Llevaba días pensando que algo raro pasaba con Helen y Gracy. Sobretodo por lo raras que estaban cuando llegaron y lo más sorprendente es que ninguna de las dos se quedaron aquí. Por una parte de Gracy lo entiendo, querrá estar con Matty, pero ¿Y Helen? Hoy ha sido un día lleno de sorpresas, desde lo de Chloe hasta lo de ver a mis mejores amigas besándose en la playa a escondidas. ¿No confían lo suficiente en mi como para decirme que están juntas?
El camino hasta casa lo hacemos en silencio. Supongo que Matty está igual de sorprendido que yo, pues no ha abierto la boca desde que salimos de la playa. Supongo que el también se preguntará por que no le ha dicho nada.
No hemos hablado de lo que estuvo a punto de pasar en la playa. No es la primera vez que lo hacemos, pero después de todo lo que hemos pasado quise ir más despacio con él y hacer las cosas bien. De nada vale, tenerlo cerca hace que pierda el sentido. No puedo explicar lo que siento cuando estamos juntos, desde el día que nos chocamos después de la fiesta, cuando justo me enteré que mi mejor amiga se estaba liando con mi novio. Apareció él, con sus enormes ojos azules y esa sonrisa de estúpido que sabía que me iba a volver loca.
Llegamos a mi casa cinco minutos más tarde.
— No digas nada ¿Vale? —escucho la voz de Matty justo cuando abro la puerta. — Supongo que ellas nos lo contaran cuando estén listas para hacerlo.
Quizá nunca lo hagan,
Asiento moviendo la cabeza lentamente.
— Buenas noches Matty —estoy a punto de entrar en casa cuando siento la mano de Matty agarrándome del brazo, haciendo que me gire.
— Nos vemos mañana —pega sus labios a los míos, esta vez con calma.
Y así acaba mi día, con un calenton y dos secretos,
A la mañana siguiente estoy tan cansada que ni si quiera me levanto de la cama para desayunar. Remoloneo y remoloneo, dando vueltas en esta sin parar. La puerta de mi habitación se abre.
— ¡Buenos días! —grita Helen tirándose encima de mi.
— Las buenas costumbres que no se pierdan, ¿no? —suelto una carcajada haciéndoles un hueco en la cama.
— ¿Eres consciente de la hora que es? —me mira Gracy enarcando las cejas.
— Pfff —me tapo la cara con ambas manos.
— Anímate por que hoy vamos a salir. Nos lo merecemos, te lo mereces. Y es lo que vamos a hacer. — Helen se baja de un salto de la cama, rebuscando en el armario algo que ponerse.— Esto es monísimo —saca un top lencero de color negro, pasando los dedos por el fino encaje,
— Para ti cualquier momento es bueno para salir de fiesta —bostezo levantandome de la cama.
— ¿Pedimos algo para comer? —suplica Gracy — Tengo muchísima hambre.
Se dedican una mirada fugaz entre ellas, que no paso por alto.
— ¿Anoche hicieron algo? Como cuando volví no las vi...
— No... No —hablan al unísono — Vimos una película y ya está.
Una hora después nos encontramos comiéndonos la pizza entre las tres mientras vemos un programa absurdo de la televisión.
— ¿Es necesario salir de fiesta? —las miro frunciendo el ceño mientras bebo un poco de agua.
— No es salir de fiesta, es solo ir a tomar algo Julie —replica Gracy.
Sigo dándole vueltas a la cabeza. ¿Por qué no me lo cuentan?
— ¿Ustedes no tendrían secretos conmigo, verdad?
— ¿Por qué dices eso? —Gracy me mira arrugando la nariz.
— Por nada, le estoy dando vueltas a lo de Chloe y tiene que ser una mierda no poder contar lo que le sucede —intento escabullirme.
— Nosotras nunca te ocultaríamos nada. —exclama Helen.
Hemos decidido pasar una noche tranquila, nada de beber hasta quedarnos inconscientes, ni de fiesta. Nos encontramos las tres en el bar de siempre, con nuestros mojitos en las manos.
— ¿Qué tal con Matty? —me mira Gracy sonriéndome. — Lo veo más contento de lo normal.
— Pues bien, no sé, es raro por que lo hemos dejado tantas veces...
— Verás que todo sale bien, tonta.
— Dejaros de dramas —Helen palmea la mesa. — Tres chupitos de Tequila por aquí
— Helen no —pongo los ojos en blanco — Dijimos que nada de chupitos.
— Esta ronda solo.
Mentira, nos bebimos cada una cuatro chupitos más de tequila y dos mojitos. Nos encontrábamos en la puerta del bar, con las mejillas coloradas y una sonrisa en la boca cuando mi móvil suena, pero no le hago caso.
Estamos en silencio un buen rato hasta que Helen habla.
— ¿Nos vamos a dormir?
Soltamos una carcajada al unisono. Es el mejor plan que me han propuesto en mi vida.
Cuando llegamos a mi casa sigue estando todo en silencio, supongo que mis padres están durmiendo. Subimos a mi habitación sin hacer demasiado ruido y no tiramos en la cama.
— Hoy ha sido el día más raro de toda mi vida —habla Helen — Normalmente estaría de fiesta, no en casa de mi mejor amiga, borracha, preparada para dormir.
— ¿Eres consciente de que eres tú la que lo propuso? —suelto una carcajada.
— Venga chicas, a dormir ya —sentencia Gracy. Y Helen y yo soltamos una carcajada.
— Vale mami.
Gracy siempre ha sido la más blandengue de todas. No le gusta salir de fiesta, para ella que Helen haya dicho de dormir es una maravilla, y soy consciente de ello por que está durmiendo ya.
El silencio de la noche me acompaña mientras miro al techo. No tengo sueño, mi cabeza no para de dar vueltas y no, no es por el alcohol. Estoy feliz. A pesar de todo lo que ocurre con Chloe, o que mis amigas no confían lo suficiente en mi como para contarme la realida, a pesar de eso, me siento plena. Tengo a mi familia aquí, voy a poder pasar el sexto cumpleaños de Sophie juntas, mi madre está feliz, lo mío con Matty va bien, y de amigos no me puedo quejar. Tengo a los mejores. Algo falla, no puedo creer que todo vaya tan bien.
Escucho susurros a mi lado, seguido de besos y risitas. Estoy adormilada y mis parpados pesan demasiado. Será un sueño. Pero ese sonido sigue, y las risitas aumentan y yo estoy de malhumor.
— ¿Qué pasa? —levanto la cabeza mirando en la dirección en la que mis amigas estaban besándose. Helen está encima de Gracy. Ambas me miran, con los ojos muy abiertos y las mejillas, aunque está oscuro, encendidas. — ¿Qué cojones?
Solo recibo silencio.
Es lo único que puedo decir. Una cosa es que me tomen por tonta y otra es que las haya pillado a punto de montárselo en mi cama. Justo a mi lado.
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Un bonito caos
RomanceJulie es una chica normal y corriente, vive con sus dos hermanas y su madre en un pequeño pueblo de Londres. Tan solo bastó un fin de semana para que su vida diera un giro de 180 grados. Todo a su alrededor se tambaleó en un abrir y cerrar de ojos...