué nos conocimos en la florería, habiendo varias, llegaste a esa y también te das cuenta que por algo conociste a Paul. Sentiste algo extraño cuando lo viste comprando, por eso no lo atendí yo, por eso justamente me llamaron, porque tú tenías que conocerlo. Eso es lo que el destino planeaba y mírate ¿crees que hubiera funcionado todo lo que ha pasado entre ustedes? Es por algo querida, todo pasa por algo y por eso debes disfrutar el ahora. Agradécele a Paul por enseñarte a no temer y a vivir el presente porque antes solías vivir por el futuro, ansiosa, corriendo y desesperada por saber que iba a pasar en tu vida pero ahora, te aferras al presente y disfrutas cada segundo con Paul. Por algo llegó a tu universidad, por algo lo conociste antes, por algo bromeó contigo, por algo se besaron y por algo el secreto ha durado ¿lo has pensado? – me quedé en silencio y asentí. Natalie era muy sabia y me encantaban sus consejos porque jamás me criticaba. Ella siempre buscaba la manera de encontrar el lado bueno y sacar provecho de ello. Ella sabía que éramos humanos y que nos equivocábamos. Tenía razón, todo estaba tan perfectamente planificado y me encantaba porque ya no podía frenar lo que sentía.

Eres tan inteligente amiga – le dije a Natalie y ella sonrió.

Sólo te digo la verdad querida – respondió – pase lo que pase, te apoyaré porque me encanta como te ves con Paul, además, me cae muy bien porque es de tu estilo, el maldito de tu ex novio ratme causaba vómito – reí – hay que luchar por lo que uno quiere a su lado si todo sale mal ¿qué es lo peor que puede pasar? Claro, morir, eso no tiene solución, así que , relájate – reí y la abracé. Natalie era la mejor – y si llego a ver a Alice, la acariciaré con una sierra eléctrica ¿entendido? – asentí y soltamos más carcajadas.

Me quedaba menos de un mes para terminar mi carrera. No podía creer que ya todo se estaba acabando y me sorprendía lo rápido que corría el tiempo. Nos quedaba el último proyecto por terminar y se entregaba en dos días más. Paul se había alejado un poco, ya no nos veíamos mucho y en clases nos evitábamos para no levantar sospechas. Las miradas de odio que nos dedicábamos con Alice eran intensas y quería terminar de una vez por todas para poder quedarme con Paul sin problemas.

Señorita Evans, necesito que me acompañe a la oficina – dijo una de las secretarias y fruncí el ceño. La seguí y noté al señor Harries paseándose con ansiedad. Me quedé de pie y al mirar a la derecha, noté a Paul con una mirada fría y su mandíbula tensa. Se venían más problemas.

¿Hasta cuándo va a mentir? – preguntó el señor Harries y alcé las cejas.

No entiendo – respondí y Paul puso los ojos en blanco.

Dilo Sabrina – exclamó con sequedad y lo miré sorprendida.

Estoy cansado de jueguitos y rumores – dijo el señor Harries con molestia – si no me dicen la verdad, me molestaré y causaremos un escándalo – cerré los ojos unos segundos. Iba a hablar hasta que Paul me interrumpió.

Ya le dije, no tengo nada que ver con esta señorita, yo tengo una relación desde hace años y además respeto a mis alumnos. Jamás me habían tratado de esta manera y terminaré esto así, renunciaré ahora mismo y me retiraré de la universidad – me quedé sin habla.

Señor Hart, usted no entiende – seguía Harries pero lo interrumpió.

Está decidido, tengo otras opciones y me retiro – gruñó – no daré explicaciones a los alumnos – estaba en shock. Salí de la oficina luego del drama y corrí para hablar con Paul. Cuando lo encontré en su oficina, entré rápidamente y cerré la puerta.

¡Paul! – era un susurro fuerte - ¿qué acabas de hacer? – me miró de una manera totalmente diferente y tomó mucho aire.

Estoy ocupado – dijo de manera brusca y alcé una ceja.

¿De verdad te vas? – pregunté y cerró los ojos unos segundos.

Déjame tranquilo – murmuró – por favor, retírate y ve a terminar tu informe. Las notas llegarán a tu cuenta y esto queda aquí – me quedé en shock y traté de no gritar.

¿Queda aquí? – dije con desesperación – ¡Qué demonios! – exclamé y comenzó a irritarse.

Por favor, retírate y no me busques Sabrina. No me llames, no me escribas, nada – exclamó con rabia – voy a viajar, tengo otras propuestas en universidad de esta ciudad y quiero hacer otras cosas. Ya pasó lo que tenía que pasar y me cansé. Por favor, vete – su mirada fría y aquella voz me había dejado asustada.

Entonces aquí termina el secreto – susurré – todo – despeinó su cabello y noté la tensión.

Tienes que ser feliz y estar con alguien como tú – murmuró – ya no se puede seguir con esto – iba a llorar, de eso estaba segura pero quería contenerme. Era tan difícil.

Hay que luchar – susurré a punto de llorar – Paul – me miró con tristeza y negó.

No quiero entrometerme en tu futuro en esta universidad – mis ojos comenzaron a humedecerse y tomé mucho aire para resistir – Sabrina – lo miré molesta y me alejé.

No me toques – gruñí - ¿vas a volver con Elisa?– pregunté y no respondió – no puedo creerlo – aplaudí – mejor me voy – tomé mibolso y salí corriendo. Me adentré en el baño y comencé a llorar. No podíacreerlo, Paul no era el mismo y todo se estaba derrumbando.