Una vida contigo.

Antes del baile- familia- Gabriel- mujeres.

(Elizabeth)

-¿Sabes de lo que me he enterado?- le dije con una sonrisa en mis rostro.

-¿De qué?

-Tus hermanos van a venir, me lo ha dicho madre y Anna.

-Ah eso- sonrió- es cierto, veo que te gusta la idea.

-Me hace muy feliz y a la vez me pone nerviosa ¿Y si no les caigo bien?  Tal vez me tomen por rara por el color de mi pelo...

-Ei, ei. No digas eso- dijo mirándome fijamente a los ojos- Te querrán como yo te quiero a ti. Bueno, yo te quiero mucho más de lo que ellos te llegarán a querer. Eres bella y hermosa, no sé cuál es el problema. Tu cabello es precioso y te hace muy única entre las personas. No debes preocuparte por ello.

-Está bien.

-Bien, ¿hoy es la fiesta verdad? ¿Me dirás lo que te pondrás?

-Ah, no. Eso no. Es una sorpresa.

-¿Ni un poco?

-Nada de nada. Así que no insistas más- le miré picaramente.

-¡Elizabeth!- dijo alguien entrando en la sala rápidamente.

Era Catalina. Cuando la doncella vio a Nick su cara se puso blanca.

-Lo siento, lo siento mucho, no me habían dicho que la señorita estaría con usted. Lo siento de veras.

-No se preocupe Catalina ¿verdad?- habló Nick sonriendo.

-Sí, sí, señor. Catalina me llamo. Lo siento.

-No pasa nada, Catalina. De verdad- hablé- ahora dime, ¿qué te tiene tan preocupada como para estar así?

-Verás, mi señora. Le he estado haciendo los últimos retoques al vestido de esta noche y he notado que le falta algo y así es.

-¿Qué le falta?

-El lazo principal. He intentado con lazos de otros colores, pero ninguno concuerda.

-Iremos a comprar uno después de comer.

-Espera- habló Nick- Tu no irás a ningún lado. Daniell puede estar por ahí.

-Me acompañará Paul y soldados.

-¿Porqué Paul y no yo o Dylan?
-Porque uno, confías algo más en Paul y dos, tú no puedes ver nada de mi vestido de esta noche.

-Estarás hermosa sin lazo.

-¡Nick! Si no el vestido no tendrá gracia. Además tus hermanos vendrán y quiero estar bien.

-Pero tú siempre estás bien- insistió.

-Nick...- le miré con cara de súplica.

-No me mires así, sabes que no caigo.

Le abracé y enterré mi cabeza en su pecho.

-Por favor..., quiero que cuando me veas te lleves una buena impresión.

Suspiró.

-No sé cómo lo haces, pero está bien... Paul te acompañará más tres guardias. ¿Está bien?

-Sí- me di un beso en la mejilla- Gracias, eres el mejor.

....

Tal y como habíamos dicho, después de la comida fuimos a la villa. Esta vez iba acompañada de Grace, Jane, Paul más dos guardias.

La villa estaba hermosa, llena de colores brillantes . Hacía mucho frío y tenía la certeza de que esta noche nevaría.

Estábamos caminando por las decoradas calles cuando una anciana se para y me coge de las manos, vi por el rabillo del ojo que Paul iba a intervenir pero le hice una seña para que se detuviera.