¡Caza, Pastelitos, Te vi!

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(Nick)

Cinco semanas, cinco semanas había pasado de lo ocurrido con Trevor. Grace estaba más animada pero seguía vistiendo de negro. Ya salía a la calle y comía con todos nosotros. La primera semana fue complicada... triste...deprimente...cansada...

Mis padres y los padres de Elizabeth habían decidido quedarse algo más de tiempo para ayudarnos en lo que hiciera falta. Además mi boda se tendría que celebrar pronto.

En esas cinco semanas no había recibido ninguna carta, era extraño. Ayer fui a hablar con el sargento Moor, él tampoco sabía nada y le daba miedo pensar que podía estar haciendo alguna locura.

Con Elizabeth todo iba perfectamente durante estas cinco semanas. Desde la aparición de Daniell empezamos a dormir juntos por las noches y la acción ha perdurado hasta ahora, y espero que hasta un muy largo tiempo. Sus besos eran dulces y tiernos. Cuando la besaba me sentía bien, a salvo, me sentía querido y muy alegre. Más de una vez nuestros besos querían llegar a algo más, pero con mucha voluntad podía fin, sabía que Elizabeth no quería parar pero también sabía que no estaba preparada, aunque ella con indirectas diera a entender que sí estaba preparada.

Era por la mañana muy temprano, Paul y Dylan decidieron ir a cazar para despejar un poco la mente y me dijeron si quería ir. Todas estas semanas había estado buscando junto con guardias y el sargento Moor los alrededores intentando encontrar a Daniell y había estado muy estresado y cansado, así que decidí ir a acompañarlos y pasar el rato.

Me dolí dejar a Elizabeth dormida sin decirle nada, todo había sido apresurado. Iba a despertarla para que cuando despertara no se preocupara pero al ver todo ese pelo pelirrojo esparcido por la almohada, esos preciosos ojos cerrados y escondida entre todas las sábanas blanca, esa visión tan... perfecta hizo echarme para atrás y dejarla que durmiera más. Además era muy temprano.  

-¿Cambiarás?- preguntó de repente Paul mirándome.

-¿A mí me lo preguntas?- dije.

Paul asintió.

-No tengo ni idea de lo que estás hablando- dije mientras bajaba del caballo.

-Cuando te cases... ¿cambiarás y serás un hombre aburrido y cascarrabias? ¿De esos con le molesta hasta cuando una persona tose?

Lo miré con una ceja levantada.

-No seré un cascarrabias ni nada por el estilo. Seré una persona casada.

-Con hijos- agregó Dylan.

-Sí, quiero hijos, montones de ellos gritando y corriendo por mi casa.

-¿Desde cuándo Nick Lewis montones de hijos corriendo por su casa?- dijo Paul

-Desde el momento en que supe que me iba a casar con Elizabeth.

-Se está poniendo en posición romántico- dijo Dylan mientras me pegada un débil codazo en el brazo.

-No me pongo en plan romántico- me defendí- soy ustedes los que me habéis pregunta, preguntáis, respondo.

-Ahora se hace el ofendido- ríe Dylan.

-Cállate ya Dylan- reí.

-Callaos- dijo de repente Paul- he escuchado algo.

-¿Una gacela? ¿un conejo? ¿una liebre?- preguntó Dylan.

-Cállate, idiota- dijo Paul demasiado concentrado.

Era cierto que se escuchaba algo, provenía cerca del río.

-Proviene del río- se me adelantó Dylan.

-Sí, vamos.

Eran una especie de quejidos.

Una vida contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora