Capítulo ocho.

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Viernes.

¡Mierda! Me había quedado dormida, me levanto corriendo de la cama, me visto con unos pitillos vaqueros y una sudadera granate, me hago una coleta alta y salgo lo más rápido que puedo de casa.

Llego a clase de biología casi sin respiración, cuando entro todo el mundo se queda mirándome. 

— Lo siento profesor Wells.

Me siento en mi sitio de siempre.

¿Se habrá enrollado Matty con charlotte?

Pues claro, ¿Es qué eres tonta?

— ts tsss. —escucho un susurro a mis espaldas, y veo a Angelina. — ¿Por qué tienes esa cara hoy?

— Por nada... —sonrío esperando que no me haga más preguntas.

— ¿Matty?

— Ayer fui a su casa y me abrió la puerta Charlotte, su supuesta novia. —le cuento todo como puedo, sin que el señor Wells se dé cuenta.

— Matty es un capullo, la mejor forma para olvidarte de él es yendo a la fiesta de esta noche conmigo y conocer a otro. —me guiña un ojo.

Niego con la cabeza sin decir nada.

— ¿Acaso él no lo hace?

— Ahí atrás, si van a seguir charlando las invito a que salgan de la clase. —dice el señor Wells enfadado y por un momento me veo tentada a salir.

Lo que queda de clase me la paso callada, pensando en lo que tengo que hacer. Es verdad que Matty me gusta, sí. Pero... El está con quien quiere. Dice que no le convengo, pero ¿Por qué? Necesito que me lo explique, pero como, si cada vez que intento hablar con él me encuentro con algunos de sus ligues. Mierda, ¿Por que tiene que vivir en frente de mi?

— ¿A qué hora es la fiesta? —le pregunto a Angelina, que por un motivo extraño está sin la compañía de Anne.

— Es a las diez, en casa de los Hamilton. —sonríe con picardia. — Hay un chico que está buenísimo, se llama Scott.

¿Scott?  ¿Irá Matty a la fiesta? Apoyo la cabeza en la pared del pasillo, cuando veo que Angelina mira por encima de mi hombro, haciéndome una señal. ¿Qué? No entiendo a esta chica. Y se va.

— Angelina, ¿a dónde vas? —grito, pero no me hace caso.

— Creo que huye de mi... —una voz grave me sorprende a mis espaldas.

Mierda, mierda, mierda, justo acaba de terminar la clase de biología, ni si quiera lo vi entrar ¿será zorra? Me ha dejado sola. Me giro con la esperanza de que no sea él. pero ahí está, con unos vaqueros negros, una sudadera negra y su mirada que tanto me intimida. ¿Qué coño quiere?

— ¿Estás bien? —me pregunta preocupado.

— Sí, ¿por? —le contesto de manera tajante.

— Julie... —comienza a decir, pero no estoy para sus tonterías de no "te convengo".

— No Matty, he intentado hablar contigo, pero cada vez que lo intento me entero de algo nuevo o me hablas como si fuera una mierda. Y a pesar de eso, intento ir a tu puta casa otra vez, y sale tu novia, medio en pelotas. No me vengas con que no me convienes, yo paso de esta mierda. Simplemente quería que siguiéramos siendo amigos. Nada más.

— ¿Mi novia? —pregunta cruzándose de brazos.

— Sí, Matty, Charlotte. Así que lo siento, yo no voy a entrar en este juego más. —doy media vuelta y me voy.

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora