Capítulo veinte

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Cuando me despierto son apenas las 6:00 de la mañana.

Me meto en la ducha dejando que el agua caliente caiga sobre mí, pero no me ayudó a relajarme como esperaba que lo hiciera. No puedo pensar en otra cosa que no sea Matty.

Cuando salgo de la ducha Helen aun esta durmiendo. No quiero despertarla. Cojo un post it de color rosa y le escribo algo.

"Cojo tu coche, por la tarde lo tienes de vuelta. Ya te lo explicaré, te quiero"

Cojo las llaves de la mesa de noche y salgo sin hacer mucho ruido. El coche de Helen está aparcado justo en la puerta de su casa, es un Fiat 500 de color rojo, me encanta.

Enciendo el móvil ya que lo había apagado por la noche para que no se me gastara la batería, al encenderlo me encuentro con diez llamadas perdidas de Matty y tres mensajes.

Comienzo por  los mensajes.

"Julie, te necesito"

"¿Dónde estás"?

"Sé que lo estás leyendo, contesta por favor"

 El corazón se me pone a mil por hora, lo llamo. Nada. Lo intento cinco veces más y sigue sin responderme.

Me dirijo lo más rápido que puedo a la maldita casa de nuevo, supongo que estarán todos durmiendo. Al llegar me encuentro en el jardín miles de vasos rojos tirados por el suelo, algunos chicos vomitando, otros durmiendo —pongo cara de asco al instante— Peter volvió a la fiesta después de dejarnos, lo busco con la mirada y lo encuentro en uno de los sillones del salón, junto a una chica morena, más o menos de mi edad.

— Peter —susurro sacudiéndolo del brazo. No me hace caso, y vuelvo a repetir la misma acción hasta que se despierta. — ¿Has visto a Matty? —parece un poco confundido, no creo que sepa ni si quiera donde está.

— Se lo llevaron —dice cerrando los ojos.

—¿Quién? —pregunto histérica, pero el me hace caso omiso y se vuelve a dormir.

No tardo ni un segundo en volver al coche y llamar a Gracy.

— Julie —dice al otro lado del teléfono tras un leve gimoteo.

— ¿Qué ha pasado Gracy? —pregunto metiendo las llaves en el contacto, poniendo el coche en marcha.

—Matty está en el calabozo —suelta Gracy al fin.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Ahora te lo cuento

Suelto el aire que tenía contenido en mis pulmones al llegar a la comisaría. En la entrada está Gracy, al verme echa a correr hacia mi y me abraza llorando 

—No quiero perderle Julie, no quiero...

Acaricio su pelo, intentando calmarla, está tan pálida... Sé que Matty es la única persona que tiene aquí, también está su padre pero a el solo le interesa el dinero que ellos le pueden dar, eso lo supe después de cagarla y decirle que había ido a su casa.

— ¿Qué ha pasado? —la miro, cogiéndola por los brazos.

— Una pelea, se ha peleado con Ryan, le ha destrozado la cara —solloza

— ¿Lo puedo ver?

— Sí, pero no creo que el quiera. —me mira sorbiendo por la nariz.

— No me importa. —entro con Gracy en la comisaria, rodeo mi cintura con los brazos mientras ella habla con el policía que hay en la entrada.

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora