❀ Slight angst, fluff(?) no sé bien xD
❀ Fight!au
❀ 813 palabras
- ¡Ojalá no te hubiera conocido!
Baekhyun se arrepintió de sus palabras tan pronto como éstas salieron de sus labios. Volvió a abrir la boca, pero ningún sonido se produjo, incapaz de arreglar lo que acababa de romper.
Chanyeol se levantó, en sus ojos el dolor de la herida que el más bajo sabía que había infligido él, y cogiendo sus llaves, salió por la puerta.
No supo nada más de él durante una semana. Una semana en la que su orgullo le impidió acercarse al hombre que había sido su pareja los últimos cuatro años, una semana en la que muchas veces se durmió con el teléfono en sus manos esperando una llamada que no se produjo. Sin embargo, el alto se había llevado las llaves, y Baekhyun se aferraba a ese pensamiento para tranquilizarse pensando que volvería.
Sin embargo, cuando unas llaves abrieron la puerta del piso que compartían una semana más tarde, no era Chanyeol quien las empuñaba, sino su madre.
La señora Park lo saludó con una sonrisa triste, una maleta pequeña en su mano, y le preguntó por las cosas de Chanyeol. El alma se le rompió y se le bajó a los pies, pero fingió que aquel golpe no lo había destrozado y le indicó a la señora el armario donde estaba la ropa de su hijo. Tras un rato allí en el que Baekhyun fue a la cocina a hacerse una infusión para calmar sus manos temblorosas, la señora Park se despidió, diciéndole que volvería al día siguiente a por más cosas.
La escena se repitió durante varios días, la mujer entrando con una maleta pequeña y llevándose poco a poco, todos los signos de que Chanyeol alguna vez había vivido en aquella casa. Baekhyun no sabía si era más insoportable la visión de las cosas del hombre o el vacío tan visible para él que dejaban al desaparecer entre aquellos trozos de tela que la señora se llevaba.
- Hoy es el último día, cielo -le anunció con voz condescendiente una tarde de sábado, acercándose al hombre que tomaba una tila-. Te dejo una nota en la mesa del salón.
El sonido de la puerta al cerrarse rebotó por las paredes, haciendo el vacío aún más palpable. Aún así, Baekhyun dejó pasar mucho rato antes de mirar la nota sobre la mesa. Su orgullo se lo impedía, no queriéndose arrastrar por algo que era el último pedazo que aún lo unía a Chanyeol. Sin embargo, al final la curiosidad le pudo al orgullo y cuando cogió el papel, descubrió que no era la letra de la madre, sino la del hijo, la que adornaba la nota. Tan sólo una fecha y una hora estaban escritas en el papel junto al nombre de un local. La fecha era ese mismo día, la hora se le había pasado ya media hora.
De repente, un sentimiento de urgencia y de realidad lo invadió.
Iba a perder a Chanyeol.
Nunca más lo recibirían sus brazos cálidos ni sus sonrisas amplias al volver a casa.
Todo por su estúpido orgullo y por una no menos estúpida discusión en la que dijo cosas que su corazón no sentía.
Salió disparado, no preocupándose en coger nada que no fueran las llaves antes de salir, dirigiéndose a aquel lugar que tan bien conocía, rezando, implorando que aún estuviera allí.
Dobló una esquina y lo divisó en la acera contraria esperando aún de pie, el paso de peatones a punto de cambiar a rojo pero no le importó. Se tiró cuando el muñequito se cambiaba, sin fijarse en el coche que se acercaba a toda velocidad. Chanyeol lo miró cuando aún estaba a mitad de su carrera, él si había visto el coche.
Tres.
Dos.
Uno.
La mano del alto lo agarró de la muñeca y tiró, haciendo que ambos cayeran en la acera y que el coche no los atropellara por apenas un instante.
- ¡Baekhyun, idiota! -le gritó, mirándolo con preocupación para asegurarse de que estuviera bien-. ¿Por qué no miraste antes de cruzar?
Pero Baekhyun no quería escuchar nada de eso. Sólo le echó los brazos al cuello y lloró, disculpándose una y otra vez y pidiéndole perdón, diciéndole que no sentía aquello que dijo y pidiéndole que por favor, no lo abandonara. Finalmente, Chanyeol lo hizo callar y le secó las lágrimas, mirándolo serio.
- No voy a abandonarte -le dijo, seguro-. Pero sabía que tú no ibas a dar tu brazo a torcer porque eres un cabezota y quería hacerte reaccionar -le explicó-. Sólo se me ocurrió esa farsa de que iba a marcharme para intentarlo.
Quizá Baekhyun debería haberse enfadado, pero tan sólo pudo sentir un gran alivio cuando Chanyeol le dijo que no iba a abandonarlo. Sabía que era cabezota y difícil y, al fin y al cabo, había sido cruel.
- ¿No me abandonarás? -preguntó suavemente de nuevo. El alto sonrió.
- Te quiero demasiado como para eso.
Y riendo por lo bajo, felices, se besaron tirados en la calle.
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ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1
FanfictionProyecto de Drabbles Chanbaek: Un día, un drabble. Durante un año, subiré un drabble ChanBaek al día, independiente del anterior. ❀ Pareja: ChanBaek ❀ Extensión: Drabble (365 al acabar el proyecto) ❀ Género: Variable (pero mayoritariamente f...