Capítulo treinta y siete

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No entiendo nada. Me sorprende saber que Liam es hermano de James, sí. Pero... ¿Qué tiene de malo que yo sea su amiga? Qué no lo soy, lo acabo de conocer, pero me cae bien. Mi cabeza da vueltas intentando buscar una razón lógica a todo esto, pero no la encuentro. 

Chloe está mirando la escena. Estoy de pie, viendo como James se aleja con su amigo.

— Lo siento, es tan raro a veces —me disculpo sentándome en el mismo sitio que antes aunque ya el ambiente no es el mismo.

— Lo sé, lo conozco —Liam alza una ceja.

— ¿Se llevan mal? 

— Digamos que somos diferentes. 

Eso ya lo sabía yo, solo a simple vista se ven que son diferentes. En lo único que se parecen es en el color del pelo, los dos lo tienen rubio aunque James lo tiene mas oscuro. Liam lo tiene rizado y James liso, aunque  siempre lo lleva despeinado. Liam tiene el cuerpo normal, al contrario James se nota que ha trabajado más en el. Él tiene unos preciosos ojos verdes y Liam los tiene color miel. Y en cuanto a personalidad creo que no tengo nada que decir ya que todo se ve por si solo. Aunque no conozco a Liam, pero si a James, y sé que él es de los "chicos malos"

Por fin nos quedamos Chloe y yo a solas, caminamos en silencio de nuevo a mi casa.

— ¿Por qué no me has dicho que Liam es hermano de James? —le suelto sin más. — Me dijiste que no conocías a James —le digo con tono acusatorio.

Se encoge de hombros. 

— No lo conocía, solo sabía que eran hermanos. Tuvieron una fuerte discusión una vez en un campeonato —me dice ella exasperada. — Creo que eso debería contártelo él. — me mira. — Yo no sé nada más.


Hace un rato que se fue Chloe estaba tan rara después de lo que pasó, es como si me evitara. Ni si quiera se despidió de mi. Aquí la gente es demasiado rara ¿O son cosas mías? 


Han pasado dos semanas desde la última vez que hablé con Chloe. Hoy es el último examen que tenemos, pero no ha venido, así examen tras examen. La intento llamar pero no me contesta. ¿He hecho algo mal? Desde que vio a Liam cambió totalmente su relación conmigo. Me sé el camino de memoria, así que voy a su casa, no puedo seguir así o acabaré volviéndome loca, han sido las dos semanas mas solitarias de mi vida.

Cuando llego a la casa todo está en silencio, voy a llamar a la puerta pero se abre. 

—¿Hay alguien? —pregunto al aire, pues nadie me responde.

Camino por la casa, el suelo de madera chirría a mi paso, hay cuadros por todas las paredes. Subo las escaleras y de repente siento un poco de miedo, no sé que me voy a encontrar. Miro la primera habitación pero es la de sus padres y no hay rastro de ella.

— ¿Chloe? —vuelvo a llamar.

Un golpe sordo me sobresalta en una de las habitaciones del fondo, voy corriendo hasta ella sin saber ni si quiera lo que hago, mis piernas se mueven solas. Cuando abro la puerta me encuentro a Chloe tirada en el suelo.

— Chloe —la zarandeo.

Saco mi móvil y llamo a emergencias.

— ¿Emergencias, que ocurre? —escucho la voz de una mujer al otro lado del teléfono.

—Si... esto —intento tranquilizarme — Mi amiga se ha desmayado y no reacciona.

— No la muevas, enseguida va una ambulancia a por ella, tranquila —me dice la mujer y cuelga.

Un bonito caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora