Todo esto es muy confuso. Mi cabeza me pide una cosa y mi corazón otra. Siempre he escuchado que hay que seguir lo que nuestro corazón diga, pero... ¿Y si haciendo eso lo único que conseguimos es acercarnos al borde de un precipicio sin vuelta atrás?
Nunca pensé que mi vida cambiaría tanto en cinco meses. Cinco meses alejada de mi hogar y de mi familia. De la que nunca me había separado. Aunque aquí estoy bien. La relación con mi padre ha mejorado bastante y he conocido a gente maravillosa.
Miro fijamente por la ventana apartando un momento la vista de la libreta de matemáticas. El lunes es el último día de examen, para ser libre.
— Hola Chloe —escucho la voz de mi padre. — Sí, está arriba.
Acto seguido, escucho como la puerta se cierra detrás de mi, y a una Chloe demasiado agitada.
— A tu casa le sobran unos cuantos escalones ¿No crees? —apoya la mano en su pecho que sube y baja.
— Tomaré nota. ¿Qué pasa? —doy vueltas en mi silla esperando que hable.
— Hay una fiesta en la playa. Tenemos que ir.
— Tengo que estudiar. —niego moviendo la cabeza. — Y tú también.
Se queda un segundo callada, sentándose en mi cama. Sé que no se va a rendir.
— Por favor Julie. —pone ojitos, incluso consigue que se le llenen de lágrimas.
Madre mía...
— Eres una actriz increíble...
— Vístete. —se pone en pie dando una palmada.
— ¿Como? ¿Ya?
— Venga Julie, es una fiesta en la playa. Tu ponte un bikini y ya está...
Cinco minutos después
Me pongo un mono negro con lunares en color blanco, tiene el escote bastante pronunciado, pero como llevo el bikini me da igual. El pelo me lo dejo tal cual lo llevo, suelto. Cojo mis gafas de sol y salgo detrás de Chloe.
— ¿Quién va?
— Pues los de siempre...
Me paro en seco, no me jodas
— Julie, no pasa nada... Cada uno va a estar a su rollo, tranquila —me coge de la mano.
No tardamos más de diez minutos en llegar a la playa. La ventaja de vivir al lado. Bajamos unas escaleras, y después de unas semanas vuelvo a sentir la arena corriendo por mis dedos. Está caliente por el sol que lleva dando desde hace horas.
Hay mucha gente, demasiada. Unos tomando el sol. Familias con los niños correteando por la orilla. A lo lejos puedo ver nuestro grupo. Aunque para mi, sobran algunas personas. Como Valerie.
— ¡Hola! —grita alegre Chloe para que todo el mundo se de cuenta de que hemos llegado.
Extiende una toalla de color rosa con corazones en la arena y se sienta haciéndome un hueco.
Un brazo pesado me rodea la cintura haciendo que mi trasero caiga sobre la arena.
— ¿Eres tonto? —grito aguantándome la risa.
No podía ser otro que James.
— No vienes a la playa para estar sentada en una toalla... —coge arena con las manos, haciendo una enorme bola.
— No te atrevas —levanto el dedo indice amenazante. — En serio James, no lo hagas... —me levanto lo más rápido que puedo, levantando un poco de arena con los pies al correr en su dirección
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Un bonito caos
RomanceJulie es una chica normal y corriente, vive con sus dos hermanas y su madre en un pequeño pueblo de Londres. Tan solo bastó un fin de semana para que su vida diera un giro de 180 grados. Todo a su alrededor se tambaleó en un abrir y cerrar de ojos...