―Muy bien alumnos, abran su libro de texto en la página 15 y comiencen a leer la pequeña paráfrasis de la obra literaria "Don Quijote De La Mancha"―había dicho con una irritante voz la fastidiosa anciana...perdón...la "Señorita" -Nótese mi sarcasmo- Clementine Woods...mi maestra de literatura.
No hago caso y me limito a quedarme observando como la anciana bebe de su vaso de agua, lamentablemente su dentadura cae dentro de este y ahora la anciana trataba de sacarla de allí.
Me arrepiento de no haberle obedecido...preferiría haber estado leyendo una enciclopedia a haber visto esa asquerosidad que quedará en mi mente para siempre.Eso te pasa por hacerte la rebelde...
Para empezar, tomar la clase con la profesora Clementine es lo que menos desea un estudiante de Mellow University, pues tener una asignatuta como ella como maestra casi garantiza que tendrás que repetirla. Pocos sobreviven a sus clases estrictas y sobrecarga de tareas, se dice que su materia es para autenticos guerreros... O mejor dicho, masoquistas. Pero para mi mala suerte, esta materia solo es impartida por ella, así que no tuve otra opción.
Abro mi mochila y saco a R, tal vez leer otra cosa me calme un poco estas repentinas náuseas. Estoy a punto de abrirlo cuando alguien coloca su mano sobre la mía.
―Auch―digo con un hilo de voz.
Siento una punzada de dolor proveniente de alguna parte de mi brazo, trago con fuerza tratando de disimularlo mientras me vuelvo hacia el chico ante mí.
―Lo lamento―susurra Alex―. Pero no podía dejar que lo hicieras.
Hago una mueca debido al dolor es inmenso, que extrañamente no hace otra cosa más que aumentar.
― ¿Hacer qué?―lo miro con el ceño fruncido, mientras sobo mi muñeca, al parecer, él no se ha dado cuenta de lo mucho que me duele.
―Abrir el libro, no debes abrirlo en público, mucho menos en la escuela―comienza a mirar hacia todos lados―. Debes proteger ese libro, Sarah―su voz se oye tan baja que tengo que inclinarme para escuchar lo que sale de su boca.
―Es sólo un libro, Alex―murmuro entre dientes, comenzaba a enfadarme y no sabía la razón.
La ira subía por mis venas hasta llegar a mi mirada reflejada en los ojos azules del chico frente a mí. Me dolía demasiado, mi muñeca dolía demasiado.
―Sí...―dice sin convencerse a sí mismo, mirándome precavido―. Y por eso será mejor que lo guardes―Toma el libro entre sus manos. Esto sólo hace que me ponga a la defensiva y quiera arrebatarselo.
―No vuelvas a tocarlo―digo entre dientes...no soportaba el dolor en mi muñeca.
―Supongo que como están dedicando su tiempo a dialogar habrán terminado de apreciar la lectura.
La voz de la maestra Clementine resuena en mis oídos interrumpiendo la poco agradable conversación entre Alex y yo. Aun así eso no elimina mis deseos de golpear algo en este momento, pues el dolor en mi muñeca derecha está matándome.
―Maestra debería dejar a Sarah ir a enfermería―Adelí interviene, sin dejar que la anciana antisocial termine sus palabras.
¿Y a esta quien le habló?...
― ¿Qué?―la miro desconcertada.
―Estas hirviendo y tu muñeca podría estar rota―dice sin dejar de mirar hacia el pizarrón.
― ¿Cómo lo sabes?―digo a regañadientes.
―Yo podría acompañarla a enfermería― Adelí levanta su mano segura de sí misma. Esto sólo me hace enfurecer aún más.
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The Creatures
VampirSarah Cooper creyó que su vida como estudiante en la Universidad de Mellow Ville estaría repleta de café, noches sin sueño y proyectos mortales, sin embargo, las cosas resultan diferentes al conocer a un chico de ojos azules del cual siente una mist...