Una vida contigo.

Charlas-conversaciones- hermanos-despacho.

(Nick)

Ver la cara de Elizabeth de felicidad me hizo sonreír. No se merecía que llorase por mí. 

-¿Se lo has dicho a Elizabeth?- preguntó Paul, que lo tenía al lado mía.

-Sí, hace unas horas- dije llevándome a la boca un gran trozo de carne.

-¿Y cómo ha reaccionado?- intervino Dylan que lo teníamos en frente.

Teníamos que hablar muy flojito para que Elizabeth no escuchase nada.

-Nada bien. Estuvo llorando y... bueno, lo típico. He conseguido levantar un poco su ánimo pero no durará mucho tiempo.

-¿Y a tu madre?, dentro de poco también se lo tendrás que decir- dijo Dylan de nuevo.

-Mi madre está más acostumbrada a que me valla, no obstante siempre hace lo mismo, lo típico de una madre al poder saber que no volverá a ver a su hijo si ese no tiene cuidado. ¿Y ustedes?

-Yo informaré a mis padres el día más próximo de mi partida, no me gusta las despedidas- dijo Paul.

-Yo haré casi lo mismo, mis padres se ponen muy tristes y bueno al ser el único hijo... más razón- terminó Dylan.

-No conocemos a esas personas, ¿qué pasa si son mejores que nosotros?- dije ahora algo preocupado.

-No conozco a este Nick, el anterior Nick siempre decía que nosotros éramos, somos y seremos los mejores. Y así será. Nadie nos ganará. Luchamos por nosotros, por los nuestros por nuestra gente. Este Nick no me gusta- dijo Dylan riendo y apuntándome con el tenedor- Elizabeth te ha cambiado.

-Déjame en paz- dije. Pero al parecer lo dije demasiado alto puesto que todos quedaron en silencio mirándome.

Se escuchó de fondo la risa de Dylan.

-Todo es su culpa- dije apuntándolo.

-Parecéis niños de cuatro años- dijo padre.

Escuché la risa de Elizabeth. Me encantaba escucharla y verla reír. Cómo sus ojos brillaban al hacerlo, cómo sus labios se ensanchaban, acción que hacía que quisiera besarla todo el día.

-¿Ya está todo planeado para la fiesta de dentro de dos días?- dijo Grace.

-Sólo faltan mandar las invitaciones- comentó Marie- va ha ser todo muy apresurado no sé si a los invitados vendrán- se la notaba algo agobiada.

-Es una invitación del marqués de Downton Lewis ¡claro que vendrán!- dijo mi madre.

-Será genial- dijo Elizabeth con una sonrisa.

-Sí que lo será- comenté y le apreté suavemente la mano debajo de la mesa.

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(Elizabeth)

Después de cenar las mujeres habían decidido irse a los aposentos, debido al viaje anterior estaban cansadas. Paul, Nick y Dylan fueron al despacho para repasarlo todo muy bien referente a la estrategia para la conquista, aunque no lo habían dicho directamente pero daba a entender para lo que era. Yo, en cambio, debía de elegir un vestido para la fiesta de máscaras de dentro de tres días.

Estaba esperando a Catalina en la sala secundaria. Mis manos sostenían una taza humeante de té.

Miraba por la ventana y lo único que se veía era oscuridad. De repente pensé en Daniell. ¿Dónde estaría? ¿Y si había conseguido escapar y llegar a su país? ¿Y si al no tener información de él, se había dado por vencido? Recordé la vez que me intentó secuestrar administrándome algún tipo de somnífero. Sentí un escalofrío y me separé de la ventana. Hasta ahora, desde la última vez no había vuelto a saber nada de él. ¿Eso era bueno o malo?