4. Intriga

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El desayuno pasó en calma, parecía ser que mi hermana había cogido un pequeño resfriado y no se encontraba dispuesta para bajar a pasar el tiempo con nosotros.

Era las 3, y decidí ir a verla, seguro que se aburría estando sola, al menos tendría algo que hacer.

Me dirigí a su habitación era la continua a la mía, muchas noches de fuerte tormenta o cuando nos encontrábamos mal, nos dirigíamos a la habitación de la otra para no pasar miedo o estar más calmada.

Entré sin llamar, era mi hermana no creo que le molestara.

-Ey...hola enfermiza -dije sentándome en su cama.

Se le veía muy pálida, no me gustaba verla así, me deprimía demasiado.

Tosió.

-Ho-hola..., no deberías estar aquí...puedo contagiarte, y en este momento si pasara esto madre nos mataría-dijo a duras penas y volvió a toser.

Se refería a mi compromiso. Sonreí.

-Me da igual si me contagias o madre me riñe por estar aquí, eres mi hermana y si te encuentras indispuesta y sola, yo te aré compañía, además, solo venía a visitarte, tengo clases de piano dentro de unos minutos.

Otra cosa que madre era muy estricta era con clases de instrumento. Madre dice que para ser una buena señorita tienes que tener algún don con un instrumento, si no, eres una doncella de poca clase.

-Bueno pues la verdad es que me encuentro más bien que esta mañana, ¿que haces que no te estas preparando, vistiéndote...peinándote...?-dijo incorporándose de la cama.

-¿Que?, ¿Para qué iba ha hacer eso?-pregunté moviéndome para verla mejor.

Fruncí el ceño, algo no me habían contado y eso no me agradaba, odio las sorpresas y odio la intriga.

Sí las odio, cuando tenía 9 años mi hermano me dijo que tenía una sorpresa y resultó ser una pequeña serpiente de agua, a los 12 el hijo de un conde, dijo que tenía una sorpresa para mí y que me la daría después de comer unos pastelillos la sorpresa era que habían echado gusanos en los dulces, estuve vomitando durante horas. Por eso y más no me gustaba las sorpresas.

La cara de mi hermana era de asombro.

-Eh...bueno, nada...no era..nada-rió sin ganas- nada...

-No te creo Grace, dime que pasa, ahora-dije con voz imperativa.

-No, nada, es solo que el cansancio me afecta, será que me habré confundido.

-Sigo sin creerte, y lo sabes.

En ese momento se escuchó como alguien llamaba a la puerta. ¡Que inoportuno!

-Pase- gritó como pudo mi hermana.

-Señoritas...-era una doncella- siento interrumpirles pero, señorita Elizabeth, su profesor la espera en la sala de música.

-Si, ya voy-la doncella asintió y con una pequeña reverencia salió de la sala sin hacer ruido- esto no va ha quedar así-le dije a mi hermana mientras desaparecía por la puerta.

¿Que era aquello que me ocultaban?

La clase de piano pasaba lenta, tocaba muy bien pero ese día estaba distraída, yo... casada... con alguien... y una casa para mí, mí casa, mi marido...

No sabía como era mi prometido, salvo algunos detalles que padre me dio el día anterior era un completo desconocido, no lo quería ver, no quería estar con él.

-Señorita Elizabeth- me riño mi profesor- te estoy hablando y haces caso omiso a lo que digo, si sigue así me veré la obligación de imponerle un castigo.

-Lo siento-agaché mi cabeza.

-Como iba diciendo, la pieza que interpretarás ahora será una de las mejores obras del compositor ''Pierre de la Rue'', la historia representa la belleza de una mujer y la fuerza de un hombre que sin verse más de dos veces su amor es tan fuerte, que le harán hacer locuras.

Si fuera real, la historia sería hermosa.

A lo mejor me pasaba a mi...¡No! ¡Imposible!

Pasaron unos minutos desde que el profesor dejó de hablar para practicar la melodía cuando la gran puerta de madera adornadas por arcos y figuras se abrió.

De ella entró mi madre, junto con tres de sus mejores doncellas.

Me extrañó mucho, madre solo venía a la sala de música cuando deseaba que tocara para ella, pero siempre me lo decía horas antes.

-Lady-dijo mi profesor haciéndole una reverencia a mi madre y besando su mano.

-Lussac- dijo con una inclinación leve de cabeza.

-¡Madre!- exclamé- ¿que haces aquí?, no te esperaba.

-Veras mi niñita...tenemos...cosas que hacer- y me sonrió.

Que será lo que le tiene que decir :O que es tanto secreto? mmmm...nose nose en el próximo lo sabremos :)  Veo que vamos subiendo de lectores, aun somos poquitos pero les doy las gracias. Este es más largo eehh no os podeis quejar :) Un BESAZO EMORME                      XOXO

Una vida contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora