Una vida contigo.

3.

El tiempo iba de mal en peor. No había parado de llover y en la mañana estaba exactamente igual.

Llamé a mis doncellas para que me prepararan, elegí un vestido verde oscuro con tonalidades más claras y dorado. El corpiño era muy ajustado verde oscuro con flores en dorado, junto con una falta que caía voluminosa mente.

El peinado opté por uno sencillo y elegante, el pelo todo recogido en la nuca con trenzas a los lados.

Al bajar al salón para tomar el desayuno, vi que mi madre estaba acompañada, junto a ella había una señora con edad similar.

Al verme la señora que desconocía su nombre me sonrió como si fuera una de sus joyas preferidas.

Yo le devolví la sonrisa pero no tan grande como la suya, la mía era... de cortesía.

-Buenos días madre y...-dije y me quede sin habla, no sabía el nombre de aquella señora.

-Oh, soy Anna, Anna Lewis, antigua marquesa y amiga de tu madre -dijo alegremente, su sonrisa no había disminuido ni un solo centímetro.

Lewis... ese apellido me sonaba demasiado, marquesa... no le dí mucha importancia.

-Eres mucho más guapa de lo que me han hablado, estoy muy feliz-dijo aproximándose y dándome un sonoro beso en la mejilla.

Que confianza.

Sonreí tímida, no sabía quien era esa mujer y me trabaja como una hija.

-Oh, lo siento querida, pensarás que soy muy confiada- sonrió tímida al darse cuenta de su comportamiento.

-Bueno, no es para tanto.

-Oh Dios, ¡tienes una voz hermosa!, lo siento si me comporto de esta forma tan grosera, pero de los tres hijos que tengo ninguno es una niña y estoy muy emocionada.

Madre rió, yo no le veía la gracia en nada, seguro que mis mejillas era similares a las de un fuego entrado en calor.

-Bueno Anna, quedamos en eso, la familia Lemarck no faltaremos-dijo por primera vez mi madre desde que entré en la sala.

¿Que tenía pensado mi madre?

-Por supuesto que si, me alegra muchísimo todo los acontecimientos, no veo la hora de que llegue-dijo Anna y acto seguido le dio un fuerte abrazo a mi madre.

Parecían muy amigas, pero lo más extraño era que yo conocía a todas las amistades de mi madre y nunca me había fijado en aquella mujer.

Al terminar el abrazo Lady Anna me miró y me sonrió, yo hice lo mismo, no sabía porque pero me agradaba aquella mujer.

-Bueno Ellizabeth, nos veremos pronto, y la próxima vez que nos veamos sabrás quién soy, aunque con lo lista que pareces seguro que ya lo sabes-dijo con esa sonrisa otra vez pegada en su cara.

Pues no, no lo sabía.

Pareció ver mi cara de negación,  y su mirada se volvió...triste.

-Lo siento pero...-comencé a decir.

-No digas más, ya habrá más tiempo para hablar, tendremos toda mi vida.

Después me abrazó, más fuerte que cualquier otra persona, y yo le correspondí el abrazo con un leve apretón, parece que lo notó por que al separarme de ella, tenía otra vez su sonrisa.

¿No le dolerá la cara de sonreír tanto?

-Bueno queridas hasta pronto.

-La acompaño a la salida, Anna- dijo mi madre guiándola, pero antes de irme me dirigió una sonrisa.

¿Que le pasaba a todo el mundo con las sonrisas hoy?

Hola holaaa :) bueno, se que es cortito pero no os preocupes a partir de ahora subiré capítulos más largos. otra cosa que quería decirlo es... A PARTIR DE ESTE AQUI EMPIEZA LA DIVERSIÓN, :) estos primeros eran de presentación de demás pero ahora empieza la parte bueno e interesante.  Un BESO                                                          XOXO