Capítulo cuarenta y dos

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Siento como el aire se escapa de mis pulmones. Quiero irme, pero no sé como hacerlo no esperaba verlo aquí. Creo que todavía no me ha visto.

— Oye —noto como Nick me zarandea. — ¿Estás bien? Parece que has visto a un fantasma.

— Algo parecido —ruedo los ojos para clavarlos en él girando sobre la butaca. A lo lejos veo a Chloe quien me hace un gesto con la cabeza para que suba a mi cuarto. — Un momento, ahora vuelvo —salto del asiento y salgo disparada escaleras arriba.

— ¿Qué coño hace aquí? —paso mis manos por mi pelo dando saltos de un lado a otro.

Estoy realmente nerviosa.

— Julie —se para en frente de mi apoyando sus manos en mis hombros para que me esté quieta. — Relájate, no puede ser tan malo ¿no?

Me siento en mi cama pensando por un segundo que es lo que le voy a decir cuando le vea, no sé a que ha venido, y quizá no sea malo como dice Chloe, pero... Cuando se trata de Matty nunca se sabe.

— Además ya le conoces, no es tan difícil ¿no?

— Sí, si que lo es —tiro de mi pelo. — Acabamos de la peor forma posible y verlo de nuevo... —llevo mis manos a mi pecho.

— Julie, no pasará nada —me obliga a levantarme — Estoy aquí para lo que sea.

Viéndolo así parece que el que ha venido es el mismo demonio. Cuando bajamos las escaleras mis piernas parecen flanes y creo que en cualquier momento me voy a caer de bruces contra el suelo. Antes de ir hasta donde ellos se encuentran, me tomo un vaso de vodka de cereza sin pensármelo, lo necesito para afrontar esto. Él sigue en el mismo sitio, está hablando con James y con una chica.

— ¿Esa es Mia? —le susurro a Chloe y ella asiente.

¿Qué hace aquí esa tía? A medida que nos vamos acercando mi corazón bombea cada vez más y más fuerte y el nudo en mi garganta aparece.

— Hola —miro a James intentando buscar respuestas en su mirada pero no encuentro nada. — ¿Qué haces aquí? —esta vez me dirijo a él, encontrándome con sus ojos y una pequeña sonrisa. Está tan nervioso como yo. Un escalofrío recorre mi espalda.

Matty

Llevo horas dándole vueltas a la cabeza mientras James se prepara, no paro de caminar de un lado a otro.

— Yo también voy.

— ¿Qué? —me mira frunciendo el ceño. — ¿Estás seguro?

Claro que no.

— Sí —digo al fin

James conduce hasta su casa, con nosotros va Mia.

Cuando llegamos la puerta está abierta y hay más gente de la que imaginaba. La gente susurra al verme, pero no hago caso. La busco con la mirada pero no hay rastro de ella.

— Hola —escucho la voz de Julie a mi espalda y me doy la vuelta pero ella está mirando a James frunciendo el ceño. Sé que se pregunta que coño hago aquí.  — ¿Qué haces aquí? —esta vez se dirige a mi clavando sus ojos en los míos.

¿Y ahora que digo?


Julie

— Entonces los rumores son ciertos... —suelta Mia, ni si quiera me había percatado de su presencia.

— Y a ti que te importa —la fulmino con la mirada. — Ni si quiera deberías estar aquí ¿no?

— No me perdería tu cara de estúpida por nada del mundo.

Relájate Julie.

— Vamos —me agarra Matty del brazo sacándome de mi casa.

— Puedo ir yo sola —me suelto pasando la mano por mi cuello, camino dando pequeños pasos hasta llegar a la parte de atrás de la casa.

— Es grande —suelta él.

— Ah sí, es de mi padre... —me encojo de hombros. — ¿Qué te ha traído por aquí? —me siento en el banco de madera esperando que el lo haga, pero no es así.

— Tú —se cruza de brazos, y puedo ver como sus músculos se tensan.

— ¿Yo? —suelto una pequeña risita. — ¿Por qué? Ni si quiera me has llamado en estas dos semanas.

— No es fácil Julie.

—  ¿No es fácil para ti? Soy yo la que se fue alejándose de su familia. Te esperé en el aeropuerto como una estúpida Matty —el alcohol comienza a hacer efecto y las palabras comienzan a salir solas. — Esperé tus llamadas o algún mensaje estúpido.

— Julie cálmate —esta vez si se sienta a mi lado. — Yo fui al aeropuerto, pero no pude despedirme de ti. No esperaba que te besaras con James.

— Y yo no me esperaba que estuvieras con otra chica, solo hacía dos semanas que me había ido, pero... que me voy a esperar de ti ¿no? — él apoya sus brazos en sus rodillas entrelazando sus manos, mira al suelo. — No sé que esperabas —muevo mis manos. — ¿Qué te esperara mientras tú te follabas a todo lo que se movía? Cuando te vi con Charlotte y Ryan de nuevo... —apoyo mis manos en mi cabeza. — Después de todo lo que han echo... Esto no funciona así.

— No estábamos juntos, y no podía soportar tenerte tan lejos —susurra

— Tú solo te has respondido, cuando James me besó tampoco estábamos juntos —dejo caer mi espalda en el respaldo del banco. — ¿Por qué somos así? Por que no podemos afrontar las cosas sin echarnos nada en cara una y otra vez. Nos queremos, de eso estoy segura, pero siempre buscamos o hacemos algo para destruirnos.

— Juntos nos queremos matar pero separados nos queremos morir. No puedo soportar estar lejos de ti, me vuelve loco —pasa su mano por mi cara y yo cierro los ojos a su tacto.

— ¡Julie, la tarta! —grita Chloe desde el otro lado haciéndome un gesto con la mano para que vaya.

— Gracias Chloe —refunfuño para mis adentros. Matty se levanta y caminamos. Cuando estamos a punto de entrar nos chocamos con James.

— Lo siento —me mira sonriendo

— James...

Siento la necesidad de explicarle lo que ha sucedido aunque no tengo que hacerlo, sé lo que ha pasado entre ellos y no quiero que por mi culpa se estropee. James es una persona muy importante para mi y no quiero que esté mal. Miro como se aleja en su coche. No puede ser que haya arreglado una parte de mi vida para que otra se vuelva a romper. Estas cosas solo me pasan a mi. Estúpida.

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora