Capítulo treinta y cinco

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Otra vez de vuelta a la rutina. Chloe sigue esperándome en el mismo sitio de siempre, pero esta vez se acerca corriendo a mi y se lanza a darme un abrazo.

— Te he echado de menos —me aprieta casi sin dejarme respirar. — ¿Qué tal tu visita a Londres?

Tardo unos segundos en responder.

— Pues fue bastante raro, comenzó bien, incluso yo y Matty lo hicimos —me sonrojo al recordarlo. — Pero todo se torció,  Matty y yo definitivamente hemos terminado, pero por lo demás todo bien. —decido omitir algunos detalles.

— ¿En serio? —dice sorprendida. — ¿Y cómo estás?

— Pues mal. Ya he pasado por esto antes, debería de estar acostumbrada pero no es así, siento un vacío en mi pecho, antes estábamos mal pero era diferente, pero ahora que sé que se tira a otra, dicho por él —pongo énfasis en esto último. — Duele más. —me encojo de hombros. — Estaba deseando volver, despejarme de todo por un tiempo contigo y con James, claro, son muy importantes para mi aquí.

— Hablando de James, ¿Qué tal con él?

Le cuento todo lo que pasó, lo del beso e incluso lo del intento de beso de anoche, omitiendo que Matty es el "hermano" perdido de James, mientras caminamos hasta la clase de matemáticas. Ella abre los ojos como platos.

— Quizá sea por que le gustas —me dice ella mirándome de reojo.

— No lo sé —niego con la cabeza. — Ahora mismo no estoy condiciones de estar con alguien. No es por él, me parece interesante, aunque al principio empezamos con mal pie, y es bastante guapo, en un futuro quizá...

— Hey chicas —escuchamos la voz de James a nuestra espalda y damos un pequeño salto sobresaltándonos.

— ¡Qué susto! —le doy un toque en el hombro riendo.

Chloe está como un tomate. James a simple vista impone mucho, pero cuando lo conoces es diferente, no es tan borde como quiere hacer creer a la gente.

— ¿Vas al examen de matemáticas? —dice Chloe sonriendo.

Chloe haría buena pareja con él, es tan dulce.

El niega con la cabeza. 

— Yo no tengo matemáticas.

Suena el timbre avisándonos de que la clase comienza, cuando me doy la vuelta para seguir caminando, James me agarra del brazo haciendo que me gire.

— ¿Qué pasa? —le muestro una sonrisa ladeada.

— Tenemos que hablar —me mira directamente a los ojos.

—James tengo un examen —frunzo el ceño.

— Julie, ¿Vienes? —grita Chloe quien me está esperando en la puerta de clase, punteando el suelo con el pie. Está nerviosa.

James suelta mi brazo.

— Luego hablamos. —me disculpo con una mirada y el asiente. Corro hasta la clase antes de que la profesora Bennet entre y no me deje hacer el examen.

— Julie —susurra Chloe y yo la miro interrogante.

— Creo que deberías saber qu...

— Buenos días chicos y chicas —entra alegremente la profesora Bennet. — Guarden todo, no quiero ver nada encima de la mesa que no sea el bolígrafo y la calculadora. 

Esta parada en frente de nosotros con un tocho de papeles en la mano, comienza a repartir los exámenes.

— Podéis empezar. 

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora