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Fluff

Kindergarten!au

901 palabras

- ¿Tenéis todos a vuestro compañero? ¿Sí? ¡Entonces seguidme!

La animada voz de Baekhyun hizo reír a algunos de los niños que cuidaba, dirigiéndolos con cuidado hacia el final de la calle para girar a mano izquierda y volver a la guardería de la pequeña excursión al parque de atrás que habían hecho esa mañana.

Baekhyun era el profesor favorito de absolutamente todos los niños y niñas que iban a la guardería. Su personalidad alegre, la sonrisa que siempre adornaba su rostro y el hecho de que no le importara ponerse los artilugios más ridículos para que los niños rieran, lo hacían la delicia tanto de niños como de padres. Sin embargo, había un padre que no lo adoraba.

Park Chanyeol, padre de una niña preciosa llamada Jimin que bebía los vientos por él, era el único que no parecía feliz con sus métodos. Los señores Park se habían divorciado hacía ya varios meses, y la custodia de la niña pasó a manos del padre, un empresario muy ocupado pero con más dinero del que la madre podría proporcionarle a su hija. Las malas lenguas decían que ella lo había engañado, y las lenguas aún peores decían que él era homosexual y que había comprado el silencio de su mujer para que no saliera a la luz.

De cualquier manera, ahora era Park Chanyeol y no su mujer quien venía a recoger a la pequeña Jimin, y Baekhyun admiraba eso del hombre. Prefería anteponer su deber como padre antes que el trabajo, y eso le parecía digno de admiración.

Aquel día Baekhyun se había puesto una mochila de fresa, una gorra de perro y había cogido el peluche de su perro que le habían regalado entre todos los padres en su último cunpleaños; y así seguía cuando Park Chanyeol entró de los últimos a recoger a su pequeña.

La mirada del alto hombre lo recorrió de arriba abajo, haciéndolo temblar de anticipación porque a pesar de que la mirada de Park Chanyeol no debería darle escalofríos, lo hacía. Baekhyun estaba prendado del papá de Jimin aunque éste lo juzgara.

- ¡Papá! -chilló la niña, acercándose corriendo a por su padre y abrazándose a sus rodillas, lágrimas escapando de sus ojos.
- ¿Qué pasa? -Chanyeol se agachó, mirando a su hija con preocupación mientras Baekhyun se acercaba corriendo al ver a Jimin llorando.
- Seungho me tiró del pelo y me deshizo la coleta -lloraba la niña.

Seungho se había ido hacía dos minutos, pero Baekhyun se creía la versión de Jimin. Al chico le gustaba la niña y, como cualquier niño de su edad, se dedicaba a molestarla para llamar su atención. Chanyeol parecía perdido sin saber qué hacer, así que Baekhyun se acercó, el gorro, la mochila y el perro aún sobre su persona, y se agachó sonriéndole al adulto.

- Déjeme, señor Park -con suavidad, le quitó el coletero a Jimin y trenzó su pelo despeinado de manera habilidosa.

Chanyeol lo observó con cuidado y cuando terminó, Baekhyun hizo a la pequeña mirar al espejo de pared que tenían allí.

- ¿Te gusta, Jiminnie? -preguntó con una sonrisa.
- ¡Sí! -aplaudió ella, sonriendo-. ¡Voy a enseñárselo a Choa!

La niña salió corriendo en busca de su amiga, que estaba al otro lado de la habitación mientras los dos adultos se ponían de pie.

- Gracias -le dijo Chanyeol a Baekhyun mientras éste se quitaba finalmente el gorro y la mochila-. Se me dan bastante mal estas cosas... Era mi ex mujer la que solía peinar a Jimin.
- No se preocupe, eso lo aprendí cuidando niños, al principio se me daba muy mal -le sonrió, haciendo que el alto le sonriera de vuelta y su corazón acelerándose al ver aquella sonrisa dirigida hacia él.
- Yo... Me arrepiento de mi matrimonio, pero no de haber tenido a Jimin -miró a la niña, jugando con su amiga-. Es lo mejor de mi vida.
- ¿Se arrepiente de su matrimonio? -preguntó, sorprendido.
- Llámame Chanyeol, por favor, señor Park me hace sentir viejo -rió un poco-. Sí, no debí hacerlo... Intenté ser normal y buscar el amor de una mujer, pero no tuvo sentido. Nunca la amé de esa forma.
- Comprendo -dijo con cautela el profesor-. Yo nunca me he planteado eso... Prefiero ser feliz amando a la persona que realmente me gusta, aunque sea un hombre.

Se miraron a los ojos, diciéndose más de lo que decían con palabras, y Baekhyun sonrió.

- Me alegra que se... Que te hayas sincerado conmigo -confesó-. No soy tan malo como crees.
- No creo que seas malo -contestó el alto, perplejo-. ¿Por qué piensas eso?
- Por cómo me miras -explicó el más bajo-. Me miras fijamente y creo que juzgas cómo trato a los niños.
- Ah, eso -y para sorpresa del más bajo, el otro hombre se sonrojó-. Te miro porque... Me pareces atractivo -tosió ligeramente para ocultar su vergüenza antes de seguir-. Pero nunca se me dieron bien los cortejos.

Baekhyun lo miró con la boca abierta, notando cómo se sonrojaba.

- ¡Papá! -los interrumpió Jimin, corriendo hacia ellos sonriendo-. ¿Ya invitaste a Baekhyun a casa? ¡Siempre dices que lo harás y al final nunca lo haces!

Si Chanyeol estaba rojo antes, no tenía comparación con lo de ahora. Miró a Baekhyun completamente abochornado, el educador también sonrojado y cogió la mano de su hija antes de hablar.

- ¿Querrías venir a casa este fin de semana?

Baekhyun sonrió ampliamente y asintió con entusiasmo.

- Me encantaría.

ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora