— ¡Buenos días! —gritan Helen y Gracy tirándose encima de mi.
— Ay -refunfuño tapándome la cara con la almohada, sin abrir los ojos. — ¿Qué hora es?
—La hora de levantarse —dice Helen quitándome la almohada de la cara. — Son las ocho y nos espera un día muy largo.
Me levanto de la cama estirando los brazos para desperezarme.
— Debería estar prohibido levantarse a esta hora —digo bostezando.
— Tu cara por la mañana si que debería de estar prohibida —ríe y yo le lanzo un cojín que recojo del suelo, dándole en la cara.
Bajamos las tres a desayunar. Mi madre ha hecho tortitas, se me hace la boca agua solo con olerlas.
— Oye —miro a Gracy. — ¿Y la chica esa de ayer?
— La he visto por ahí, pero no sabía que Matty estaba saliendo con ella —me mira. — Desde que te fuiste no hemos hablado prácticamente nada. Se ha alejado de mi.
Niego con la cabeza. Estoy un poco triste por ella, aunque todavía tengo muchas cosas que aclarar. Ellos solo se tenían el uno al otro, ya que su padre pasaba de ellos y ahora por mi culpa están separados.
— Pero sé que el te quiere —dice Gracy de repente, encogiéndose de hombros.
— Yo me voy a ir de nuevo, no quiero estropearle nada. ¿Qué vamos a hacer hoy? —miro a ambas cambiando de tema, mordiendo la última tortita.
— Primero vamos de compras —dice Helen sonriendo.
— Y esta noche vamos a una fiesta que hace una amiga —dice Gracy moviendo las caderas.
En otras circunstancia hubiera dicho que no, pero hoy tengo ganas de salir, de bailar y olvidarme de todo por un día, y mejor si es con ellas.
Helen conduce hasta el centro comercial, no hablamos de nada interesante, bueno... sí, Gina está con Ryan ¿Se lo pueden creer?
— Que pareja más repugnante —digo poniendo cara de asco.
Ellas asienten riendo.
En el centro comercial no hay mucha gente, miramos tienda por tienda. Helen y Gracy están cargadas de bolsas y yo tan solo llevo dos.
Niego con la cabeza.
— Era necesario todo eso. —río señalando con la cabeza las bolsas.
— Nunca se sabe lo que puede pasar —dice Helen chasqueando los dedos.
— Vamos a comer algo, me muero de hambre —dice Gracy detrás de mi.
Vamos a un restaurante de comida rápida. En el veo un letrero con luces donde dice Leon, supongo que se llamará así. Entramos dentro y es muy luminoso, el techo es alto y de el cuelgan algunas luces de colores. También tiene estanterías con algunos carteles. Los asientos son de color rojo, que resaltan con el color madera de las mesas. Hacemos cola para pedir, cuando por fin nos toca el turno a nosotras, Helen se pide una hamburguesa de pollo, Gracy un wrap y yo una ensalada de pollo. Huele riquísimo.
— Vamos fuera —dice Helen quien sale con la bandeja en la mano.
Nos sentamos cada una en un sitio.
— Esta buenísimo —digo pinchando un trozo de pollo, llevándomelo a la boca.
— Mira Helen ahí va Peter —lo señalo con la cabeza riendo.
Pero no va solo, también está Ryan, los mellizos que no me acuerdo de como se llaman, ni me interesa, Charlotte y ¿Abigail? Un momento.
— ¿Ese es Matty? Miren disimuladamente por favor —les digo a ambas que me ignoran y se giran llamando la atención de todos.
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Un bonito caos
RomanceJulie es una chica normal y corriente, vive con sus dos hermanas y su madre en un pequeño pueblo de Londres. Tan solo bastó un fin de semana para que su vida diera un giro de 180 grados. Todo a su alrededor se tambaleó en un abrir y cerrar de ojos...