Capítulo setenta y cuatro

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El silencio se instala en la sala. Puedo ver como todos se dedican miradas entre si, sin entender que hace Chloe parada en la puerta de mi casa y sobretodo por qué lleva una maleta a su lado.

— Lo siento, no sabía a donde ir. —Chloe hace una pausa antes de seguir hablando, echa una mirada por encima de mi hombro y sonríe con un poco de tristeza. — No sabía que estaban todos aquí...

— No te avisé porque pensaba que querías estar sola —me encojo de hombros y en ese mismo momento me doy cuenta de que lo menos que quiere y necesita es estar sola. — No sabía que iban a venir.

— No pasa nada Julie, puedo volver en otro momento —coge la maleta que está apoyada en el suelo y da media vuelta.

— Ey no —cojo su brazo haciendo que pare. — Hay hueco de sobra en mi casa y sé que a mis padres no les importara que pases aquí unos días.

— No Julie... Da igual —se tapa la cara con las manos, negando.

— He dicho que te quedas aquí y no se hable más. —cojo su maleta que vuelve a estar reposando en el suelo y entro en casa — Mirad quien ha venido —suelto en un tono alegre deseando para mis adentros que nadie saque el tema del embarazo.

 — Hola Chloe —suelta James levantando la mano para que se la choque — ¿Has visto a mi hermano? 

— No, no sé nada de él, no estamos juntos.

James se queda en silencio. No lo sabía.

— Vaya, lo siento Chloe no tenía ni idea, no hablo mucho con él y tampoco lo veo mucho por casa.

Chloe solo niega con la cabeza y le aprieta el hombro con la mano dirigiendo  su mirada hacia el televisor — ¿Viernes 13? ¿En serio? Me encanta esa peli.

— A Julie también le encanta —habla Helen soltando una carcajada — Casi me deja sin mano. —levanta la mano que le he estado agarrando.

—  Exagerada —refunfuño sentándome en el sofá, esta vez haciéndole un huevo a  Chloe.

El resto de la película la pasamos en silencio, miro de reojo hacia Chloe, que está ensimismada viendo la película. No sé que haría si estuviera en su lugar, con unos padres tan estrictos que están siempre de un lado a otro, Chloe se pasa la mayoría del tiempo sola. No puede críar a un niño sola, aunque claro, estamos nosotros. Yo tengo claro que siempre estaré a su lado, pase lo que pase, decida lo que decida.

— ¿Por qué me miras tanto? —susurra clavando sus ojos en los míos.

— Estaba pensando en todo esto, me pareces muy valiente y decidas lo que decidas, siempre te apoyaré.

— Calla —susurra mirando hacia los demás que están esparcidos entre el sofá y el suelo.

Niego con la cabeza. 

— No se enteran de nada, mira —alcanzo una de las palomitas que reposan en el bol prácticamente vacío y se la lanzo a Helen dándole en la cabeza — ¿Ves? No hay respuesta.

Cuando terminamos de ver la película subimos a mi cuarto haciendo el menor ruido posible. 

— He cogido esto —levanta una botella con un líquido marrón en su interior.

— ¿Quieres que mi padre me mate? —me pongo de rodillas en la cama.

— Venga Jul, no seas un muermo —desenrosca la botella dándole un largo trago.

Por su cara de asco deduzco que le tiene que arder la garganta.

— Por lista.

— Por lista —me imita refunfuñando. — Te toca

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora