ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1

#63

❀ Sexy-ish, smut-ish

❀ Church!au

❀ Advertencias: sexo implícito, blasfemia (soy consciente de que toco un tema delicado con la religión, así que si crees que te va a ofender, por favor, no leas y no comentes. No digas que no advertí)

❀ 623 palabras

De nuevo estaba allí, un domingo a las once de la mañana en primera fila en la bancada de la iglesia.

Su ropa estaba impecable, su aliento fresco y su pelo bien peinado, contrastando con la revolución que normalmente eran sus rizos. Tenía sus manos unidas frente a él, mirando con intensidad al coro que cantaba frente a él, en cuya primera fila, en el centro, se encontraba la razón por la que acudía cada domingo a aquella iglesia.

El solista del coro, Byun Baekhyun, parecía un verdadero ángel. Su voz clara y precisa, su rostro hermoso y delicado y su personalidad alegre y amable lo hacían ser la imagen literal de uno de aquellos mensajeros de Dios en la Tierra. Chanyeol lo miraba embelesado mientras Baekhyun cantaba, pero en un momento dado sus ojos se encontraron y él lo sintió.

Un chispazo.

El chico avertó sus ojos, sonrojado, y siguió cantando el Salve, María. Chanyeol sonrió, su corazón latiendo acelerado mientras observaba al chico terminar la canción.

Al terminar la misa, Chanyeol esperó discretamente a un lado para hablar con el padre, un señor mayor que llevaba toda su vida, o al menos toda la que podía recordar, oficiando misas en su barrio.

- Ah, Chanyeol, da gusto verte como todos los domingos -le dijo con alegría.
- Es un placer, padre Han -sacudió su mano el alto-. Vaya a descansar, yo me ocupo de cerrar y limpiar.
- Le diré a alguno de los chicos del coro que te ayude en tu tarea -anunció, conforme, antes de marcharse.

Perfecto.

Comenzó por cerrar las puertas de aquel edificio sagrado, pasando entonces a coger un cepillo y empezar a barrer. No tardó mucho en oír cómo se abría una de las puertas junto al altar mayor, viendo por el rabillo del ojo cómo Baekhyun entraba en la nave principal. Sonriendo, fingió que no lo había visto y siguió barriendo, dejando que el otro chico se acercara.

- Hola, Chanyeol -lo saludó con aquella voz que lo hacía débil.
- Hola, Baekhyun -le devolvió el saludo, sonriendo.
- El padre Han me pidió que te ayudara.
- Puedes limpiar el altar y las bancas mientras yo termino de barrer y limpio el confesionario.

Asintiendo, el muchacho se alejó, manteniendo el contacto visual más de lo que debería ser políticamente correcto para un lugar como aquel.

Durante un rato, ambos limpiaron en silencio, tan sólo el sonido del cepillo y de algunas bancas siendo movidas rompiéndolo. Una vez acabado el suelo, Chanyeol se dirigió al confesionario, abriéndolo y sentándose en el sitio que le correspondía al padre para comenzar a limpiar el polvo. Sin embargo, apenas había empezado cuando la puerta se abrió, Baekhyun entrando y cerrando tras de sí antes de sentarse con sus muslos abrazando las caderas del más alto y sus brazos rodeando su cuello.

- Ave María purísima -susurró, sonriendo travieso.
- Sin pecado concebida -respondió Chanyeol, divertido-. Baekhyun, ¿sabes que para confesarse hay que estar fuera del confesionario? -rió un poco con voz grave-. Ah, y tiene que confesarte un cura real.
- Pero eso no me vale, Chanyeol -contestó travieso, jugueteando con los botones de la camisa ajena para abrirla ligeramente y que sus dedos vagaran por las clavículas del alto mientras le daba un beso corto-. Porque yo no he venido a limpiar mis pecados... He venido a pecar.

Chanyeol sonrió de medio lado y lo besó con fuerza, haciéndolos gemir a los dos y notando el tirón en su miembro, anticipándose a lo que estaba por venir.

Byun Baekhyun parecía un ángel, sí, pero con su miembro muy dentro del vocalista principal, haciéndolo gemir su nombre mientras ambos se corrían dentro de aquel confesionario, Park Chanyeol pensaba que Baekhyun de ángel tenía poco.

Y estaba bien así.