Trevor.

800 45 0
                                    

VOOTEEN COOOMENTENN VOTEEEN COMEEEENTEENN VOTEN COMENTEN PLS bss

(Elizabeth)

Vi sus ojos en la oscuridad, eran tan grandes que los podría haber confundido con los de un animal si no fuera porque me hablaba, decía cosas que no quería entender, por miedo de que se cumplieran.

-Morirá, él morirá, no podrás hacer nada para remediarlo, mi espada atravesará su grueso corazón y entonces te tendré a ti. A ti, te tendré. Morirá por mis propias manos.

Estaba atada a la cama, no podía moverme, mis manos atadas a un grueso paño blanco estaban levantadas sobre mi cabeza.

-¡Suéltame!- quise gritar, pero de mi boca no salía palabra, estaba ataca con un paño marrón. Mis lágrimas me hacían ver borroso y no poder diferenciar los objetos, las personas o los gestos.

Sentí una mano en mi pecho. Me tensé inmediatamente. Me moví pero algo o alguien me tenía inmovilizada.

-No te podrás resistir, ya mismo te tendré únicamente para mí. No sé si podré contenerme a ti. Primero mataré  Nick, luego te haré mía- rió fuertemente.

¿Qué estaba pasando? ¿Qué...                        

-¡Elizabeth, Elizabeth!- escuché otra voz- ¡Elizabeth!

Sentí que me movían suavemente.

-¡Elizabeth! Eh Elizabeth.

Me incorporé de golpe en la cama. Miré a mi alrededor aturdida.

¿Qué había pasado? Miré mis manos, estaban desatadas, en mis muñecas sólo había una fina pulsera de oro que me dio mi abuela antes de morir.

-Elizabeth, ¿qué estás bien?- miré a Nick que me miraba con una cara demasiado preocupada.

-Mis...manos...y ...ese hombre... yo...

-Sh..tranquilízate- me abrazó mientras me daba pequeños besos en el pelo- todo ha sido un sueño, tranquila.

-¿U-un sueño?- un sueño...

-Sí, un sueño, sshh....

Soñé con el desconocido, Daniell, me tocaba el cuerpo, me decía que iba a matar a Nick, que yo sería suya.

No podía más. Lloré a pleno pulmón.

-Me quiero ir de aquí- grité llorando.

-Nos iremos Elizabeth, nos iremos.

-Quiero ir con mi doncella, Catalina, quiero estar en casa- seguí- quiero coger flores y jugar con un perrito pequeño..., quiero dormir sin tener pesadillas...

 Nick cogió mi cara entre sus manos y me miró fijamente a los ojos.

-Necesito que te tranquilices Elizabeth. Te voy a abrazar y hasta que no te tranquilices no te soltaré.

Y así hizo. Me abrazó fuertemente. Me sentía protegida. Con los minutos me tranquilicé. Mi respiración era, ahora, un poco entrecortada pero mucho mejor que anteriormente. Lo abracé fuerte y éste me acarició el pelo con una mano.

Ahora no tenía duda ninguna, quería casarme con él, formar parte de su vida y él de la mía. Tener una casa juntos. Solucionar nuestros problemas juntos. Formar una familia juntos. Quería eso y tener una vida con él.

Me separé despacio para mirarlo a la cara. Tenía una pequeña sonrisa cálida.

-Así es, mejor así- me dio un beso corto en los labios.

Sonreí.

-Cuéntame, ¿qué ha pasado?

Miré hacia abajo y empecé a jugar con el anillo que Nick me había entregado.

Una vida contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora