Me peinaban con una delicadeza extrema, mi madre no paraba de dar vuelta por la sala diciendo:
-Todo saldrá bien, todo saldrá bien.
Entre los nervios que tenía y esa mujer dando vueltas, mis nervios aumentaban por segundo.
-¡Madre!, ¡para!, me estás mareando- dije cuando mi paciencia se agotó.
-Lo siento hija pero es que yo también estoy nerviosa...
Y recordé algo.
-Madre- la llamé, ella hizo un gesto con la cabeza para que prosiguiera- ¿como sabré quien es? Hace mucho que no lo veo.
-Oh eso...- me sonrió- sabrás quién es en cuanto lo veas.
-Hecho- casi gritó la doncella que me estaba peinando, cuando se dio cuenta, agachó la cabeza- lo-lo siento yo no-no quería gritar.
-Bah no pasa nada- dijo madre empujado un poco a la doncella para poderme ver- oh, Dios mio estas-estas...preciosa.
-No exageres madre- dije, pero cuando me vi al espejo.... tenía razón estaba preciosa.
La doncella había hecho un trabajo magnífico, me había rizado el pelo, había recogido el pelo en la nuca con una especie de trenza, luego por la frente sobresalía algunos pelos rebeldes dándole un toque seductor pero no despeinado, en el recogido había colocado pequeñas flores de jazmín que se pegaban a mi pelo. El peinado no estaba completamente peinado, daba un toque revelde. Me encantaba.
-Valla...-sólo logré articular.
Miré a mi madre y me miraba con los ojos cristalinos.
-Señorita si desea vestirse ya...-dijo una nueva doncella acompañada por las demás.
-Sí, sí vamos hija, ya nos queda lo último.
Vi que el vestido era de color blanco y dorado. Al ponérmelo noté lo hermoso que era, el corpiño blanco con tonalidades doradas se ajustaba perfectamente en mi cintura, tenía dibujado una especie de relieve. La falda caía voluminosa-mente por mis piernas, también era blanca y ésta tenía trozos de tela que llegaban hacia abajo en dorado. Me sentí como una reina.
Me senté enfrente del espejo mientras mi madre me ponía las joyas. Me colocó un hermoso collar de diamantes.
-Valla...es...precioso- dije tocando el collar.
-Es una herencia- dijo mi madre sonriendo
-¿Herencia?
-Este collar me lo regaló mi madre, que a su vez se lo dio su madre, las madres se lo han ido pasando a las primeras hijas que se casan, y tu eres la primera.
-No-no lo sabía.
-No se lo había dicho a nadie, era un pequeño secreto que teníamos tu padre y yo.
Reí.
-Es precioso madre, gracias- me levanté y le abracé con todo el cariño que tenía.
-Estás preciosa- me susurró al oído.
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(Nick)
Estaba en el despacho de mi casa, ideando las conquistas siguientes, ya tenía tomada todas las tierras del norte, ahora quería concentrarme en las del sur.
Con todo el tema de mi compromiso, había estado unas semanas distantes a ese tema.
Con migo se encontraba mis mejores amigos Dylan y Paul y mi padre, él era un antiguo y prestigiado guerrero que batalló en las más temibles guerras.
Dylan y Paul era mis compañeros en batalla y mis mejores amigos.
-Le tomaremos una emboscada a los pueblos pesqueros, desde ahí nos iremos extendiendo hacia el interior, lo último que conquistaremos será la capital, ahí suele haber mucha más guardia.
-Haremos eso- dijo Dylan- pero no hay que bajar la guardia con las islas del sur, esos bárbaros no sabes cuando van a aparecer.
-Tienes razón- dijo Paul.
Después de varios días hoy terminamos nuestro plan. Ahora sólo quedaba ponernos en marcha.
-¿Cuando partiremos?- pregunté ansioso.
-Nick... es mejor esperar un poco- intervino mi padre.
-¿Por que?
-Porque tu compromiso está cerca, además, tendrás que conocer a tu prometida, si partes ahora puede que tardes meses o incluso años en volver, entonces Charle romperá el compromiso y casará a su hermosa hija con otro.
¡No!, eso sería imposible.
Conocí a Lady Elizabeth cuando tenía 11 años, estaba en una fiesta llevaba un bonito vestido coral, había muchas damas alrededor mía, aún pesar que era demasiado joven, pero ella no, Elizabeth estaba junto con sus hermanos como si yo no existiera.
Esa noche mientras caminaba por la sala, choqué con alguien, resultó ser Lady Elizabeth, cuando vi esos ojos verdes que hacían contraste con su largo y rizado pelo rojo me quedé hipnotizado, no sabía cuanto tiempo me la quedé mirando puesto que ella había bajado la cabeza avergonzada.
Desde ese entonces habíamos coincidido en muchas veladas, en todas la observaba. Era preciosa. Era diferente a todas las mujeres que me rodeaban, era sencilla, bonita y única. Y ahora era mi futura mujer.
-¡Nick!- gritó mi padre.
-Eh...- parece ser que me había quedado pensando demasiado tiempo.
-¿Estás bien?, pareces que no estés aquí- dijo Paul entre risas.
-Si...estará pensando en la noche e bodas- dijo Dylan y estos dos rieron a carcajadas.
Yo puse la cara más fría que tenía y al verme con ella, pararon de reír de golpe.
-Callaros ya- ordené- no pensaba en nada- mentí.
-¡Bueno chicos parad!, hoy tenemos una velada muy importante así que vayan a prepararse- dijo mi padre.
Buenooo buenooo ahora sii, que os parece el personajes de Nick? aún no lo conocemos muy bien, ya habrá tiempo. Ya van apareciendo más personajes.
El próximo cap será la velada...¿Que sorpresas habrá? :O :)
Los últimos exámenes me matan pero por fin he podido subir, esta semana subire dos o tres más no podré. Un BESAZO XOXO
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Una vida contigo.
RomanceUn día como otro cualquiera, te dan una noticia que cambiara tu vida, pero...¿Y si no estas de acuerdo con ello? Pues Elizabeth Lemacks no está de acuerdo y hará lo que haga necesario para no cumplir las órdenes de su padre pero... y si esa noticia...