The Creatures

Capítulo 16: Los superpoderes de los hermanos Pearson

―Asombroso―susurra Monique a mi lado―. ¿Y cuál es el tuyo?―apunta a Alex con su bate.

―Puedo controlar el viento―le responde esbozando una sonrisa de suficiencia.

―Viento―suelta un bufido―. ¿Y qué podrías hacer con eso?―dice en un tono burlista.

―Digamos que...―se detiene un poco a pensarlo―. Soy como el enorme lobo feroz y tu un cochinito...Sólo que yo podría derribar tu casa entera con sólo mover mi dedo―enseña su dedo índice―. No es la gran cosa― se encoge de hombros.

Permanezco atónita ante sus palabras, sin embargo la diversión en su rostro me es contagiosa, ocasionando que tenga que reprimir una sonrisa.

¿Cómo es que en este momento puedes siquiera sonreír?...

Esa era la cuestión. Que Monique estuviera tan emocionada era punto y aparte, a ella le encantaban esta clase de cosas. De hecho, hubo una vez en la que me comento que dedicaría su vida a investigar lo sobrenatural, arriesgaría sus estudios, su juventud, lo que sea para seguir su pasión. Y ahora lo había hecho.
Por otro lado, el que yo estuviera tan tranquila era algo de lo que había que preocuparse, este tipo de cosas jamás me habían agradado, y no sabía por qué seguía aún de pie presenciando todo este lío, técnicamente, si lo que los Pearson habían dicho era cierto, yo formaba parte de todo esto.

Pero...

¿Por qué no tenía miedo ahora?

―Claro que no―traga con dificultad―. ¡Sólo faltas tú!―apunta a Rihanna que está recostada en el sofá de brazos cruzados―. ¿Cuál es tu poder?

―No creo que sea una buena idea...―murmura la rubia con incomodidad.

―Por favor―le suplica juntando sus manos de manera orante y dando pequeños saltitos a su alrededor mientras que Rihanna no deja de negarse.

―No es la gran cosa―Adelí roda los ojos con amargura―. Tiempo...―suelta un bufido que no sólo muestra molestia sino que también en él hay un ligero rastro de celos. Lo sé porque la conozco.

La palabra "Tiempo" comienza a rondar por mi mente y lo único que escucho ahora es el Tic...Toc del reloj que se encuentra en la pared.

Tic...Toc
Tic...Toc
Tic...Toc

― ¿A qué te refieres?―Monique la mira desconcertada. Adelí esboza una sonrisa traviesa.

Tic...Toc
Tic...Toc
Tic...Toc

―Adelí no lo hagas―Rihanna se pone de pie con suma lentitud clavando la mirada en la pelirroja.

Tic...Toc
Tic...Toc
Tic...Toc

Adelí asiente lentamente.

―Espero que a Monique le agrade el agua hirviendo―dice mientras toma el enorme cubo de agua donde se encuentra el trapeador y lo cubre con sus manos.

Camina con rapidez hasta donde se encuentra Monique. Me pongo alerta con cada paso que da, pero no me da tiempo de hacer nada cuanto esta arroja el cubo de agua humeante encima de mi prima

― ¡Adelí No!― la chica de rizos rubios grita de una manera desgarradora

Tic...Toc
Tic...

Y el reloj se detiene.

Miro a Monique que se encuentra con los ojos cerrados esperando a que el agua caiga sobre ella. Pero esta nunca llega, el agua sólo se queda encima, flotando como partículas en el aire. Monique abre los ojos y mira hacia arriba. El agua que estaba a punto de caer sobre ella ahora se encuentra inmóvil, congelada. Monique toca una de las pequeñas gotas de agua con su dedo índice y comienza a moverla de lado a lado, la exprime con sus dedos y esta se divide en dos.