ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1

#6

❀ Fluff

❀ Pianist!au 

❀ 728 palabras

Baekhyun inspiró profundamente, colocando las manos sobre las frías y blancas teclas. Esperó a oír el compás adecuado, las notas que le indicarían que era su entrada, y cuando las escuchó, cerró los ojos y se dejó llevar.

Sus dedos danzaron sobre el piano, la melodía fluyendo de sus dedos con naturalidad conforme la música se apoderaba de su ser, controlándolo y haciendo de él el portavoz de su mensaje al mundo. Estaba extático, desnudando su alma ante el público que había acudido a escuchar aquel concierto.

Y todo acabó.

Su turno pasó, la música siguió pero el piano quedó mudo. Su pequeña aportación había terminado y el piano no se usaría más. Se quedó allí, escuchando a sus compañeros acabar el movimiento y mirando fijamente al piano, sus manos aún sobre las teclas como reticentes a abandonar aquel instrumento que tanto placer le otorgaba.

Cuando terminó el intermedio, Baekhyun no volvió a salir, su aportación había acabado y no tenía nada más que hacer. Se cambió, aún dividido entre la alegría de que su primera actuación en un auditorio de aquella categoría hubiera ido bien y la tristeza de que hubiera durado tan poco. Sabía que no era habitual que pianistas tan jóvenes como él llegaran a tocar allí, pero aún así eso le entristecía. Podía oír cómo sus compañeros comenzaban la segunda parte del programa, sin él. Sonrió algo agridulce, se echó la mochila al hombro y salió.

El aire de la noche era frío y lamentó no llevar una chaqueta más gruesa, sus manos y nariz se estaban congelando. Comenzó a alejarse del edificio, pero apenas había andado algunos metros cuando una voz lo detuvo.

- ¡Espera!

Aturdido, se giró para ver a un chico alto corriendo hacia él, el abrigo y la bufanda volando tras él por la carrera, deteniéndose cuando lo alcanzó para recobrar un poco el aliento.

- ¿Es... es a mí? -le preguntó Baekhyun cuando estuvo a su lado.

- Sí -contestó, irguiéndose (¿por qué era tan alto?) y sonriendo a Baekhyun, quien se sonrojó. Además de alto, pensó, era bastante atractivo.

- ¿Y qué quieres? -preguntó con curiosidad. Le sorprendió ver que el chico se sonrojaba, rascándose la nuca de forma adorable.

- Me ha gustado mucho cómo has interpretado tu parte -admitió, sorprendiendo aún más a Baekhyun-. Tu manera de interpretarla, la pasión con la que pulsabas las teclas y las hacías tuyas ha sido mágico -se había emocionado conforme iba hablando, pero de repente, como si se diera cuenta de qué decía, se puso muy rojo y paró, carraspeando-. B-bueno... que me ha gustado mucho.

- ¿Y has salido... sólo para decírmelo?

El color de la cara del chico podía competir con el de un tomate, y Baekhyun sintió algo cálido extenderse por su pecho cuando asintió ligeramente. Se quedaron allí, mirándose a los ojos, el más bajo intentando asimilar lo que aquel desconocido le había dicho. Los minutos pasaban y, ante la falta de respuesta, el chico alto pareció abartise.

- Bueno, yo... siento haberte molestado -se inclinó ligeramente y se dispuso a girarse para irse.

- ¡No! -gritó Baekhyun, cogiéndolo por la muñeca y asustándolo-. Perdón, es que... no estoy acostumbrado a este tipo de halagos... No pensé que nadie me prestaría atención.

- ¿Bromeas? Tu actuación ha sido lo mejor de todo el movimiento.

Fue el turno de Baekhyun de sonrojarse muy muy fuerte, sus mejillas ahora no rojas por el frío si no por el calor que aquellas palabras le estaban haciendo sentir.

- Gracias, de verdad -susurró de forma tímida.

El chico sonrió ampliamente, genuinamente feliz, y se quitó su bufanda, colocándola alrededor del cuello del más bajo antes de inclinarse para volver al interior.

- ¡Oye, tu bufanda! -le llamó la atención el pianista, corriendo tras él.

- Ya me la devolverás -le restó importancia con un gesto de la mano.

- ¿Pero cuándo? -insistió.

- ¿Mañana a las seis aquí? Y podrías invitarme a un café por el favor -sonrió encantador.

Baekhyun abrió ligeramente la boca ante la realización de que le estaba pidiendo una cita. Cerró la boca y asintió, sintiendo mucho calor en las mejillas. El chico se inclinó hasta poner sus caras al mismo nivel.

- Nos vemos mañana -sonrió, dándole un pequeño beso en los labios antes de entrar de nuevo al edificio.

Baekhyun se llevó una mano a los labios, saboreando aún el sabor dulce de su boca y sonrió.

Mañana.