Matty
Por más que me ofrezco en llevarla a casa de Chloe, Julie se niega.
— ¡Qué no tonto! Llegaré en un rato —me dice dándome un beso en los labios.
No debería dejarla ir sola, no sé el por que, pero no tengo un buen presentimiento.
El tiempo pasa lentamente si ella no está y lo sé de primera mano pues me he venido de Londres precisamente por eso. Doy vueltas por toda la casa pero no sé que hacer, mi móvil suena en el bolsillo, es un número que no conozco.
— ¿Diga?
— Hola, ¿Matty? —la voz de una chica me sorprende al otro lado del teléfono y por un momento lo despego de mi oreja y miro la pantalla para comprobar el número. — Soy Martina, la chica del apartamento que estabas interesado en ver.
Ah sí, ya me acuerdo.
Vi un apartamento en la otra punta de la playa, tampoco quiero abusar de la confianza de Julie y quedarme aquí mucho tiempo por eso he decidido alquilar un apartamento, no es muy grande pero sé que a ella le gustará.
— Sí, lo siento —me disculpo. — ¿En cuánto tiempo más o menos puedo ir a ver el apartamento?
— Pues... En una hora más o menos.
— Así será —cuelgo el móvil devolviéndolo al mismo sitio donde estaba antes.
Camino a un paso normal por la avenida de la playa. Hace un día increíble, en el agua hay algunos chicos que conozco desde que era pequeño cogiendo olas. Como me gustaría tener mi tabla y surfear... Recuerdo las tardes con James, aquí en la playa cogiendo olas. Pero ahora simplemente actuamos como dos putos gilipollas, mientras las tablas se llenan de polvo.
El apartamento está en una buena zona, justo en frente de la playa.
En la puerta está la chica que supongo que será la que me va a enseñar el apartamento, Es alta y delgada, su piel está bronceada y su pelo es marrón oscuro, es guapa, pero nada comparado con Julie.
— ¿Martina? —sonrío forzosamente al ver como recorre mi cuerpo con la mirada, me siento un poco incómodo a decir verdad.
— Sí y tú supongo que eres Matty —sonríe. — Bueno, pues sígueme —abre una puerta enorme de color madera. Sólo hay que subir unos escalones para encontrarnos con una puerta del mismo color. Cuando la abres a simple vista el apartamento no se ve muy grande. Las paredes son blancas, me encargué de eso especialmente por que sé que a Julie le gusta. Aunque el apartamento sea para mi sé que pasará mucho tiempo aquí, o eso espero.
Los muebles son de color madera, se ven que son antiguos. El sofá es de color gris y justo en frente de este hay una televisión de pantalla plana. Lo mejor son las vistas, directas a la playa. La habitación principal —y la única que hay— es grande y tiene un baño completo en ella. Todo es de color blanco así parece mucho más grande y luminoso. Tiene un amplio salón-comedor, una pequeña cocina completamente equipada y otro cuarto de baño, pero este más pequeño.
Entra una luz increíble, tengo unas ganas enormes de enseñárselo a Julie.
— ¿Y bien? —dice la chica enarcando las cejas.
— Me lo quedo —asiento varias veces consenciandome de lo que voy a hacer.
— Perfecto, pues si quieres vamos al bar que está al lado y mientras nos tomamos algo —sonríe, — firmas el contrato.
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Un bonito caos
RomanceJulie es una chica normal y corriente, vive con sus dos hermanas y su madre en un pequeño pueblo de Londres. Tan solo bastó un fin de semana para que su vida diera un giro de 180 grados. Todo a su alrededor se tambaleó en un abrir y cerrar de ojos...