En medio de la película, la mano de Paul jugueteaba con la mía y sonreí ante aquel tierno gesto. La película había estado excelente, comentamos cada parte mientras Paul conducía hasta mi departamento, con buena música de fondo y risas divertidas. Detuvo el auto y nos quedamos en silencio.
Aún sigo sorprendida por el final – murmuré y Paul soltó una risa. Me gustaba aquel momento, la oscuridad del auto, sus ojos mirándome, esa tensión que se forma cuando quieres besar a esa persona pero no encuentras el momento indicado porque tus nervios ocupan el papel estrella.
Lo pasé increíble – susurró cerca de mi rostro, su mano jugaba con un mechón de mi cabello y aquellos labios clamaban ser besados – como siempre – agregó y sonreí.
También yo – respondí – además me encanta que sepas tanto de cine – Paul sonrió.
Estudié mucho en la mañana para sorprenderte – bromeó y reí.
No mientras- susurré.
Sabrina – imitó mi susurro y asentí – me gustas mucho – lo miré sorprendida y mordí mi labio inferior por los nervios – ¿sabes cómo me doy cuenta? – preguntó – porque me gusta mirarte – su dedo índice se paseó por mi mejilla – como cuando miras tu película favorita o el atardecer porque tiene colores hermosos – tragué lentamente – eso siento, es algo parecido a la fascinación o algo parecido – sonrió y sin pensarlo, me acerqué y lo besé. Ya no podía aguantar más, mis labios imploraban besar los suyos y cuando lo hice, sentí algo grandioso y relajante. Mordí su labio inferior, acaricié su rostro y me drogué con cada bello detalle que él poseía. Se alejó lentamente y sonrió – vamos, voy a dejarte en la puerta de tu departamento como un caballero – dijo de manera divertida y reí. Sin planearlo, tomó mi mano y entrelazó sus dedos con los míos, una energía increíble corrió por mi cuerpo y suspiré con satisfacción. Saludé a John, subimos al ascensor y seguimos besándonos como una pareja que no puede contener su pasión. La puerta se abrió, avanzamos entre abrazos y risitas, llegamos a mi puerta y Paul tomó mi rostro con ambas manos, me besó intensamente con ambos ojos cerrados, con sus pulgares acariciando suavemente mis mejillas, mi corazón latiendo desbocadamente y nuestra respiración completamente acelerada. Llevó su mano a mi pelo y acarició mi cuello suavemente, el momento era intenso y parecía uno de esos besos de película romántica a punto de finalizar. Me había dejado llevar por aquellos adictivos labios y mi mente seguía diciendo ''te encanta Paul''
Hazme tuya – susurré mientras su frente se apoyaba sobre la mía – quiero ser tuya – Paul pasó sus manos por mi pelo y sonrió muy cerca de mis labios.
Ya lo eres preciosa – susurró mientras su aliento chocaba con el mío – ahora es tú decisión dejarme ser tuyo – nos miramos y me perdí en sus preciosos ojos.
Bésame – murmuré y sonrió coquetamente para luego volver a posar sus labios sobre los míos para devorarnos sin miedo ni arrepentimientos. Mientras nuestras lenguas danzaban apasionadamente, sonó una puerta y nos detuvimos rápidamente. Alex estaba de pie con una bolsa en su mano.
Disculpen – habló y sonrió – iba a botar mi basura – movió la bolsa y asentí - ¡Bruce! – exclamó luego – llegó tu mami – Paul lentamente fue soltándome aunque se quedó muy cerca de mi cuerpo. Bruce corrió hasta mis piernas y comenzó a saltar animadamente.
Veo que me extrañó – bromeé y reímos - ¿cómo se portó? – pregunté y mi vecino entrecerró un ojo.
Excelente – respondió – es un buen compañero para partidos y costillitas – nos reímos ante su comentario – no les quito más tiempo chicos, buenas noches , nos vemos pequeño vecino – se dirigió a Bruce y sonreí – buenas noches – agregó.
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Profesor y efecto. (TERMINADA)
FanfictionProfesor puede ser sinónimo de prohibido pero una vez que las miradas se cruzan, las mentes vuelan y los pensamientos se nublan, no hay vuelta atrás. Prohibido se transforma en deseado. El profesor de arte y literatura, Paul Hart, lanza su flecha d...