Capítulo sesenta y siete

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Mi cabeza no deja de dar vueltas a todo... No sé si está bien o está mal, solo sé que esta situación estaba acabando con mi bienestar, me esta volviendo loca poco a poco. Llevo unos días encerrada en casa y así pretendía seguir hasta que mi padre me despertó para ir a desayunar con él, y aquí me encuentro, sentada en frente de él, en una pequeña cafetería que está al lado de casa. 

La camarera le trae un café a mi padre y a mi un zumo de naranja con unas tostadas. 

— Buen provecho —me sonríe antes de darse la vuelta y perderse por una de las puertas que supongo dará a la cocina.

— ¿Cuando acabas las clases? —pregunta mi padre dando un sorbo a su café

— Ya las he terminado... —revuelvo el zumo con una cucharilla apoyando la cabeza en la palma de la mano

— Julie, ¿se puede saber que te pasa? Llevas días sin salir de tu habitación, tu madre está preocupada... te ha llamado unas cuantas veces y no le has respondido, no le contestas los mensajes, estás como ida —alarga su mano para dejarla reposar sobre la mía — Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿Verdad?

— Me quiero ir.

Mi padre se queda helado, parece que le han echado un jarro de agua fría por encima. No he podido contenerme más, quiero irme... Quiero irme lo antes posible, seguir aquí solo me traerá más problemas, más soledad y más disgustos.

— ¿Qué? —frunce el ceño — Sé que no he estado el tiempo suficiente contigo Julie, pero hago todo lo que puedo...

— No es por ti, sé que haces todo lo que puedes —aunque me gustaría que fuera más— Necesito desconectar de esto un tiempo, unos meses... tomarme un descanso antes de saber a que universidad ir, necesito estar con mamá, con Ashley y Sophie, con mis amigas... 

— No puedes irte.

— ¿Por qué? He terminado los exámenes, las clases ya han acabado y eso quiere decir que estoy de vacaciones, no me puedes impedir que me vaya.

— Te equivocas, si puedo hacerlo y es lo que haré, no te vas a ir de aquí hasta que tengas todo más claro y razones. 

¿Qué razone? Las lágrimas se acumulan en mis ojos amenazando con salir. De eso nada, no voy a llorar ni una vez más.

— No entiend... —me corta antes de que pueda terminar de hablar.

— He dicho que no, Julie.

Mis mejillas arden, ¿no entiende que no quiero estar aquí? Necesito irme o más bien. Me levanto sin hacer caso a lo que está diciendo y salgo de allí, total, tampoco es tan lejos de mi casa, solo tardo diez minutos en llegar.

— ¿Se puede saber a donde vas? —grita detrás de mi haciendo que algunas personas que pasean por allí se nos quede mirando.

No le hago caso y sigo caminando, no quiero escucharle. No tiene derecho a decirme lo que puedo o no hacer, debería de preocuparse más por como estoy, lo que quiero o lo que necesito, en vez de obligarme a hacer cosas que no quiero. 

Son las diez de la mañana y a esta hora no hay mucha gente por la avenida, el aire es fresco y el mar está en calma. Es mi lugar favorito sin duda. Siempre he soñado con vivir aquí con mi madre, mi padre y mis hermanas, y realmente una parte de mi sueño se ha cumplido, pero falta el pilar más importante para mi, y es mi familia. La familia que dejé en Londres.

Llevo media hora en un banco sentada mirando a la poca gente que pasea, cuando de repente...

— Hola —una voz demasiado conocida me sorprende.

James está de pie a mi lado, con los brazos cruzados. Le miro desde abajo por un segundo sintiendo como clava sus ojos en mi. 

— ¿Qué? —es lo único que se me ocurre decir. 

— ¿Qué? ¿En serio no tienes nada mejor que decir?  —se sienta a mi lado y yo acto seguido me levanto. — Julie, por favor —jala de mi mano haciendo que vuelva a sentarme.

— No James, ni por favor ni hostias... Si no cojo el móvil es por que no quiero saber nada de ustedes ¿Lo entiendes? No quiero saber nada más de juegos de mierda, de novios que mienten y de amigos que hablan mal de ti a tus espaldas —vuelvo a levantarme.

— No he hablado mal de ti

— ¿Seguro? "no es mi tipo, solo le hablo por que Matty me lo pidió hace tiempo" —imito su voz. — Y lo mejor es que lo haces con persona que me han jodido de una forma inexplicable. 

— ¿Que quieres que diga Julie? Me gustabas, es cierto, pero he entendido y me he dado cuenta con el paso del tiempo que tú estás enamorada de Matty. Te quiero muchísimo, eres mi mejor amiga, la persona más importante que tengo aquí después de mucho tiempo, y lo siento, quizá no supe darte el lugar que mereces ante ellas.

— Yo también te quiero, pero es lo que he decidido —me levanto del banco

— Julie por favor, no hagas esto más difícil, te estás equivocando. —vuelve a clavar sus ojos verdes en mi. 

— Yo... —mantengo su mirada notando como se humedece los labios. — Tengo que irme —giro sobre mis talones dispuesta a irme. 

— Huye, como haces siempre... —grita a mi espalda

Ojala pudiera huir de verdad, ojalá pudiera olvidarme de todo esto, dejar todos los sentimientos, dejar a Matty, Chloe y James a un lado, ojalá pudiera olvidarme de este puto caos. 

Pero no puedo.

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora