Adelí Mathews
«Ella morirá...
No importa lo que hagas...no importa a quien detengas de hacerlo...Ella morirá...
Y sólo hay una forma de evitarlo».
Las palabras que Sarina me había dicho aquel día resonaban en mi cabeza una y otra vez.
-No es tu culpa-susurro para mis adentros-. No es tu culpa...No es tu...-la silla que yacía frente a mí fue arrojada de pronto por mí, llevo ambas manos hasta mi cabeza y sacudo mi cabello con frustración-. Sí, es tu culpa...-mis manos bajan hasta mi boca cubriéndola para no gritar.
Me giro sobre mis talones y me observo en el espejo.
La chica frente a mis ojos es bastante parecida a mí, a excepción de que esta parece haber salido recién de un hospital psiquiátrico. Lleva sus risos de color cereza totalmente despeinados, ni siquiera se ha molestado en maquillarse un poco, lo único que le hace ver un poco decente es el vestido entallado negro que le llega hasta la rodilla.
¿Quién diría que alguna vez irías a un funeral?...
No es eso lo que me tiene preocupada en lo absoluto. De hecho ni siquiera tengo ganas de asistir, pero me veo obligada a hacerlo.
Lo que temo es lo que pase después. Bajo la vista y observo mi pequeño sombrero con red, me inclino para tomarlo y verlo con más detalle.
Esto es estúpido.
Esto es mi culpa.
No lo es...
Sí, sí lo es.
Tú no predijiste lo que pasaría...
Pero yo tomé la decisión de cambiar las cosas, yo decidí esto. La culpa es toda mía.
Me hago una pequeña cebolla con mi cabello y me pongo el sombrero, soplo un poco para alejar la pequeña red de mi rostro, esto no parece funcionar por lo que decido no darle importancia. Aplico un poco de labial rojo sobre mis labios para no verme tan demacrada y aprovecho en delinear mis ojos también.
Alguien toca la puerta.
-Pase-digo, mirándome en el espejo de nuevo para acomodarme el sombrerito. Veo el reflejo de Alex entrar por la puerta.
-¿Estás lista?-dice, mirándome de pies a cabeza.
-Sólo un segundo...Listo-giro sobre mi eje colocando una mano sobre mi cintura. Camino hasta la puerta moviendo las caderas, algo que jamás dejaré de hacer si Alex esta cerca, es algo que simplemente me causa gracia.
Ambos salimos de la mansión y caminamos hasta mi camioneta.
Algo que saqué de provecho en el momento en que la ciudad se enteró de la lamentable muerte de Robert Mathews, el alcalde de la ciudad, fue que yo, como su única hija y heredera me quedé con absolutamente todo lo que le pertenecía. Claro que ahora vivo con mi madre y lo comparto todo con ella. Debo admitir que tengo el presentimiento de que sin mi padre, nuestra vida ahora será más feliz.
Las siguientes votaciones para la alcaldía serán apenas el siguiente mes, y debo admitir que ninguno de los candidatos se ve lo suficientemente apto para lidiar con un lugar como Mellow Ville. Pero eso es algo de lo que me encargaré luego.Enciendo la camioneta y comienzo a conducir hacia el cementerio.
-¿Y Sandra y el padre de Monique?―le pregunto a Alex.
-Ellos se quedarán unas semanas en la casa de los tíos de Jennifer junto con Richard.
-¿Zack y los demás?-inquiero.
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The Creatures
VampirSarah Cooper creyó que su vida como estudiante en la Universidad de Mellow Ville estaría repleta de café, noches sin sueño y proyectos mortales, sin embargo, las cosas resultan diferentes al conocer a un chico de ojos azules del cual siente una mist...