Capítulo 14: Vampiros

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―Sarah...tenemos que hablar―Alex estaba de pie frente al sillón confidente, parecía tranquilo y sereno, seguro de sí mismo como siempre, pero había algo en su voz que me avisaba que las cosas no estaban realmente bien.

―¿Qué hacen ustedes aquí?―digo asustada―. ¡Largo, fuera de mi casa!―les ordeno señalando la puerta, pero ninguno de estos se digna a moverse, ni siquiera un músculo.

―¿Sarah qué te pasa?... Son Alex, Rihanna y Zack―Monique frunce el ceño y me mira desconcertada.

―Y Adelí― la interrumpe la pelirroja de cabello rizado mientras entra a la casa cerrando la puerta detrás de ella.

―Sarah tenemos que hablar―dice Alex en un tono suave, provocando que ahora toda la atención sea para el chico de los ojos color zafiro.

Sacudo la cabeza, tratando de ordenar mis ideas.

― ¡No yo no quiero hablar con ustedes!―digo como toda una loca apuntándolo con el bate.

―Sarah...tranquilízate ¿De acuerdo?―camina lentamente hacia mí pero yo retrocedo aún con Martha apuntando en su dirección.

― ¡Ustedes!―grito―. ¡Levantaste un árbol con tus manos!―miro a Rihanna completamente atónita.

―Sarah debes calmarte...―murmura la rubia, pero sus palabras me salen por un oído ya que no puedo evitar otra cosa que ponerme más nerviosa con cada segundo que pasa.

―No...Tú...Tú corrías y...los golpeabas... ¡Dios, te clavaron una rama en el brazo!―abro mucho los ojos al ver la imagen del brazo de Adelí atravesado por una rama de árbol venir a mi cabeza como un flash.

―Me han pasado cosas peores―esta se encoge de hombros.

― ¿Qué cosas dices?―interviene Monique totalmente confundida.

―Sarah...tenemos que hablar―repite Alex.

― ¡Aléjate de mí!―grito retrocediendo.

―Sarah déjanos explicarte―Rihanna trata de tranquilizarme. Pero mis intentos por alejarme de ellos no cesan.

Mi corazón late a mil por hora mientras tomo la fuerza suficiente para que mis piernas logren moverse retrocediendo, sin embargo, mi mente ahora es una lucha constante entre alejarme de ellos y acercarme. Ese imán sigue ahí, y es aún más fuerte en cuanto el chico de ojos color zafiro da un paso en mi dirección acercándose más. Ahora mi mente lucha contra mi cuerpo intentando reprimir el impulso de detenerme, de dejar que se acerque.

No quiero alejarme

No quiero retroceder

―Sarah...Por favor...dame una oportunidad para explicarte todo, y entonces si tú lo quieres...Nos iremos―las palabras de Alex vagan por mi cabeza.

Aunque esa parte de mí quería quedarse y escuchar lo que tenía que decir, otra, muy grande, quería correr, salir de la casa y alejarme de todos ellos para no volver a verlos nunca más. Pero sabía que si no lo dejaba hablar, sería yo quien terminaría tratando de averiguar todo. No podía dar otro paso hacia atrás. Cierro mis puños con fuerza y aprieto los dientes armándome de valor para mirarlo a los ojos.

―Pues todo lo que tengan que decirme...Se lo dirán a Monique también―Tiro del brazo de ella para que quede a mi lado.

―Bueno―suspira Alex―No fue tan difícil...―esboza una sonrisa triunfante―. Zack...ventanas―su expresión de pronto se torna seria―. Rihanna, puertas...Adelí verifica que no haya nadie más en la casa o sus alrededores.

Entonces Zack sube como un rayo al piso de arriba, solo veo a Rihanna corriendo veloz de puerta en puerta y a Adelí posarse en una ventana para observar. Cuando Monique ve a Zack correr a tal velocidad esta pega un brinco del susto y pone ambas manos en su boca.

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