ChanBaek 3.6.5 - Drabble Project #1

#84

❀ Fluff

❀ Photographer!au 

❀ 1075 palabras

Chanyeol miraba distraídamente alrededor, intentando captar algo que llamara su atención para fotografiar. Llevaba ya un buen rato de aquel domingo por la mañana caminando bajo el sol, empezaba a quemársele la nariz y seguía sin encontrar nada que fuer ani lo más remotamente interesante para fotografiar.

Al llegar a un parque, sacó la cámara más por hábito y obligación que realmente por que hubiera encontrado algo digno de fotografiar. Paseó con desgana alrededor, sacando un par de fotos aquí y allá pero sin estar verdaderamente contento con el resultado.

Hasta que lo vio.

Un chico de facciones delicadas estaba sentado tranquilamente bajo un árbol, dibujando. A su lado tenía lo que parecían cajas de diversos utensilios artísticos, distintos tipos de materiales de dibujo y una mini nevera en la que, Chanyeol suponía, llevaba provisiones.

No sabía si era la concentración en su rostro, lo armónico y bello de su rostro o que simplemente había algo que hacía que se sintiera atraído hacia él, pero Chanyeol levantó su cámara y comenzó a sacarle fotos sin dudar. Ya en casa aquella tarde, y mientras miraba el resultado de las fotos en su ordenador, Chanyeol se felicitaba porque había conseguido captar la belleza de aquel chico.

El domingo siguiente por la mañana, había una vocecita en su cabeza que lo llamaba estúpido por levantarse temprano y dirigir sus pasos al mismo parque, sabiendo que el chico podría no haber repetido lugar en el que pintar su cuadro. Pero la suerte estaba de parte de Chanyeol cuando lo encontró allí, bajo el mismo árbol con todos sus materiales y su mini nevera.

Durante todo el verano, Chanyeol acudía todos los domingos por la mañana religiosamente a aquel parque, a tomar fotos de aquel chico y del paisaje. Vio cambiar su ropa, sus gestos. Sabía cuándo un dibujo no le salía especialmente bien o que estaba frustrado cuando se apartaba continuamente el pelo de los ojos. Los días buenos, apenas sí levantaba la vista de su obra para mirar el modelo. Chanyeol fotografió todos y cada uno de aquellos momentos (alguna vez el chico casi lo pilló tomándole fotos fotos), dejando un poco de aquel chico y de sí mismo en las fotografías.

Un domingo de mediados de Septiembre, sin embargo, algo cambió en aquella escena. El chico no tenía su nevera consigo y llevaba considerablemente menos materiales. Pero lo que sí había a su lado eran dos tazas para llevar de una cafetería cercana. Chanyeol supuso que tenía una cita y el pensamiento le dolió más de lo que desearía poder admitir. SIn embargo, alzó su cámara y se preparó para fotografiar.

Terminó de enfocar correctamente y de configurar el obturador, pero al pulsar el botón para capturar la imagen, su corazón se paró. Un milisegundo antes de hacerlo, el chico había mirado directamente a su cámara. Sonrojado, separó el aparato de su cara y miró al otro, quien seguía mirándolo fijamente. Más que enfadado, como creyó que vería en la cara de alguien que ha sorprendido a otra persona tomándole fotos sin permiso, Chanyeol vio diversión y una sonrisa amplia y bonita en su cara. El chico alzó la mano y lo invitó a acercarse. Chanyeol, anonadado, miró alrededor para comprobar que efectivamente no había nadie más y se señaló a sí mismo. El chico rió y asintió, así que se acercó lentamente.

- Hola -saludó al chico al llegar, quien aún estaba sentado-. Perdona por... eh...

- Hola -lo saludó el chico sin perder la sonrisa. Hasta su voz era bonita, joder-. No importa, no te preocupes por eso. ¿Quieres sentarte?

Chanyeol asintió y obedeció, quedando aún más asombrado cuando el chico le ofreció uno de aquellos cafés.

- No sabía cuál era tu preferencia en café, así que lo pedí con leche y que el azúcar me lo dieran en sobrecitos.

- ¿Cómo...? -empezó Chanyeol, mirando la taza de café ahora en su mano.

- Bueno, llevas todo el verano echándome fotos, y hoy es mi última día aquí, pensé que era lo mínimo que podía hacer.

Chanyeol se sonrojó, pero no pudo evitar sentir una punzada de tristeza al oír que era su último día. Cogió uno de los sobrecitos de azúcar para alegría del chico y lo echó en su café, removiéndolo antes de darle un trago.

- Gracias.

- No hay de qué -sonrió de forma encantadora-. Todo por mi fotógrafo particular.

Chanyeol casi se atraganta.

- Sobre eso...

- Aunque en realidad -prosiguió el chico, como si no lo hubiera escuchado a pesar de que sus ojos no habían dejado de mirarlo-, tendría que decir para mi modelo particular.

Hubo un silencio.

- ¿Qué?

Sonriendo, el chico sacó su recio bloc de dibujo y comenzó a pasar las páginas, una tras otra. Unos eran bocetos, otros eran dibujos completos con acuarela o acrílico, incluso había uno dibujado con sanguina, pero todos los dibujos tenían un nexo en común. Chanyeol era el protagonista de todos y cada uno de ellos, a veces mirando a través de su cámara o simplemente con una sonrisa suave mirando a su entorno, a la vegetación del parque.

- Creo que ambos sabemos que no sólo hay fotos de patos en esa cámara tuya -dijo el chico, divertido-. Pero no puedo quejarme cuando yo también te he usado de modelo.

- ¿Por qué me usaste de modelo? -preguntó Chanyeol, y al devolverle la mirada, pudo ver en los ojos ajenos aquel algo que lo hacía querer poder mirarlo siempre.

- Porque veo en ti lo mismo que tú en mí.

Se quedaron así, mirándose como si no importara el tiempo, sus cafés quedándose fríos. Chanyeol abrió la boca pero la cerró, no sabiendo exactamente cómo explicar la atracción que sentía por aquel chico. Como si hubiera leído su mente, el chico sonrió y, de forma completamente inesperada, se lanzó contra él, robándole un pequeño beso de sus labios.

- Ya que eres algo así como mi musa, me gustaría que fuéramos a comer juntos para conocernos más y poder hablar de cuánto me interesa que modeles para mí.

Chanyeol, muy sonrojado, asintió. A fin de cuentas, el chico también era su tema favorito para fotografiar y no quería perderlo; sin contar con que aquel beso robado le había sabido a un pedacito de cielo.

- Me llamo Baekhyun, por cierto -el chico le sonrió y él no pudo más que devolverle la sonrisa.

- Yo soy Chanyeol.