Grace...

644 35 1
                                    

(Elizabeth)

A duras penas pudimos separar a Grace de esa habitación. Mis padres la admitieron en casa puesto que estaba rota tanto por dentro como por fuera. Ahora nos encontrábamos en Down Date. Grace se había encerrado en uno de los aposentos y había bloqueado la puerta. Se la oía llorar desde fuera. Lo mejor sería que la dejásemos un rato más sola. Necesitaba admitirlo todo de golpe. Mañana por la tarde se celebraría la misa, puesto que no podíamos dejarlo para más adelante. No habíamos podido contactar con los padres de Trevor, no sabíamos siquiera si tenía, lo sabríamos sí, pero cuando Grace se calmara.

Estaba delante de mi tocador mirándome en el gran espejo mientras me cepillaba cuidadosamente mi pelo naranja.

Nick apareció por detrás y puso sus grandes manos en mis finos hombros, dejé de cepillarme el cabello. Y suspiré.

-¿Cómo está?- le dije.

-He ido de nuevo y no puedo abrir la puerta, la sigue teniendo bloqueada, lo que más me preocupa es que se escucha como se rompen cosas. Tu madre está intentando que abra.

Se arrodilló por lo que ahora su cabeza estaba apoyada delicadamente en mi hombro derecho mientras lo besaba tiernamente.

-A sido una noticia muy...-no encontraba las palabras.

-Impresionante- completó.

-¿A sido Daniell verdad?- pregunté, aunque sabía perfectamente la respuesta. Me había mentalizado ante la verdad.

Nick cerró los ojos y asintió. Los abrió.

-Es lo más probable. Después de lo que pasó el palacio no se fue contento con el resultado y lo pagó con alguien que no tenía nada que ver.

Miré mi anillo.

-Estaba muy cerca de Grace ¿qué hubiera ocurrido si en vez de Trevor hubiese sido Grace?

-Que ahora mismo no estaríamos hablando y estaría buscando a ese loco por todo el país si hiciera falta. El sargento Moor hace lo que puede. Nosotros le ayudaremos a encontrarlo y cuando lo hagamos, yo seré testigo de que lo pase muy, pero que muy mal.

-¿Crees que Grace lo superará?- dije volviéndome, estando frente a él.

-Estoy seguro de que lo superará, pero con tiempo. Tal vez sea mucho tiempo. Pero aunque lo supere... siempre habrá una parte de Trevor en su interior.

Le acaricié su pelo rizado. Seguía teniendo su ropa anterior aunque el chaleco lo tenía quitado y se veía la gran camisa blanca.

-Está bien...- suspiré- iré a...intentar... hacer algo.

Nick asintió y besó mis labios. Sonreí un poco.

Me separé y me fui hacia mi destino.

Cuando llegué vi que dos madres en ropa de noche con un mayordomo con un candelabro encendido gritaban para que abriera.

-Elizabeth- dijo madre- no quiere salir, hace tiempo que no habla, creo que le ha pasado algo.

Me acerqué a la puerta despacio y llamé cuidadosamente.

-Grace, soy yo... Elizabeth, me gustaría que hablaras y saber que estoy bien.

-Estoy bien- dijo con voz llorona.

-Eso no es verdad, por eso quiero estar contigo, solas, tú y yo. Las dos.

-¿Solas?- preguntó.

-Completamente solas, te lo aseguro.

Escuché como movían algo dentro y la puerta se abrió unos milímetros.

-Sólo Eli- dijo.

-Sólo yo.

Una vida contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora