#131

3.9K 629 29
                                    

Slice of life, Fluff

Wolf!au

Advertencias: continuación del drabble 114 

1177 palabras


 Baekhyun volvía a la guarida del Clan después de trabajar, como un humano cualquiera más. Por su estatus de beta, menos agresivo que los alfas y menos sumiso que los omegas, era la clase ideal de lobo para mezclarse entre los humanos y conseguir trabajos de cierto estatus social con un buen sueldo para mantener a los demás cambiaformas de su familia.

En su familia los betas escaseaban y él era el único que aún tenía una edad apropiada para trabajar. Su clan no era demasiado grande, al menos, y con la ayuda de algunos omegas que se habían ofrecido para trabajos de menor remuneración, conseguían salir adelante.

Sin embargo, Baekhyun llevaba todo el día inquieto y no sabía por qué, la sensación acrecentándose conforme se acercaba al lugar donde residía su manada. Aceleró el paso casi sin darse cuenta, intentando llegar y poder decirse que no era nada.

Pero sí lo era.

Todo estaba arrasado, cuerpos por todas partes y vampiros, al menos veinte de ellos, se divertían terminando de destrozar las casas que aún no estaban saqueadas. Baekhyun tuvo que hacer caso omiso del instinto del lobo en su interior que aullaba por venganza y que arañaba su piel desde dentro para salir. Sabía que si se dejaba llegar, acabarían con él también y nadie podría vengar a su familia. Así que huyó, pero no tuvo tanta suerte como para salir sin ser detectado.

Un par de vampiros lo sorprendieron en el límite de su guarida, ambos empapados de la sangre de su clan, y Baekhyun no tuvo más remedio que pelear por su vida, dejando salir toda la rabia que sentía mientras los desmembraba y mataba, aullando de puro dolor. Corrió lejos cuando hubo acabado, antes de que cualquier otro vampiro pudiera acercarse a él, y desapareció en la noche.

Como nada lo ataba a su ciudad natal, se fue de Bucheon llevando consigo tan sólo la ropa que llevaba puesta, la cartera y un móvil inservible puesto que la batería se había agotado y no tenía modo de cargarlo de nuevo. No sabía a dónde ir, así que dejó que su lobo lo guiara a donde quisiera, confiando en el instinto del animal para alejarlo del peligro.

Fue así como llegó tras varios días a Seúl para ser apresado por el clan de Park Sangyeol. En aquel momento, sentado en un cubículo diminuto a modo de celda y esperando a ser llevado ante la asamblea general de los altos cargos, maldijo a su animal. Si lo apresaban y lo dejaban allí, ¿cómo iba a obtener la venganza y a honrar la memoria de su clan? No entendía por qué el instinto lo había llevado allí y maldecía por ello.

Pero lo comprendió todo al entrar en aquella sala. Podía notarlo en su interior, podía notar una conexión más fuerte que la que había sentido con los de su clan, con su familia. Cuando estuvo sentado, alzó los ojos y lo miró fijamente, sabiendo exactamente dónde estaba. Aquel hombre era un alfa, estaba seguro de ello, y aquella seguridad fue lo que lo hizo saber que era su pareja. De otro modo, no habría sabido su rango en la manada, mucho menos sentado donde estaba, a un lado de la habitación como un cualquiera más.

Su voz lo hizo estremecer cuando intercedió por él, y se levantó de la silla desoyendo todas las voces sensatas en su cabeza que le decían que no era prudente levantarse de esa manera cuando se le consideraba una amenaza. Pero él necesitaba acercarse a Chanyeol, ahora que sabía su nombre, y quería hacerlo a pesar de todo. Supo que él también había sentido aquello cuando les pidió, o más bien, ordenó, al resto que abandonaran la estancia. Una vez a solas, Baekhyun al fin se sintió en paz como hacía días que no lo hacía, con la mano de Chanyeol en su mejilla y con la certeza, ya puesta en palabras, de que eran pareja.

La noticia caló mejor de lo esperado en aquella comunidad de cambiaformas, pero no era como si a Chanyeol le importara. Llevó a Baekhyun a su casa, completamente seguro de lo que hacía y sin importarle que los demás le dijeran que no era prudente hacerlo. Que podría equivocarse, que podrían no ser pareja. Baekhyun sabía que tenían razón, pero le dolía porque él sabía en su interior que Chanyeol y él se pertenecían.

- No les hagas caso -le dijo Chanyeol, ya en su casa, cuando hubo dejado que Baekhyun se duchara y se pusiera ropa limpia-. Están asustados porque si dices la verdad, hay un clan de vampiros al que nos deberemos enfrentar.

- Lo sé -asintió Baekhyun-. Si llegara el momento, también querría ayudar -miró a Chanyeol, serio-. Se lo debo a mi gente.

Si pensaba que se negaría, Baekhyun se llevó una sorpresa con su respuesta.

- Te ayudaré a vengar sus muertes.

Chanyeol le ofreció entonces una taza de chocolate caliente para confortarlo. Baekhyun tuvo que sacudir las mangas demasiado largas de la sudadera que Chanyeol le había prestado para coger la taza, sonriéndole y dándole las gracias, a lo que el alfa simplemente agitó la mano y se sentó a su lado, pasándole un brazo por los hombros y acariciándolo distraídamente. Baekhyun se sentía como en casa, tranquilo y en paz

Se fueron pronto a dormir, Chanyeol le ofreció el cuarto de invitados, peor Baekhyun, sonrojado, prefirió dormir con él a pesar de que su cama no fuera exactamente grande. Se abrazó al alfa, sintiéndose seguro y tranquilo, y medio esperando que hiciera algún tipo de comentario o de avance para marcarse como pareja, pero éste no llegó. Extrañado, se apoyó con suavidad en el pecho del alfa y se alzó, mirándolo a los ojos en la semioscuridad, la tenue luz que entraba por la ventana iluminando sus pupilas.

- ¿No vas a pedirme que completemos el ritual? ¿Que nos marquemos? -para su sorpresa, Chanyeol se alzó levemente, apoyándose en sus codos, y lo miró.

- No voy a dejar que nadie te diga nada, Baekhyun -acarició su pelo, colocándolo en su sitio con afecto-. No quiero forzarte a hacer algo así cuando estás agotado física y mentalmente después de todo lo que has pasado.

Su cuidado y su sinceridad tocaron el corazón de Baekhyun, quien sin pensarlo más, se inclinó para besarlo, un par de solitarias y saladas lágrimas mezclándose en sus bocas; pero no era tristeza si no felicidad lo que Baekhyun sentía.

- Quiero ser tuyo, Chanyeol, y que tú seas mío -le susurró sin separarse apenas, sus labios rozándose al hablar y acariciando su rostro con suavidad-. No me importan los demás, yo sólo quiero estar contigo ahora.

Pudo notar cómo el pecho de Chanyeol se henchía de felicidad y volvieron a besarse, esta vez con más necesidad y pasión.

Aquella noche finalmente sí se volvieron uno, pero no por lo que pudieran decir los demás, si no porque ellos querían pertenecerse el uno al otro.

Y eso era lo que importaba.  

ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora