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Slice of life(?) No sé cómo definirlo 

Experiments!au, Powers!au

548 palabras

El Experimento 061 miró aburrido por la ventana de su habitación. Era un soleado día de otoño, el árbol bajo su ventana languidecía poco a poco de forma hermosa, cambiando las tonalidades verdes de su follaje por otras anaranjadas. Corría un viento suave, uno que mecía suavemente las hojas como acunándolas, cuidando de que su caída fuera suave y pausada.

El Experimento 061 no podía notar el calor, ni el viento.

Estaba encerrado en aquella prisión moderna, en las cuatro paredes que conformaban su habitación. A primera vista, no era distinta de cualquier otra habitación. Cama individual blanca con sábanas del mismo color, un escritorio de madera oscuro con silla a juego y un armario lleno de la misma combinación de pantalón y jersey de cuello blanco que debía llevar siempre y cuando no estuviera en el laboratorio. El jersey tenía grabado en en frontal del cuello su número de experimento en hilo negro, como si alguien pudiera olvidarlo. La habitación era aséptica, impersonal, y la gran cristalera, aunque le permitía mirar el mundo exterior, no podía abrirse. Su expresión casaba con la de su habitación. Aburrida, impersonal.

Fría.

- Experimento 061 -anunció una voz femenina robótica a través de los altavoces-. Su horario indica que en quince minutos debe estar en el gimnasio del sótano siete. Para evitar retrasos, por favor, diríjase allí de inmediato.

Su corazón se aceleró levemente, sabía que podrían verlo en los diagramas y documentos de sus constantes vitales, pero lo que no podrían saber era que su excitacion no se debía a su entrenamiento en el gimnasio. Pudo oír el cerrojo de su puerta siendo abierto, permitiéndole la salida de su cárcel y el dispositivo que llevaba al cuello pitando, las tres luces rojas encendiéndose para indicar que le estaba permitido salir. Se puso en pie y se estiró, haciendo crujir sus huesos de una forma que le resultaba agradable pero que, a ojos de los doctores, era una práctica poco ortodoxa para relajarse.

Abrió la puerta y salió, cerrándola a su espalda y mirando a derecha e izquierda por si veía algo inusual. Nada.

Se dirigió entonces a la izquierda, pasando las puertas de sus compañeros que, al igual que la suya propia, tenían los números marcados en la puerta. Conforme avanzaba, los números iban decreciendo, su corazón se iba acelerando y él se acercaba a la entrada del pasillo de los experimentos masculinos.

021.

012.

010.

007.

004.

Se detuvo. Sabía que había un punto muerto de las cámaras de seguridad allí, por lo que se agachó y fingió abrocharse bien los cordones de sus zapatos. Unos pasos se acercaron por el pasillo desde el frente hacia él, haciéndolo sonreír.

Se alzó justo a tiempo para ver al experimento 004 llegar a la puerta de su habitación. Se miraron sin articular palabra, pero sus ojos dijeron mucho más de lo que podrían haber expresado hablando. El experimento 061 inclinó su cabeza a modo de saludo educado, y el experimento 004 le correspondió. Aprovechando el punto muerto y la falta de gente en el pasillo, el alto se inclinó para susurrar en su oído, palabras quedas que nadie más oiría.

Se sonrieron al separarse, rozando sus manos cuando el experimento 061 emprendió de nuevo su camino.

Esta noche, pensó.  

ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora