Enojos, Rey, Reina.

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(Elizabeth)

De camino a palacio me contó muchas cosas sobre él. La primera vez que cogió una espada tenía 2 años, su padre le compró una por su cumpleaños, a los 4 comenzó a dar clases de esgrima. A los 10 ingresó en una academia donde estuvo 6 años, durante ese periodo combatía en pequeñas guerras sin importancia, hasta que comenzó a ir a batallas importantes. Su difunto abuelo y padre le habían estado insistiendo mucho en el tema de ser guerrero. Cuando tenía 17 años, Nick fue a una batalla con importancia, allí asistió el rey puesto que tenía que apoyar a sus hombres. Una noche en el campo de batalla en el lugar donde estaban todas las tiendas, un enemigo se filtró en nuestro territorio, más concretamente en la tienda del rey. Nick estaba de paso haciendo la guarda cuando escuchó ruidos y entró a ver qué estaba pasando, y de esa forma salvó al rey de una posiblemente muerte. Desde ese día el rey y Nick eran muy buenos compañeros, amigos y guerreros. Me contó historias sobre las batallas, en sus ojos había brillo y en su voz alegría.

Me desperté sobre algo duro.

Abrí mis ojos y visualicé dónde me encontraba. Vi a Nick leyendo un libro. Me había quedado dormida apoyada en su hombro. Miré su silueta, su pelo negro y rizado estaba un poco alborotado, sus ojos oscuros y brillantes miraban el papel detenidamente, su rostro era del tamaño adecuado y de la forma correcta, a pesar de que seguramente estaba cansado, se veía muy apuesto. Me incorporé un poco y entonces se dio cuenta de que me había despertado. El interior del carruaje estaba muy iluminado por lo que pude tantear que sería las 12 del día o incluso la hora del té.

-Hola...- susurró sonriéndome.

Le devolví la sonrisa.

-¿Has dormido bien?

-Todo lo bien que se pueda dormir estando sentada y apoyada sobre un hombro.

Me miró dulcemente. Cualquier mujer que estuviese con aquel hombre, sin duda sería feliz. Yo era feliz, al menos por ahora. Me costaba mucho acostumbrarme a aquellas miradas, sonrisas, palabras, aquellos besos... Me había resistido a amarlo, pero cuando pronto se celebraría nuestra boda, ese sentimiento era difícil de tenerlo presente.

-¿En qué piensas?- dijo y me dio un tierno beso en la frente.

-Nada importante, los acontecimientos de los últimos días me deja que pensar.

-¿Qué te parece si antes de ir a palacio caminamos un rato por la villa? Nos vendrá bien caminar un poco.

Una villa nueva que visitar, junto con tiendas desconocidas con vestidos deseando que alguien los compre.

-Me parece una muy buena idea- dije sonriendo más de que mi madre me hubiese permitido sonreír delante de alguien.

-He oído que esa villa es famosa por sus decorados en tiempos de navidad

-¿Cómo se llama la villa? Tendrá un nombre ¿no?- pregunté.

Nick negó con la cabeza.

-No tiene un nombre fijo, algunos dicen que la villa sin rastro, otros la llaman la villa de palacio... hay rumores sobre sus nombres.

-¿Y falta mucho para llegar?- sabía que parecía una niña pequeña pero estaba cansada de viajar, sabía que sólo había pasado dos días desde mi partida pero mi cabeza me dolía mucho y necesitaba respirar aire fresco.

-Es unas horas tendremos que llegar.

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Unas horas después nos encontrábamos recorriendo las calles de la villa.

-Tenías razón, los decorados son preciosos...- dije mirando hacia todos los lados.

Una vida contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora